Fiesta Nacional de las más importantes de su provincia, cancelada por temas económicos
Las fiestas nacionales son momentos únicos en el calendario de cada rincón del país, transformando pequeñas localidades en centros de atracción turística. Durante un fin de semana especial al año, estos eventos no solo rinden homenaje a un producto típico, una tradición o el trabajo local, sino que también inyectan un vital movimiento económico en la región, llenando hoteles, restaurantes y potenciando a artesanos y emprendedores. Son, además, un símbolo de identidad y orgullo para sus habitantes.
Sin embargo, el contexto económico nacional, marcado por la incertidumbre y la necesidad de ajustar el gasto público, comenzó a impactar directamente en estas celebraciones. La ciudad correntina de Bella Vista, capital de la producción citrícola, se queda este año sin uno de sus eventos más emblemáticos: la Fiesta Nacional de la Naranja y la Diversidad Productiva, que estaba programada para la primera quincena de noviembre. La suspensión fue confirmada por la intendenta Noelia Bazzi, quien calificó la medida como "difícil, pero absolutamente necesaria".
La decisión, que priva a la provincia de Corrientes de la que es considerada su segunda celebración más importante después de los carnavales, responde a la delicada situación financiera que atraviesa el municipio. La jefa comunal sostuvo que "la prioridad es proteger los recursos locales ante el impacto de las medidas económicas nacionales". Un fuerte golpe para una ciudad que, como se vio en 2024, alcanzaba el 100% de ocupación hotelera y generaba un motor económico clave gracias al evento.
Fiesta Nacional de la Naranja 2025, cancelada en Bella Vista, Corrientes
La intendenta Noelia Bazzi explicó en declaraciones radiales que la suspensión fue una decisión tomada "con compromiso y responsabilidad", reconociendo el peso emocional y económico de la fiesta. La mandataria de Bella Vista fue clara al señalar las razones que llevaron a esta determinación, apuntando directamente a la inestabilidad macroeconómica.
"La decisión fue dura y no fue tomada a la ligera. Tiene que ver con la situación delicada que estamos viviendo en lo financiero", explicó Bazzi. La jefa comunal sumó que "más que nada tiene que ver con la incertidumbre del día a día y con las medidas diarias que toma el Gobierno Nacional. Hay decisiones que impactan directamente en los municipios y nuestra prioridad es cuidar los recursos". En este sentido, sostuvo que el ajuste en las transferencias y la coparticipación impactó de tal forma en las finanzas municipales que forzó al gobierno local a "garantizar los servicios esenciales del municipio en áreas clave como salud, educación e infraestructura".
El argumento central fue que no se quería "hacer algo a medias o que pierda el brillo que logró con tanto esfuerzo", ya que la Fiesta de la Naranja es un homenaje al trabajador rural y un espacio de encuentro que moviliza a productores, artistas y emprendedores de toda la región. Desde su origen, ligada a la cosecha anual y que logró su reconocimiento nacional en 2002, la fiesta simboliza la identidad productiva de la ciudad.
Fiesta Nacional de la Naranja: una pausa para volver con el "brillo de siempre"
La noticia generó lamento en Bella Vista, donde la festividad es parte de la identidad regional y un evento familiar. Sin embargo, la intendenta Bazzi subrayó que el objetivo de la suspensión no es otro que hacer una pausa estratégica para asegurar la calidad futura del evento. La meta es retomar la fiesta en 2026 con el mismo nivel de producción y prestigio que la caracterizó en los últimos años.
La Fiesta Nacional de la Naranja es un evento de gran envergadura organizado por la Municipalidad de Bella Vista, con el apoyo de entidades como la Asociación de Citricultores y el INTA. Durante las jornadas festivas, el predio municipal se transforma en una gran muestra que va desde carpas institucionales y stands gastronómicos y artesanales, hasta banners que promocionan el ecoturismo, la pesca y las playas de la zona. Es un evento que, como se vio en la edición 22°, convoca a más de 50 mil personas y permite que la ciudad muestre su riqueza agropecuaria y cultural. Bazzi concluyó que la idea es "volver el año que viene con una fiesta a la altura de lo que veníamos haciendo hasta ahora" para sostener el crecimiento de la ciudad.