Quién cobra un seguro de vida y cómo se activa: lo que pasa si no hay herederos
Tener un seguro de vida es fundamental para proteger a la familia ante el lamentable fallecimiento de un miembro, en especial si es el sostén familiar. Sin embargo, es importante comprender que la persona que lo cobra puede variar, según lo establecido en la póliza.
Desde iProfesional te contamos a quienes le corresponde cobrar un seguro de vida, cómo se activa y qué pasa si no hay beneficiarios.
Quién cobra el seguro de vida y qué pasa si no hay beneficiarios
El beneficiario es la persona designada expresamente por el asegurado en la póliza. Puede ser un familiar, un cónyuge, un hijo, un socio comercial o incluso alguien sin parentesco. El tomador, es decir, la persona que contrata el seguro, tiene derecho a cambiar los beneficiarios en cualquier momento, salvo que se trate de una designación irrevocable.
Si existe un beneficiario designado, será él quien cobre el monto asegurado una vez ocurrido el siniestro, siempre que cumpla con los requisitos y presente la documentación correspondiente.
En nuestro país, si el asegurado no designó beneficiarios o estos fallecieron antes que él, la indemnización pasa a integrar su herencia. Es decir que, en este caso, según lo establecido por la Ley del Contrato del Seguro, serán los herederos legales los que cobren la indemnización, y pasará a formar parte de la masa hereditaria.
Según el orden establecido por la ley, la disposición que se tiene que seguir para el cobro por parte de los herederos legales, si no hay un beneficiario establecido en el contrato, es el siguiente:
- Descendientes: hijos de una única o diferentes parejas, naturales o adoptados
- Ascendientes: padres
- Cónyuge
- Hermanos del asegurado
Asimismo, si ninguno de los anteriores puede cobrarlo, serán los nombrados en el testamento, si es que lo hubiera, los que reciban la indemnización pactada. Sin embargo, en este caso, al no haber un beneficiario designado ni reglas para su selección, el capital pasará a formar parte del patrimonio del fallecido, por lo que se incluiría en su inventario de bienes.
Cuáles son los factores que determinan cuánto paga la aseguradora por un seguro de vida
La prima y la aceptación del riesgo dependen de variables técnicas que las empresas usan para fijar precio. Entre ellas se encuentran:
- Edad: a mayor edad, mayor prima
- Estado de salud y antecedentes médicos: enfermedades crónicas suelen encarecer o generar exclusiones
- Ocupación y riesgos laborales: trabajos peligrosos implican recargos o exclusiones
- Monto asegurado y tipo de póliza: los seguros con ahorro o renta tienen condiciones distintas a los de riesgo puro
- Cláusulas contractuales: períodos de carencia, exclusiones (por ejemplo, suicidio en ciertos plazos) y franquicias
Cabe mencionar que, en muchos casos, las aseguradoras piden historiales médicos e incluso estudios médicos complementarios para determinar el otorgamiento del seguro.
Cómo se activa la póliza de un seguro de vida
Para que el seguro de vida se haga efectivo, el beneficiario tiene que denunciar el siniestro ante la aseguradora dentro del plazo fijado en el contrato, el cual va de 3 a 5 días hábiles. Los documentos habituales que se solicitan son:
- Partida de defunción del asegurado
- Documento Nacional de Identidad (DNI) del asegurado y del beneficiario
- Formulario de denuncia del siniestro provisto por la aseguradora
- Informes médicos o certificados que acrediten la causa del fallecimiento
Una vez que se presentó el total de la documentación, la aseguradora cuenta con un plazo legal para expedirse y, en caso de aprobar la cobertura, pagar la indemnización.
Asimismo, es importante mencionar que la gestión y el traslado de pensiones o seguros, luego del fallecimiento de un beneficiario, implican consideraciones legales y fiscales, las cuales varían según el caso específico.
Es fundamental conocer la persona que figura como beneficiario en el contrato de seguro de vida, para determinar la forma en que estos bienes serán traspasados. A pesar de la complejidad y la variedad de escenarios posibles, comprender estos mecanismos le permite a los herederos y beneficiarios atravesar el proceso con mayor facilidad y asegurar que los deseos del fallecido se cumplen de forma adecuada.