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Mitos y verdades de la Vitamina C, clave para mantener una buena salud

Se trata de un nutriente esencial para nuestro cuerpo por diferentes cuestiones: no solo sostiene al sistema inmunológico, sino que va más allá
Por J.M.
27/08/2025 - 17:40hs
Mitos y verdades de la Vitamina C, clave para mantener una buena salud

En los últimos años, ha crecido la conciencia sobre la importancia de una alimentación saludable y el impacto directo que tiene en nuestro bienestar. Cada vez más personas buscan nutrir su cuerpo de forma consciente, lo que ha puesto a la nutrición en el centro del debate público. Sin embargo, en medio de esta ola de información, también surgen numerosos mitos y verdades que pueden confundirnos. Uno de los temas más nombrados y a la vez rodeados de falsas creencias es el de las vitaminas, y en particular, el de la vitamina C.

Este micronutriente esencial es mucho más que un simple aliado contra el resfriado. Su papel en el cuerpo va más allá del sistema inmunológico, participando en procesos cruciales para la salud. Para entender sus verdaderos beneficios y desmentir los mitos más comunes, un artículo de Harvard Health Publishing analizó en profundidad las propiedades de esta vitamina.

Qué hace la Vitamina C en el cuerpo

La vitamina C es mucho más que un simple refuerzo para el sistema inmunológico. Entre sus múltiples funciones, cumple un rol vital en la producción de colágeno, una proteína esencial para mantener la salud de la piel, los tendones, los ligamentos y los vasos sanguíneos. También es clave en la cicatrización de heridas, la formación de tejido conectivo y el fortalecimiento de los huesos, el cartílago y los dientes. Además, mejora la capacidad del cuerpo para absorber el hierro de los alimentos de origen vegetal, lo que es vital para prevenir la anemia.

Uno de sus roles más importantes es su función como un potente antioxidante. La vitamina C neutraliza los radicales libres, que son moléculas inestables que pueden dañar las células y contribuir al envejecimiento y a enfermedades crónicas como el cáncer y las enfermedades cardíacas. También está implicada en la producción de neurotransmisores, que son cruciales para la comunicación entre las células nerviosas.

Mitos y verdades sobre la vitamina C

Si bien la vitamina C es un nutriente fundamental, no todos los beneficios que se le atribuyen están respaldados por la ciencia. La clave está en distinguir lo que es un hecho de lo que es un mito.

  • Mito: Previene los resfriados. La idea de que la vitamina C puede prevenir los resfriados se popularizó en la década de 1970, pero la investigación ha demostrado que esto es en gran parte un mito. Aunque tomar vitamina C regularmente no parece reducir las posibilidades de contraer un resfriado, algunas evidencias sugieren que podría acortar ligeramente la duración de los síntomas o reducir su gravedad. Para la mayoría de las personas, una dieta equilibrada con la cantidad diaria recomendada es suficiente para mantener un sistema inmunológico sano sin recurrir a suplementos de alta dosis.
  • Verdad: Apoya la función inmune. Como antioxidante, la vitamina C apoya al sistema inmunológico al proteger las células del daño de los radicales libres y mejorar las defensas naturales del cuerpo.
  • Mito y verdad: Reduce el riesgo de enfermedades cardíacas. La relación entre la vitamina C y la salud del corazón no es del todo clara. Algunos estudios observacionales sugieren que una mayor ingesta de vitamina C, especialmente a través de frutas y verduras, podría estar asociada con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares. Sin embargo, los ensayos clínicos que han probado suplementos de vitamina C no han demostrado beneficios consistentes en la prevención de enfermedades cardíacas. Por lo tanto, no existe una recomendación específica para tomar dosis extra de vitamina C para la salud cardiovascular.
  • Verdad: Podría beneficiar la salud ocular y cerebral. La vitamina C es uno de los componentes de suplementos dietéticos que han demostrado ser efectivos para prevenir la progresión de la degeneración macular relacionada con la edad (AMD). Además, una mayor ingesta dietética de vitamina C está vinculada a un menor riesgo de cataratas, aunque los resultados con suplementos han sido mixtos. Como antioxidante clave, también ayuda a ralentizar el estrés oxidativo que contribuye a enfermedades crónicas como la artritis y las afecciones neurodegenerativas.
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Uno de los roles más importantes de la Vitamina C es su función como un potente antioxidante

¿Cuánta vitamina C se necesita y dónde encontrarla?

El cuerpo humano no puede producir vitamina C por sí mismo, por lo que es fundamental obtenerla a través de la dieta o suplementos. La cantidad diaria necesaria varía según la edad, el sexo y el estilo de vida. Sin embargo, tomar una cantidad excesiva (más de 2000 mg por día) puede causar efectos secundarios desagradables, como diarrea, náuseas y calambres estomacales. En casos raros, dosis muy altas pueden contribuir a la formación de cálculos renales.

La buena noticia es que es muy fácil obtener la cantidad necesaria de vitamina C a través de una dieta equilibrada, ya que está presente en una gran variedad de alimentos:

  • Frutas: Naranjas, pomelos, limones, frutillas, arándanos, kiwi, mango, piña y melón.
  • Verduras: Brócoli, col de Bruselas, coliflor, pimientos verdes y rojos, espinaca y papas.

Para maximizar la ingesta de vitamina C, es importante recordar que su contenido es más alto en frutas y verduras frescas y crudas. Cocinarlas, especialmente hirviéndolas, puede reducir sus niveles. La mejor opción para preservar los nutrientes es cocinarlas al vapor o en el microondas.

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