Espectro, espectro, espectro. Fue la demanda que se escuchó ayer de parte de las principales operadoras de telecomunicaciones casi como si estuviesen emulando el “libertad, libertad, libertad” del himno nacional argentino.

Y la mayor disponibilidad de espectro para 4G está virtualmente trunca luego de que se estancara en Diputados la ley corta de telecomunicaciones. El vicejefe de Gabinete, Andrés Ibarra, sostuvo que la vía del decreto no se descarta para liberar lo que hoy está en poder de Arsat y que las compañías reclamaron en el marco de un encuentro regional sobre telecomunicaciones.

“Estamos rediseñando la estrategia sobre del espectro. Es el primer objetivo. No descarto que se vaya a un decreto y que avancemos igualmente con la ley en otros temas. Y si el camino legislativo sigue se incorporará lo de contenidos”, dijo a iProfesional, Andrés Ibarra. El funcionario inauguró junto con Michel O'Hara, CMO de la GSMA, la conferencia Mobile 360 Series que se realiza desde este martes y hasta el jueves en la Usina del Arte para abordar los principales temas vinculados con el desarrollo de las telecomunicaciones en América latina.

La posibilidad de avanzar en un DNU para liberar esas frecuencias fue un anticipo de iProfesional, y casi una costumbre que tomó este Gobierno desde que asumió en diciembre de 2015. Cada fin de año el sector es “sorprendido” por un nuevo decreto que introduce cambios en la regulación. Este año no sería la excepción.

Sucede que, en abril pasado, el Poder Ejecutivo envió al Senado el proyecto de “ley corta” de telecomunicaciones tendiente a acelerar inversiones en el sector. El texto logró la aprobación en la Cámara alta pero no logró avanzar en Diputados. Y ni siquiera parece haber habido suficiente voluntad para colarla en las sesiones extraordinarias del Congreso a las que convocó el presidente Mauricio Macri el pasado fin de semana.

Uno de los puntos más importantes de ese texto -y el que terminó frenando su continuidad en la comisión de Comunicaciones e Informática de Diputados- fue, justamente, el del espectro, que también es reclamado por algunas provincias que poseen una operadora de telecomunicaciones. Y el recurso que más reclaman tanto las grandes empresas de telecomunicaciones como las pyme del sector que lo demandan para participar del negocio móvil, del que aún están excluidas.

“Habrá decreto para espectro, salvo que acordemos políticamente. Pero hay muchas variables que juegan”, admitió Ibarra. La vía de un DNU para que las frecuencias en poder de Arsat puedan disponibilizarse para el sector privado pareciera ser la única posible por ahora, porque el vicejefe de Gabinete no da más detalles sobre a qué otra vía podría recurrirse para lograr ese objetivo.

Porque si hubieron dificultades para avanzar con la ley en Diputados tampoco pareciera ser sencillo, en el actual contexto, que la comisión bicameral de control de DNU y legislación delegada le dé el visto bueno a ese eventual decreto. De todos modos, esa vía está en el mapa de alternativas oficial.

Lo que sí dejó en claro Ibarra es que “no queremos que se mezcle esta ley (la corta) con la de medios, pero sí que se aproveche algún concepto que también habría que acordar”, agregó el funcionario, quien otra vez evitó dar más detalles.

Durante las discusiones que se dieron en el Congreso por la ley corta de telecomunicaciones, diversos referentes reclamaron sobre la falta de claridad respecto al tema de los contenidos y a la necesidad de ir más profundamente en ese sentido para no generar otra asimetría en el sector.

“Acá está la conveniencia y la necesidad de despliegue. Hay un objetivo de despliegue y también fiscal respecto del espectro. En función de eso tomaremos las decisiones”, añadió el vicejefe de Gabinete.

Y mientras Ibarra dialogaba con iProfesional, en el auditorio de la Usina del Arte, Carlos Moltini, CEO de Telecom, y Julio Carlos Porras, CEO de Claro Argentina, Paraguay y Uruguay, coincidieron e insistieron en la necesidad de tener más frecuencias. Otra vez, espectro, espectro, espectro fue la palabra que más se escuchó en ese lugar.

“Hay que ver cómo resolver el nuevo CAP (en inglés, tope de espectro) para repartir el espectro disponible que tiene que ir para el mercado”, enfatizó Moltini en la mesa que compartió, además, con Juan Pablo Calvo, CEO de Nuevatel Bolivia, y Jaime Palermo, gerente general de ICE Costa Rica.

Y en un sentido similar se expresó Porras, de Claro, quien señaló que tras haber alcanzado una cobertura de más de 60% de red 4G en la Argentina “el tráfico sigue creciendo, pero el problema sigue siendo el espectro. Ya hay una necesidades importantes de capacidad, hay saturación, hay una demanda insatisfecha por tema de espectro. Si queremos realmente tener el éxito que se tuvo una vez adjudicado el espectro con ese ritmo y ese alcance se va a tener que definir un plan C de adjudicación de más espectro, especialmente por el plan que mostró el Gobierno hoy donde el uso del celular se va a potenciar”.

Previo a ello, y durante su discurso, Ibarra aseguró que “estamos en un proceso orientado “a acelerar inversiones con las empresas de telecomunicaciones para que a finales de 2019 que el 90% de la población tenga acceso a las redes 4G”. Esto implica que se adelanten despliegues en localidades pequeñas, incluidas las de menos de 500 habitantes, cuyo cronograma contemplaba su alcance a partir de 2020.

Sin topes

Espectro, espectro, espectro. Comenzó a sonar como un mantra. Y fue el propio Moltini quien insistió en que debe modificarse el tope, que hoy en la Argentina es de 140 mhz y que, hace un año y medio atrás, antes de que se eliminara el Ministerio de Comunicaciones, se había previsto que ese límite se extendiera hasta los 180 mhz.

“Hay que modificarlo a 180 mhz”, dijo Moltini a iProfesional. Pero fue aún más lejos, cuando aseguró: “Me parece un sinsentido tenerlo pisado en un límite bajo. Debe permitirse la disponibilidad del recurso entre los tres operadores y dar lugar a un cuarto operador en modalidad regional”.

La eliminación del tope de espectro fue, históricamente, un reclamo de Telefónica. Ese techo se modificó durante la gestión de Mauricio Macri pero aun así no llega a satisfacer las recomendaciones que realizan organismos internacionales especializados en el tema como la Unión Internacional de las Telecomunicaciones (UIT) y el área respectiva de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), a la que el Gobierno pretende ingresar.

“Quiero que el espectro se disponibilice. Soy partidario de que no exista tope. Porque pensar en subir el tope de espectro a 180 mhz es sólo en función de 4G. El límite genera presión”, insistió.

Espectro, espectro, espectro. Sonó casi como un grito de libertad. Y hasta como un mantra. Porque también fue el tema que tocó la propia GSMA de América latina a través de su director general, Sebastián Cabello. “Un país que se guarda el espectro está cometiendo un pecado mortal”, disparó durante la presentación del informe sobre La Economía Móvil en América latina y el Caribe.

Si bien se refería a situaciones coincidentes que suceden en diversos países de América latina, la afirmación se ajustaba perfectamente a la situación de la Argentina. Y aunque el Gobierno no se está guardando el espectro no está encontrando aún la manera de liberarlo rápidamente para que el mercado lo tome, lo pague e invierta más aceleradamente.

“El espectro tiene que ofrecerse de acuerdo a los mejores usos para la sociedad. Hoy la sociedad demanda conectividad. Y el espectro que se guarda es dinero que el Estado no recibe, inversiones que no se realizan y usuarios sin mejores servicios”, concluyó.