Retenciones con daño colateral: empresas de software ya prevén menos inversiones

Mientras los países bajan carga impositiva al sector tecnológico, la Argentina la sube. Uruguay ya tiene arancel cero. Empleo e inversiones, en riesgo
Por Andrea Catalano
08/01/2019 - 05,33hs
Retenciones con daño colateral: empresas de software ya prevén menos inversiones

Una muy mala señal que no atraerá nuevas inversiones y que, además, puede cortar la generación de empleo. Son las dos conclusiones a los que llega el sector del software luego de que el Gobierno decidiera poner en marcha de manera efectiva las retenciones a las exportaciones de servicios informáticos.

La industria del software generó exportaciones por unos u$s1.700 millones en 2017, y la previsión era superar la barrera de los u$s2.000 millones en 2018, de acuerdo con datos de la Cámara de Empresas de Software y Servicios Informáticos (CESSI). Se trata de uno de los ámbitos productivos que más dólares le genera al país, luego del campo y de la industria automotriz. Y de los que más empleo calificado demanda.

Quebrar la barrera de los u$s2.000 millones era la estimación de la entidad hasta el primer semestre del año pasado, puesto que las ventas continuaban con indicadores hacia arriba. La recesión del segundo semestre aún no ha sido suficientemente mensurada y de ahí que no haya certezas sobre si se alcanzó el objetivo planteado o no.

A partir de la implementación de las retenciones, el Estado recaudará de u$s180 a u$s200 millones en el año. “Aplicar este impuesto es una señal nada buena para la inversión”, dijo a iProfesional Aníbal Carmona, presidente de la CESSI.

Pero aun en medio del malestar, en el sector se percibió una reacción de relativa calma ante el decreto inevitable. Claro, no los sorprendió porque la medida se veía venir desde septiembre.

Y aunque hay molestia, también hay cautela pues la expectativa es que, en marzo próximo, ingrese al Congreso el proyecto de ley de Economía del Conocimiento, un texto que es continuador de la promoción del software que se instituyó en 2005 y que se propone como superador.

Sucede que esta iniciativa incluye, además del software y los servicios informáticos, a la industria audiovisual, la biotecnología, los servicios geológicos, la investigación y el desarrollo experimental, la nanotecnología, el sector aeroespacial y satelital, la inteligencia artificial, la robótica, la Internet de las cosas y todas aquellas áreas vinculadas con la industria 4.0.

La aplicación de las retenciones por un lado, y la supuesta intención oficial de impulsar esta norma, que fue presentada a finales de diciembre por el propio presidente Mauricio Macri, parecen un contrasentido. Esta iniciativa, que contempla bajar la carga tributaria de los aportes patronales de manera significativa y otros mecanismos para promover la reiniversión, se choca con el 12% de los derechos a la exportación ahora vigentes.

La medida nos sorprendió en septiembre. Y fue un desconcierto porque está a contramano de lo que quiere el Gobierno. Del decreto se rescata que serán exceptuadas de este impuesto aquellas empresas que facturen menos de u$s600.000 al año y que representan el 65% del sector. Es un buen mínimo no imponible”, expresó Carmona.

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