El encuentro futbolístico entre Estudiantes de La Plata y Boca se vio eclipsado por un episodio dramático que suscitó preocupación tanto en la cancha como entre los espectadores. Javier Altamirano, destacado jugador chileno del equipo local, sufrió una crisis convulsiva que requirió su inmediato traslado en ambulancia, generando un clima de consternación palpable entre sus compañeros y el público asistente. Posteriormente se informó que los resultados de la tomografía no arrojaron hallazgos negativos, si bien Altamirano permanecerá bajo observación en terapia intensiva en el Instituto Médico Platense.

Las crisis epilépticas, como la experimentada por Altamirano, pueden ser desencadenadas por diversas condiciones neurológicas, médicas o relacionadas con tratamientos específicos. Es importante destacar que la epilepsia puede manifestarse de manera independiente o coexistir con otras patologías, sin necesariamente existir una relación causal directa.

Es relevante señalar que los episodios de alteración súbita de la conciencia, acompañados de movimientos involuntarios de brazos o piernas, así como pérdida de postura y caídas, pueden estar asociados a una disminución brusca del flujo sanguíneo cerebral. Esta condición, conocida como síncope, comparte similitudes en su presentación clínica con las crisis epilépticas primarias, independientemente de su origen.

El doctor Norberto Debbag (M.N. 51.320), cardiólogo y especialista en deportología, destaca la diversidad de causas que pueden desencadenar convulsiones, entre ellas, la presencia de tumores, traumatismos craneales o arritmias cardíacas. En este sentido, subraya la importancia de discernir el contexto en el que se producen estos episodios, ya sea si el desmayo precede a las convulsiones o si estas ocurren simultáneamente.

Por su parte, el cardiólogo Hernán Provera (M.N. 112.732) ofrece una perspectiva detallada sobre las arritmias cardíacas, categorizándolas en auriculares y ventriculares, siendo la fibrilación auricular una de las más frecuentes a nivel mundial. Provera explica que el tratamiento de estas arritmias puede implicar técnicas como la ablación por catéter, mediante la cual se genera una cicatriz en el tejido cardíaco para interrumpir los impulsos eléctricos anómalos y restablecer el ritmo cardíaco normal.

¿Qué es el síncope y por qué se produce?

El síncope se define como una pérdida transitoria de la conciencia provocada por una disminución temporal del flujo sanguíneo cerebral. Entre los tipos más comunes de síncope se encuentran el vasovagal y el cardiogénico.

El síncope vasovagal, comúnmente denominado lipotimia, ocurre debido a una alteración en los mecanismos de regulación de la presión arterial y la frecuencia cardíaca. Una brusca disminución de la presión arterial, acompañada o no de una ralentización del ritmo cardíaco, puede desencadenar la pérdida de conocimiento.

Previo al desmayo, los individuos afectados suelen experimentar síntomas como malestar, mareos, visión borrosa y sensación de desvanecimiento, acompañados a menudo de sudor frío. Es característico que durante el episodio los pacientes presenten palidez notable. En algunos casos, los síncopes vasovagales pueden manifestarse con movimientos convulsivos de brazos y piernas, lo que puede confundirse con una crisis epiléptica.

Escenas de dramatismo se vivieron en La Plata por la salud de Javier Altamirano

Por otro lado, los síncopes de origen cardíaco tienen lugar cuando el corazón, debido a una enfermedad subyacente como una arritmia o una disfunción valvular, no logra bombear suficiente sangre al cerebro en un momento dado, lo que resulta en la pérdida de conciencia del paciente.

Es importante distinguir este tipo de síncopes, ya que su prolongación puede representar un riesgo para la vida del individuo afectado.