Más de 1.000 dólares es la cifra media que pedirían los usuarios de Facebook de los Estados Unidos por dejar la red social durante un año. Así lo constata un estudio publicado esta semana en la revista académica Plos One realizado por investigadores de centros universitarios como Kenyon College, Michigan State, Susquehanna University y Tufts.

Para llevarlo a cabo, se ha determinado la cantidad mínima que la gente pediría por abandonar la plataforma creada por Mark Zuckerberg, teniendo en cuenta que el acceso a ella es gratuito y que, por lo tanto, todo se centra en un aspecto emocional.

Aunque muchos usuarios coincidieron en renunciar a Facebook durante cortos periodos de tiempo por pequeñas cantidades de dinero –como, por ejemplo, 1,84 dólares por una hora, 15,73 por tres días o 38,83 por una semana– al incrementar el periodo a un año, la cantidad pedida por los 1.143 participantes del estudio se multiplicó y varió enormemente. Según ABC News, los resultados muestran que las personas propensas a usar la red social, actualizando sus estados o invitando a amigos a eventos, piden más dinero.

“La gente duda en dejar las redes sociales por varias razones. Y es que son una manera de sentirse conectado a la comunidad y de sentir el apoyo y la validación de compañeros”, explicó Neha Chaudhary, psiquiatra de niños y adolescentes en el Massachusetts General Hospital y en el Harvard Medical School.

Chaudhary añadió que las recompensas imprevisibles, como podrían ser un “me gusta” o un comentario en una fotografía colgada en la red social, a veces se pueden volver tan emocionantes que pueden llegar a crear un hábito.

Maria Santiago-Erickson, una madre estadounidense primeriza, explicó que ha encontrado una fuente de apoyo desde que nació su bebé: Facebook. “Todo el mundo se ayuda y da consejos para criar a los hijos”, apuntó Santiago-Erickson de los grupos de madres que ha encontrado en la red social.

Para esta madre, la plataforma también ha significado una manera de estar en contacto con su familia en Puerto Rico. Sin embargo, según Santiago-Erickson, el uso de Facebook a veces conlleva un poco de culpa cuando se distrae y se pierde momentos íntimos con su bebé.

Acabar con estos malos hábitos que vinculan a plataformas como Facebook, Twitter o Instagram puede aportar beneficios como un menos riesgo de depresión y ansiedad o un mayor descanso. “Muchos adolescentes me han contado que se sienten menos ansiosos cuando no usan las redes sociales”, afirmó Chaudhary.