La Sociedad Argentina de Pediatría, en alerta por la caída histórica en la vacunación

La salud infantil en Argentina enfrenta una de sus peores crisis sanitarias en décadas. La Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) ha emitido una contundente alerta sobre el derrumbe de las coberturas de vacunación a nivel nacional, una caída que ya se considera histórica y que pone en riesgo la inmunidad de la población. Tras analizar datos oficiales del Ministerio de Salud de la Nación y el Observatorio de la Infancia y Adolescencia, la entidad manifestó su "preocupación máxima" por la reaparición de enfermedades graves que se creían bajo control o erradicadas.

La gravedad de la situación se ve reflejada en el lamentable regreso de casos fatales de enfermedades inmunoprevenibles. La SAP recordó que en los últimos meses ya se registraron siete muertes por coqueluche (tos convulsa), una patología que impacta fuertemente en los grupos etarios más vulnerables. Las bajas coberturas han descendido a niveles críticos que comprometen la inmunidad colectiva, habilitando el resurgimiento de estas patologías.

El foco de esta crisis sanitaria se concentra especialmente en los bebés menores de 18 meses, el grupo que presenta la mayor proporción de hospitalizaciones y fallecimientos por causas evitables. Esta población es la más sensible a la baja en la vacunación, requiriendo una acción urgente y focalizada por parte de las autoridades para revertir esta tendencia y restaurar la confianza y el acceso al Calendario Nacional de Vacunación.

La voz de los expertos subraya la precariedad del escenario actual. El sanitarista y emergentólogo Eduardo Arellano, director de RCP Argentina, alertó que el país se encuentra en un "escenario de fragilidad inmunológica colectiva", donde las cifras actuales no solo comprometen la salud de cada individuo, sino la salud pública en su conjunto.

La preocupación se centra en el riesgo de que patologías que requieren altas tasas de vacunación (superiores al 95%) para mantener la inmunidad de rebaño, vuelvan a circular activamente. La coqueluche, con sus siete muertes recientes, es la primera señal tangible y trágica de esta fragilidad.

"Argentina pasó de tener uno de los calendarios más completos del mundo, con 19 vacunas gratuitas y obligatorias, a enfrentar brotes activos y el retorno de enfermedades que se creían erradicadas", aseguró.

La baja en la aplicación de las dosis tiene un impacto directo en la mortalidad infantil evitable. Los lactantes, que reciben su esquema de vacunación primaria en ese primer año y medio de vida, necesitan la protección de la inmunidad colectiva para mantenerse a salvo de contagios, especialmente en un contexto donde el acceso y la promoción de la vacunación se han debilitado drásticamente.

Los factores detrás del derrumbe en las coberturas de vacunación

El análisis de la SAP y los especialistas como Arellano vincularon directamente el colapso en las coberturas a decisiones políticas y estructurales tomadas en los últimos dos años, señalando el desmantelamiento del área de inmunizaciones del Ministerio de Salud.

Entre los factores identificados que llevaron a esta situación de emergencia, se destacan:

• Desmantelamiento de programas territoriales: Se eliminaron programas esenciales de vacunación que aseguraban el acceso a las dosis en áreas de difícil alcance o en poblaciones vulnerables, donde la vacunación activa en terreno era clave.
• Despidos masivos de personal esencial: Se reportó el despido de 2.600 trabajadores que cumplían funciones esenciales en el sistema de salud pública. Este personal incluía equipos de vacunación, profesionales de salud sexual y equipos de control prenatal, desarticulando la red que históricamente sostuvo el calendario nacional.
• Falta de nuevas compras: Se advierte que las dosis de vacunas aplicadas en los últimos meses corresponden, en gran medida, a partidas que fueron adquiridas durante la gestión anterior. La falta de una planificación y compra de nuevas dosis a tiempo pone en riesgo la continuidad del suministro de vacunas gratuitas y obligatorias.

El sistema de inmunizaciones argentino, que históricamente fue un modelo a seguir a nivel global con un robusto calendario de 19 vacunas, hoy enfrenta el desafío de reconstruir la confianza pública, garantizar el stock permanente y, fundamentalmente, reactivar los equipos y programas territoriales que son esenciales para alcanzar los niveles de cobertura necesarios que aseguren la inmunidad de la población.