¿Lali Espósito o Tini Stoessel?: Milei profundiza la grieta entre los cantantes populares
Cultor de la música clásica y diletante de la ópera, el Presidente Javier Milei, retornó a los recitales en la Casa Rosada que en el pasado reciente convocaban Néstor y Cristina Kirchner y que continuó, Alberto Fernández, en el Salón Blanco de la casa de gobierno. De hecho, su antecesor en el cargo explicaba por qué el kirchnerismo hacía tantos recitales de figuras populares de la música consagradas por el público en los salones de Balcarce 50.
"Porque era la forma que nosotros teníamos de hacer accesible la Casa de Gobierno a la gente. Entonces los viernes a la noche se llenaba de gente a escuchar a músicos como Charly, Spinetta, Nebbia, Mercedes Sosa, Fito, enormes músicos que tocaban y que la gente disfrutaba en el salón más importante de la Casa Rosada", recordó Alberto Fernández.
¿Lali Espósito o Tini Stoessel?: Javier Milei profundiza la grieta entre músicos argentinos
Y Javier Milei parece que va por la misma senda, pero sin cheques para repartir entre los músicos. Al menos fue lo que sucedió con Andrea Bocelli, a quien el titular del Ejecutivo condecoró con la Orden de Mayo, máxima distinción que se otorga a una persona por su mérito, en el caso del tenor italiano, por su aporte a las artes. Pero con Bocelli volvieron los repertorios a la Rosada y se escuchó su magnífica voz entonando un tango y un bolero.
Ahora bien, fuera del ámbito institucional, comenzaron a surgir reflejos de la etapa kirchnerista que buscaba congraciarse con artistas de todo tipo, no solo músicos, a golpe de chequera estatal. Películas financiadas por el INCAA, recitales organizados por la secretaría de Cultura o Presidencia de la Nación y todo tipo de gastos en recitales gratuitos que nunca fueron tales porque, usualmente, todos los músicos y cantantes involucrados además de los que los rodean, cobraron siempre. Y, lo hicieron con el dinero de los contribuyentes.
Durante el 2024 no hubo plata para hacer fiestas como las que organizó Cristina Kirchner cuando asumió la presidencia su delegado político, Alberto Fernández, en 2019. Entonces, se montó un escenario en la Plaza de Mayo por donde pasaron, Rocío Quiroz, Barbi Recanati, Bruno Arias, Sudor Marika, Súper Ratones, Eruca Sativa, Ella es tan cargosa, Arbolito, Iván Noble, Mala Fama, El Kuelgue, Fena Della Maggiora, Los Tipitos, Pericos, La Delio Valdez, Bersuit, Isabel de Sebastián, Adriana Varela, Conociendo Rusia, David Lebón, Coti, Estelares, Litto Nebbia y, por último, Juanse. Luego, todos juntos entonaron el Himno.
En 2011, hasta Charly García participó de la fiesta de asunción de Cristina y después toco en el Salón Blanco.
El "no hay plata" de Milei terminó con estas "fiestas populares", pero, en la actualidad, comienzan a aparecer algunas presentaciones y presencias que podrían traer rémoras de ese pasado reciente de artistas rentados por políticos en el poder.
El caso de Tini Stoessel
"Tecnópolis lo maneja la secretaría general de la Presidencia. O sea, Karina Milei", afirmó uno de los dirigentes más cercanos a los hermanos en el poder en Casa Rosada. Y, en Tecnópolis, a la vera de la avenida General Paz, lugar ideal para realizar cualquier recital multitudinario al aire libre por su fácil acceso, se presentó un show de lujo de Tini Stoessel llamado "FUTTTURA".
Los asistentes notaron rápidamente que estaban involucrados el Banco Nación y la empresa YPF. En esa ocasión, se difundieron imágenes del show que fue presenciado por Karina Milei, a quien se la vio dialogando con Mariana Muzlera, madre de la artista, que corta muchos tickets de sus fans adolescentes.
Nada para objetar, sino fuera porque podrían volver a surgir suspicacias en torno a los negocios culturales tan difundidos durante el kirchnerismo que siempre postergó a aquellos artistas y creadores auténticos que nunca necesitaron del favor de un político de turno.
La participación de las empresas con participación estatal se notó a través de la tarjeta Visa del Banco Nación, que promocionó el show, ofreciendo seis cuotas sin interés para adquirir localidades y de YPF porque hubo abundante merchandising de la compañía petrolera dentro del predio.
De esta manera, la figura de Tini Stoessel queda enmarcada dentro del oficialismo libertario, al revés de lo que sucede con otra cantante de la nueva generación que también corta miles de tickets en sus presentaciones y que no aprecia nada a Javier Milei.
Lali Espósito encabeza la "oposición" entre los artistas
Lali Espósito siempre tiene al Presidente entre sus referencias y en una reciente entrevista realizada en la televisión española explicó el origen de sus diferencias con el popular presidente argentino.
La actriz detalló que todo comenzó tras las PASO, cuando ella escribió: "Qué peligroso. Qué triste". A partir de ese momento, denunció una persecución por parte de trolls, con calumnias e injurias. "Por un rato, quizás hasta el día de hoy, pero con menos fuerza, fui el centro de hate (odio) del mismo Presidente. Él me cambió el nombre y me puso ‘Lali Depósito’ porque cree que los artistas opinan porque les pagan. Ahora estoy bárbara. Me quebré, pero estoy divina", agregó.
El mote de "Lali Depósito", popularizado entre los referentes y militantes libertarios, se justifica en presentaciones artísticas realizadas por la artista, que contaban con el auspicio estatal. Ya sea de orden nacional, provincial, o municipal. Lo que pocas veces se dice, pero en muchos casos se especuló, se vincula con la posible y eventual cantidad de dinero que podría retornar a la dirigencia política por realizar esas presentaciones para el pueblo.
El duelo ya está planteado entre estas dos artistas para jóvenes, pero en el mundo del rock las diferencias son un poco más contundentes que entre los representantes de la denominada "generación de cristal" que se enoja y ofende por cualquier tema.
La Renga, que estuvo presente en los actos kirchneristas y nunca ocultaron su sentimiento político, no deja de molestarse con Javier Milei porque, en definitiva, utilizó una de sus canciones para crear su personaje de "León".
Y, hace unos días, en Luján, volvieron a tocar la canción llamada "Panic show" y contrataron a una persona de baja estatura para ridiculizar a Javier Milei utilizando una careta del Presidente. Mientras que el cantante Chizzo no tenía inconvenientes en saludar a Cristina, hoy detenida por corrupción, deliró al Presidente, llamando a Patricia Bullrich al grito de "Atención a todas las unidades, Patricia, el león se escapó".
Lo cierto es que desde hace más de dos años que La Renga viene realizando planteos legales para que el Presidente deje de usar su canción en los actos partidarios de La Libertad Avanza. No lo logra y cobra en SADAIC por ese uso.
Pero el triunfo de Milei dividió a la tribu rockera entrada en años de la escena nacional. El primer aviso lo ofreció el rosarino Fito Páez. Sí, aquel músico que odiaba a los porteños que votaron por Mauricio Macri a pesar de la popularidad que gozó el artista durante años en la Ciudad de Buenos Aires, hace unos meses, declaró a la agencia EFE, que "había procesos impostergables que realizar dentro de la economía argentina" —¿bajar las jubilaciones, los salarios? ¿Los impuestos a los autos de alta gama, bienes personales?— y habló de un "gobierno estimulante", en abierta disonancia con otros rockeros que siguen sin tragar a Javier Milei.
El ejemplo más importante es el de Ricardo Mollo, de Divididos que en un show en Flores, arengó para que su público realizara un cántico contra la familia de Milei y a continuación, exclamó, "Y nosotros acá con el señor Cóndor, somos potencialmente jubilados", dijo refiriéndose a su edad, de 67 años, y a la de Diego Arnedo, que tiene 72, en un contexto de polémica por las marchas de los miércoles de los jubilados. "No nos olvidemos que son solo muñecos", siguió el artista, quien comenzó a hacer gestos de estar manejando un títere y luego el saludo militar para definir al gobierno de Javier Milei.
El gobierno del libertario no pasa desapercibido entre los músicos y cantantes. En principio, porque se cortó el financiamiento que recibían desde dependencias estatales de tiempos kirchneristas aunque preocupó el show de Tecnópolis de Tini y, en segundo lugar, porque el propio Javier Milei es fan de la música con gustos eclécticos que van desde las óperas de Verdi hasta las canciones de los Rolling Stones.