Uno de los ejercicios más comunes para entrenar: esconde más beneficios de los imaginados
Las sentadillas se han convertido en uno de los ejercicios más populares en cualquier rutina de entrenamiento, y por una buena razón. Aunque se les asocia principalmente con el fortalecimiento de las piernas y los glúteos, su impacto en el cuerpo va mucho más allá. Según especialistas en salud y evidencia científica, este movimiento fundamental trae beneficios que abarcan la salud general y mejoran la calidad de vida.
Más allá del trabajo muscular en la parte inferior del cuerpo, las sentadillas ofrecen una serie de ventajas menos conocidas que las convierten en un ejercicio integral y muy completo. Aquí te contamos los beneficios que probablemente no sabías que este simple movimiento puede darte.
Cinco beneficios inesperados de las sentadillas
Cómo hacer sentadillas: la técnica correcta y precauciones
Para aprovechar al máximo estos beneficios y evitar lesiones, es fundamental realizar las sentadillas con la técnica adecuada. El movimiento debe iniciar con los pies separados a la altura de las caderas, el pecho erguido y las manos juntas. Luego, se debe bajar las caderas hacia atrás como si se fuera a sentar en una silla, manteniendo las rodillas separadas y descendiendo hasta que los muslos queden paralelos al suelo.
Es clave no inclinar el tronco en exceso ni redondear la espalda baja, ya que esto puede generar problemas en la columna. Antes de usar peso, es recomendable dominar el movimiento con el peso corporal. Si tienes problemas en las rodillas o la espalda, o sufres de alguna condición como osteoartritis, es aconsejable consultar con un fisioterapeuta antes de incorporar este ejercicio a tu rutina.