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Rumbo a las elecciones presidenciales 2023: ¿hay tiempo para nuevas estrategias?

A cuatro meses del cierre de listas, quienes prefieren lo de siempre procuran mantener el centro de la escena y parece difícil establecer otras estrategias
22/02/2023 - 19:15hs
Rumbo a las elecciones presidenciales 2023: ¿hay tiempo para nuevas estrategias?

Tenés la oportunidad de viajar por vacaciones en tu línea aérea de preferencia. Ahorraste un tiempo largo y pudiste juntar los pesos para financiarte ese gusto. Claro que, para no consumirte todo el presupuesto en el pasaje de ida y vuelta, viajas en economy

Vas a llegar al mismo lugar y al mismo tiempo que quienes pagaron business o primera, aunque con menos espacio y algunas restricciones. Al momento de la cena o el almuerzo, mientras los que habitan la parte delantera del avión reciben un menú con distintas opciones, para vos, que habitás detrás de la cortina de las comodidades, la elección se reduce notablemente.

Con su habitual cortesía la tripulación de cabina propone simplemente: ¿pasta o pollo? Eso es todo lo que hay para elegir. Los argentinos hace años que viajamos, políticamente hablando, en una aeronave exclusivamente para clase turista. La famosa grieta no es otra cosa que la simplificación de la oferta de la gastronomía electoral a dos propuestas. 

Esa es la dieta de los últimos años. Así, aunque estés cansado de la repetición, terminas con los cubiertos de plástico lidiando con los ravioles o la pechuga. Al menos los últimos dos viajes (temporadas 2015 y 2019) fueron en esas condiciones. ¿Y ahora? ¿Existe la posibilidad de pensar en alguna variante aún dentro de la misma aerolínea? ¿Existirá una compañía distinta que ofrezca a precios accesibles un servicio alternativo? Por lo pronto la primera respuesta es que para un país low cost se impone lo fácil, rápido y barato: chicken or pasta eterno. 

Elecciones 2023: tiempo de definiciones

Al menos en la pretensión de algunos de los chefs. A cuatro meses del cierre de lista y de cara a las PASO, los que prefieren lo de siempre procuran mantener el centro de la escena. Son más histriónicos y la simplicidad de su mensaje los ayuda en el marketing. No hay mucho que explicar. Han encontrado el modo de sugestionar a muchos pasajeros con el argumento de que existe una estricta y única relación entre el servicio de catering y las posibilidades de llegar sano a destino. Aunque el dilema no parezca sensato luce verosímil para unos cuantos. O conveniente. 

En estas condiciones parece muy difícil establecer otras estrategias, descartadas inmediatamente por tibias. Los que procuran explicar que existen formas de mejorar la experiencia de volar suenan muy técnicos y requieren de un tiempo para sus explicaciones mayor al que muchos espectadores están dispuestos a conceder. 

A cuatro meses del cierre de lista y de cara a las PASO, los que prefieren lo de siempre procuran mantener el centro de la escena
A cuatro meses del cierre de lista y de cara a las PASO, los que prefieren lo de siempre procuran mantener el centro de la escena

No se puede destinar la misma atención a #GranHermano (veintidós puntos de rating) que a las explicaciones de programas y planes de gobierno. Al final del día la grieta y las disputas resultan divertidas. Discusiones, gritos, acusaciones, ofensas y reconciliaciones emparentan más a los halcones de la política con las desventuras de Alfa y Romina. 

Allí están los "expertos" para asegurar que los contenidos cargados de dramatismo narrativo pueden más que los análisis y los argumentos. Claro que a juzgar por los resultados de las últimas administraciones cabría preguntarse acerca del verdadero rol de los dirigentes. 

En busca de pilotos expertos y las mejores condiciones técnicas

¿Se trata solo de llamar la atención, generar polémicas y controversias y canalizar las broncas circundantes? En todo caso: ¿qué queda para el día posterior a la votación cuando la coalición electoral ganadora se convierte en gobierno y el efectismo pierde protagonismo frente a la necesidad de la eficacia? No es la pretensión de esta columna hacer una apología del aburrimiento. 

Pertenezco a una generación que vio consagrarse a un presidente bajo la publicidad que enaltecía un atributo negativo: "dicen que soy aburrido". Y lo era, además de ineficaz. Quizás se trate precisamente de sacar la discusión del eje "divertido-aburrido" porque la política refiere al poder, la capacidad de gestionar conflictos y convivir combinando intereses diversos. Que una campaña apele a emociones es absolutamente comprensible; sucede en todas las democracias del mundo.

Lo que resulta menos asimilable es la ajenidad del modo electoral con las razones y la sustentabilidad de las medidas que deben adoptarse en caso de ganar. En algunos ámbitos suele celebrarse como una sentencia ingeniosa que "un gobierno es aquello que sucede entre dos elecciones". 

El simpático cinismo de la frase no alcanza para ocultar que esa concepción tiene consecuencias poco generosas para los que depositan su voto de confianza en las urnas. A punto de embarcar con destino a las presidenciales es bueno recordar que todos deseamos antes de volar -además de la calidad del servicio a bordo,- contar con pilotos expertos y las mejores condiciones técnicas de la aeronave para llegar a destino sanos y salvos procurando evitar en lo posible las turbulencias. Resulta muy desagradable estar la mayor parte del tiempo con los cinturones ajustados. 

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