¿Es posible saber si tengo razón?

Distintos tipos de formas de análisis nos pueden ayudar a saber si estoy en lo cierto
Por Martina Stutz Dohmen
SALUD - 14 de Octubre, 2016

Las personas somos seres con capacidad de aprendizaje. Desde chicos incorporamos información que nos permite desenvolvernos, crecer, madurar y desarrollar nuestros saberes y pensamientos.Existen una gran variedad de fuentes de aprendizaje. Cuando somos chicos los padres resultan nuestra única fuente y los encargados de enseñar e instalar las primeras afirmaciones y conceptos. En la medida en que crecemos estos roles de trasmisores de conocimiento se multiplican y aparecen: los maestros, los amigos y hasta cualquier vecino al que le demos la oportunidad de hablar.Llega el momento en el que aprendemos a leer y las fuentes de información se transforman en interminables.Es aquí cuando se produce una situación que nos coloca en un nuevo escenario: La diversidad de opiniones. Posiblemente, hasta entonces limitados a escuchar a pocas personas especulábamos que cada afirmación era una verdad.Producto de esta diversidad de opiniones y por la nueva posibilidad que se genera, de escuchar afirmaciones opuestas frente a un mismo hecho, se comienza a comprender que toda afirmación NO es una verdad.Pero, para aquel entonces es posible que en nuestra cabeza,se hayan instalado miles de afirmaciones, las que hemos repetido y defendido. Es posible también, que en algún momento de esta etapa, hayamos actuado como divulgadores haciendo que otras personas tomen nuestras afirmaciones como verdades.¿Cómo hacemos ahora para saber cuál es la afirmación correcta? Para abordar este dilema el primer paso obligado es entender que consideramos que es la verdad.Durante siglos se especuló con la verdad. ¿Existe la verdad? ¿Existen varias verdades?¿Es la verdad dependiente del sujeto?La última pregunta es uno de los puntos que más dificultan para entender a la verdad como única e irrefutable.La subjetividad intenta explicar que las personas son las que interpretan las cuestiones y por lo tanto todos hablamos desde un lugar condicionado. Hecho fáctico, pero bajo ese concepto resulta difícil el aprendizaje y hasta poco interesante tener cualquier tipo de conversación.En ciertas circunstancias de la vida puede que el componente subjetivo nos limite, pero en muchos otros no. Es decir, si todos considerásemos que las situaciones tienen un componente subjetivo a tal punto que no hay una verdad, las discusiones dejarían de tener sentido. Las investigaciones deberían haber sido dejado de lado y como consecuencia el mundo no hubiera evolucionado hasta donde estamos en la actualidad.Esta es la razón que nos permite concluir, que las verdades si existen más allá de las subjetividades de quien las interpreta.Hay ciertas situaciones que nos facilitan llegar a estas verdades y son las que se puede reproducir. Veámoslo con un ejemplo, cuando alguien afirma algo que paso hace cientos de años solo contamos como fuente de información algún texto o la referencia que se ha trasmitido de boca en boca. Llegar a entender que había de verdad detrás de ello resulta difícil y posiblemente nunca lleguemos a una afirmación con sustento.Pero, resulta distinto cuando nos enfrentamos situaciones que permiten replicar el hecho. Si queremos comprobar que un auto puede andar a 250 km por hora solo hace falta un vehículo, un velocímetro y una recta.Este es el punto de partida hacia la verdad, ya que lo verdadero o certero se puede aceptar cuando tiene carácter predictivo. Es decir, si uno plantea una hipótesis, busca contrastarla y constantemente acierta, es probable que estemos frente a un conocimiento verdadero.A lo largo de la historia de la humanidad se pueden encontrar muy pocas hipótesis comprobadascon probabilidad de acierto alto que luego hayan sido refutadas. Cuando estas situaciones dogmáticas han sido contrastadas, generalmente es porqueel método de comprobación era falso o el porcentaje de acierto no se acercaba al 99 %.Por lo tanto, se puede concluir que las verdades se pueden establecer siempre y cuando la probabilidad de acierto en la predicción sea superior al 99 % en una evaluación correctamente formulada.Aceptadas las verdades y dejando detrás nuestra explicación nos damos cuenta de que hay formas o caminos para arribar a las verdades. El razonamiento surge así como uno de ellos.A través de métodos racionales deductivos es probable que lleguemos más rápido, que si lo hacemos estrictamente desde la intuición.Es importante destacar, que todas las personas tenemos momento en los cuales hablamos razonando, entendiendo, justificando lo que sostenemos y momentos en los que utilizamos casi exclusivamente la intuición.Pero las hipótesis que llegan al 99 % de acierto son las que fueron establecidas utilizando un tipo de pensamiento racional y no intuitivo. Este punto no es menor,ya nos permite establecer que la verdad es comprobable en situaciones de carácter predictivo y que la razón funciona como el método para llegar al acierto cercano al 99%. Por tal motivo podemos afirmar, que el razonamiento es el camino hacia la verdad.Por Ignacio Aladro

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