"Chau Nokia, hola Samsung": el trono del "rey" de los celulares cambia de dueño
Samsung destronó por primera vez a Nokia del liderazgo mundial como fabricante de teléfonos móviles, durante el primer trimestre del año.
La empresa finlandesa ocupaba este puesto desde 1998, pero el crecimiento de los teléfonos “inteligentes” (“smartphones”) y los problemas de la firma escandinava, para adaptarse a los cambios, fueron las causas de su descenso.
La consultora Strategy Analytics confirmó la tendencia: Samsung vendió, entre enero y marzo, 93,5 millones de móviles frente a los 82,7 millones de Nokia.
Apple se quedó en tercer lugar con 35 millones de iPhone vendidos, un 9,5% del mercado mundial.
¿Qué pasa en el segmento de los teléfonos inteligentes? Samsung colocó 44 millones de unidades en los tres primeros meses, más del triple que Nokia, que sólo comercializó 11,9 millones de equipos.
Para la marca asiática, se trató de un inolvidable abril, porque este mes se conocieron sus resultados récord: duplicó sus beneficios entre enero y marzo hasta los 5.150 millones de dólares y los triplicó en su división de aparatos móviles.
En cambio, para Nokia, fue un “valle de sombras”: en ese período anunció unos resultados desastrosos, con más de 1.500 millones de euros de pérdidas y una caída en ventas del 29 por ciento.
¿Por qué crece Samsung? Por su línea de teléfonos Galaxy, basados en Android, el sistema operativo de Google. Los productos de esta submarca fueron los únicos con capacidad de enfrentar al iPhone de Apple.
Por ejemplo, un ejemplar del Galaxy, el Note, es un híbrido de teléfono móvil y una tableta, con una pantalla de 5,3 pulgadas. Ese aparato casi inclasificable vendió cinco millones de unidades en solo cinco meses.
Para reforzar esta imagen avasallante, Samsung se apresta para anunciar el jueves 3 de mayo en Londres el teléfono móvil Galaxy S III.
Para Nokia, el panorama es oscuro: sus “smartphones”, basados en Windows Phone, no arrancaron con la rapidez que la empresa necesita para salir del pozo.
Así lo ilustra este dato: dos millones de teléfonos Lumia vendidos en el primer trimestre, poco para compensar la caída que sufre en sus móviles de gama intermedia.
Los ingresos de Nokia en China disminuyero un 65% en los tres últimos meses, vendiendo solo 9 millones de móviles frente a los 24 millones del año pasado.
La marca europea se ve rodeada por el avance conjunto de los equipos con Android y de Apple. Los primeros son más baratos e igual de funcionales y los segundos, con seguidores más fieles y gastadores.
Se supone que Samsung no tendrá un dominio tan extenso como el de Nokia, debido a la competencia de Apple, que este año presentará el esperado iPhone 5, y el crecimiento de fabricantes chinos como Huawei y ZTE, con teléfonos potentes y baratos.
El ojo de la industria está en los teléfonos inteligentes que, junto a las tabletas, serán los segmentos con mayor crecimiento.
Según la consultora IDC, este año se venderán 660 millones de “smartphones” en el mundo, un 33% más que el año pasado, casi el doble que computadoras.
Un reinado declinanteEn abril de 1998, Nokia destronaba a Motorola como líder de la telefonía móvil. Casi una década y media después, le pasa lo propio a manos de Samsung. Y este abril, la marca escandinava advirtió a los inversores que los dos primeros trimestres serán negativos.
Según analistas del banco de inversiones Morgan Stanley, “Nokia no logrará su objetivo de vender 37 millones de Lumia durante el presente año”. Y esto impacta en su valoración.
A comienzos del actual siglo, Nokia valía 300.000 millones de euros en Bolsa, el doble que el presupuesto nacional de Finlandia. Hoy, sólo 12.000 millones de euros, mientras que Apple está en los 460.000 millones de euros.
Otro símbolo del declive: la compañía finlandesa que paga más en impuesto de sociedades no es Nokia, como antaño, sino una empresa de ascensores, Kone, y la energética Fortum.
Quizás, una manera de comparar la debacle de Nokia sea contrastarla con la evolución de un recién llegado al mercado, como Apple, que recién ingresó en 2007 al negocio teléfono con un solo equipo, el iPhone, del cual sólo hay variantes mínimas de diseño desde hace cinco años a esta parte.
En cambio, Nokia tuvo durante muchos años la idea de tener un catálogo vasto de productos, con teléfonos de todas las gamas, para todos los públicos. Haga la prueba y enumere la cantidad de modelos de la empresa europea que conoce o, incluso, uso y compárelo con el iPhone.
El error de la estrategia del gigante escandinavo se registra en este dato: en el año 2007 tenía el 63% de cuota de mercado de “smartphones”, mientras que hoy roza el 11 por ciento.
El revulsivo que fue la contratación de Stephen Elop, un canadiense y ex ejecutivo de Microsoft, no alcanzó para revertir la tendencia: en el año y medio bajo su dirección, las acciones de la compañía cayeron desde 8,20 euros a 3,10.
Las ventas netas se redujeron un 29% respecto del primer trimestre del año pasado, hasta los 7.354 millones de euros. La pérdida operativa de la multinacional finlandesa asciende a 1.340 millones, frente a los 439 millones de ganancia que logró el año anterior.
Entre enero y marzo, Nokia vendió 82,7 millones de teléfonos móviles en todo el mundo, un 24% menos que en el mismo trimestre de 2011, lo que ha provocado que la facturación de su división de dispositivos y servicios cayera un 40% hasta los 4.246 millones de euros.
Las ventas de “smartphones” se llevan la peor parte: disminuyeron un 51 % hasta los 11,9 millones de unidades. El año anterior había colocado 24,2 millones de unidades.
Incluso no funciona la división de teléfonos básicos. Las 70,8 millones de unidades vendidas representan una baja del 16%. Los teléfonos asiáticos le “comieron” buena parte de su cuota de mercado en los países emergentes.
Elop justificó los resultados en un comunicado alegando que la compañía se encuentra en plena transición hacia Windows Phone. “En el último año hemos avanzado en nuestra nueva estrategia, pero nos hemos enfrentado a desafíos competitivos mayores de lo esperado”, dijo.
Mientras tanto, y parecido a los ministros de Economía de países europeos en estos tiempos, el ejecutivo canadiense anunció que estudia realizar nuevos recortes para reducir los costos operativos, que se sumarán a las medidas puestas en marcha en 2011, con las que pretende ahorrar 1.000 millones de euros anuales.