Sharp teme por su futuro ante la crisis del sector en Japón
La fabricante japonesa de televisores Sharp advirtió el jueves que podría no tener capacidad de sobrevivir por sus propios medios, al casi duplicar su previsión de pérdidas netas anuales a unos 5.600 millones de dólares, y dijo que estudia aliarse con otras compañías.
En un comunicado, citado por la agencia Reuters, la empresa dijo que ha registrado pérdidas masivas en el segundo trimestre y que ve "un grave flujo de caja operativo negativo".
"Esto plantea serias dudas sobre (nuestra capacidad) para continuar", dijo la compañía, que agregó que está tomando medidas como recortes de salarios y ventas de activos hasta jubilaciones voluntarias, para generar flujo de caja.
Sharp lleva meses negociando con Hon Hai Precision Industry sobre la posibilidad de que el grupo con sede en Taiwán se convierta en su mayor accionista.
La empresa dijo que esperaba un acuerdo en ese tema antes de un plazo final de marzo, aunque añadió que también considera otras alianzas.
"Quizá no quebrará este año pero no creo que Sharp tenga un negocio viable en los próximos 3 a 5 años", expresó Tetsuro Ii, presidente ejecutivo de Commons Asset Management en Tokio.
"La compañía no tiene mucho tiempo más y debe recortar los negocios que pueda, conservar fondos y (...) producir algo que realmente sea competitivo", agregó.
El presidente ejecutivo de Sharp, Takashi Okuda, aseguró a la prensa: "tenemos mucha tecnología buena y queremos usar ese activo para revivir y ganar dinero pero no puedo afirmar que ahora seamos una compañía con esa vitalidad".
Sharp, que produce los televisores Aquos, casi duplicó su previsión de pérdidas netas de todo el año a 450.000 millones de yenes (5.630 millones de dólares) tras asumir un cargo de reestructuración de 1.100 millones de dólares en julio-septiembre.
A nivel operativo, prevé un resultado negativo de 155.000 millones de yenes. Pero señaló que obtendría una ganancia operativa en el segundo semestre en curso, permitiendo que los bancos justifiquen un rescate por 4.600 millones de dólares.