"Ciberstalking": cómo hacer la vida imposible a otro
Llamadas incesantes desde un número oculto, envío en masa de correos electrónicos, mensajes continuos en redes sociales… Si sufre este "acecho" en línea es víctima del “ciberstalking”, un fenómeno creciente en el que se refugian venganzas de ex parejas u obsesiones con famosos.
Basado en Internet, el acoso de toda la vida dio en los últimos año el salto a las nuevas formas de comunicarnos, especialmente con las redes sociales, donde la identidad real de una persona puede camuflarse para perseguir virtualmente a otra persona hasta llegar a amedrentarla.
Desde el Grupo de Delitos Telemáticos (GDT) de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil española explicaron a la agencia Efe que este delito se incrementó en los últimos años sobre todo entre exparejas, que "machacan" al otro y se aprovechan de todo lo que saben de la víctima para acosarla.
Pero donde el ciberstalking ha surgido con más fuerza, advierten desde esta unidad especializada, es entre los personajes públicos, especialmente entre actrices, cantantes o periodistas con las que se obsesionan fanáticos que no dudan en "asediarlas" por las redes sociales hasta el punto de que algunas se ven obligadas a cerrar temporalmente su Twitter.
No es necesario llegar a este extremo, dice la Guardia Civil, que da unas pautas para enfrentarse a este acecho. Como regla de oro, recomiendan no contestar a ninguna mención del acosador, pues lo que busca es ese intercambio y después bloquear ese perfil, correo electrónico o móvil.
"Si la conducta no cesa hay que denunciar", dejan en claro los investigadores que recuerdan que las estrategias para dar con la persona que está detrás de ese acoso no es excesivamente compleja.
Atajar estas conductas sigue siendo para Twitter uno de sus mayores retos. Tras diez años de vida, el gigante del "microblogging" anunció hace dos meses nuevas medidas contra el acoso.
Ahora es posible ya que un usuario pueda silenciar tuits que contengan determinadas palabras, a aquellos que tengan como foto de usuario el avatar de Twitter (el llamado "huevo") o a perfiles que no lleven asociado un número de teléfono verificado o una cuenta de correo electrónico.