Dónde queda el puesto de comida al paso que hace la mejor tortilla de papa y salió en Netflix
En el corazón del Mercado Central, donde el aroma a frutas y verduras frescas se mezcla con el ir y venir de quienes realizan sus compras tanto minoristas como mayoristas, existe un pequeño puesto de comida que ha trascendido sus propios límites para convertirse en un fenómeno gastronómico.
"Las Chicas del 3" no son solo un local de comidas: son el resultado de una historia de perseverancia y la convicción de que la calidad y la calidez pueden abrirse camino en cualquier lugar.
Detrás de la barra, Patricia "Pato" Rodríguez Real y Romina Moore son las caras y las manos de un emprendimiento que comenzó hace décadas como un modesto negocio familiar, que inicialmente era un puesto de pizzas en la Nave 3 del Mercado.
Con el tiempo, Patricia tomó su legado, que conocía de pequeña, pues creció entre harinas y condimentos, desarrollando una pasión por la cocina que desafió las convenciones de la época. En un entorno dominado por hombres, su sueño de ser cocinera fue visto con escepticismo, pero lejos de amedrentarse, esto solo alimentó su determinación. Abandonó la universidad para dedicarse de lleno al negocio familiar, convencida de que tenía un futuro prometedor.
El punto de inflexión en la historia del puesto llega con Romina, que con experiencia en cocina gourment aportó una nueva energía y una visión complementaria. Juntas, fusionaron sus talentos y transformaron el "Pizzas Pato" en "Las Chicas del 3". La tortilla de papas, el plato que se convertiría en su sello distintivo, empezó a ganar fama, primero entre los trabajadores del Mercado y, poco a poco, entre un público más amplio.
Calidad en la comida y precios accesibles: un modelo de negocio en el Mercado Central
La clave del éxito de "Las Chicas del 3" reside en una filosofía simple pero poderosa: la calidad del producto y el trato humano. Sus platos son una oda a la cocina casera, con la tortilla de papas rellena de jamón y queso como la gran protagonista. Este manjar, elevado a la categoría de culto, es el resultado de un proceso meticuloso: papas peladas y cortadas a mano, huevos frescos y una cocción perfecta que garantiza una textura jugosa y un sabor inigualable. La atención al detalle es obsesiva, un rasgo que se extiende a su famoso "mix de vegetales" que ofrecen los lunes, aprovechando la materia prima del propio Mercado.
Pero la tortilla no es lo único que atrae a la multitud. Su oferta incluye empanadas de carne cortada a cuchillo y pizzas que, a pesar del éxito, mantienen los precios accesibles, honrando a sus clientes de toda la vida. Este equilibrio entre calidad y precio es fundamental para su modelo de negocio, que se nutre de la lealtad de una clientela variada que va desde los obreros del Mercado hasta ejecutivos, cocineros famosos y turistas que llegan atraídos por su fama.
El negocio de "Las Chicas del 3" es un microcosmos de la cultura del trabajo y la dedicación. Pato y Romina han sabido mantener los pies en la tierra, a pesar de la creciente popularidad que les trajo su aparición en el documental "Street Food Latinoamérica" de Netflix. No se han dejado llevar por la fama; de hecho, la reconocen como una herramienta para seguir conectando con la gente. El puesto, con su barra y su espacio reducido, fomenta una interacción directa, un vínculo personal que convierte a cada cliente en un amigo. No hay mesas ni sillas, solo un mostrador que es un punto de encuentro, un lugar para comer bien y sentirse bienvenido.
"Nuestros clientes son en primer lugar quienes concurren al Mercado para realizar sus compras y los empleados de los diferentes puestos, pero también viene mucha gente que vuelve del Aeropuerto y nos conoce o incluso curiosos, atraídos por el boca a boca", comenta una de ellas.
En un entorno tan dinámico como el Mercado Central, donde los horarios de apertura son extenuantes, "Las Chicas del 3" funcionan como un faro de calidez y autenticidad. Su cocina, anclada en el respeto por el producto y la tradición familiar, se ha ganado el corazón de un público que valora el esfuerzo, la calidad y, sobre todo, el amor que le ponen a cada plato. Su historia demuestra que, incluso en un rincón aparentemente escondido, un sueño puede florecer y convertirse en una referencia global.
Para ubicarlas en el Mercado Central (Autopista Richierri y Boulogne Sur Mer), trabajan en la Nave 3, que se ubica cruzando la calle detrás del destinado al comercio minorista y se ingresa por una puerta en la mitad del mismo. En cuanto al horario de atención, es de 9.30 hasta las 14.30 horas de martes a viernes.