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Empresas celebran el DNU por espectro pero las inversiones aún no están garantizadas

De la disponibilidad de espectro vendrán futuras nuevas inversiones. El decreto debe pasar ahora por la Bicameral. Dispar recepción entre las empresas
22/01/2019 - 06:41hs
Empresas celebran el DNU por espectro pero las inversiones aún no están garantizadas

Al final no fue Papá Noel. Fueron los Reyes Magos con un poco de delay. El Gobierno publicó en el Boletín Oficial el DNU con el que el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) toma el control de las frecuencias de Arsat y fijó, así, uno de los principales temas sobre el que girará la agenda de las telecomunicaciones para 2019: el espectro.

Y el atajo elegido –y ya anticipado- fue recibido, en principio, de buen grado, por las empresas de telecomunicaciones, especialmente por las más pequeñas, inclusive por las cooperativas, que tendrán la posibilidad de participar de las futuras licitaciones de estas frecuencias, por primera vez en la historia de este mercado.

El espectro mueve las inversiones de este sector que se alejan cada vez más de las expectativas que tenía este Gobierno cuando asumió. Si allá por 2015 y 2016 las inversiones del sector oscilaban entre los u$s2.000 millones y los u$s2.500 millones por año, y se pretendía alcanzar un nivel de u$s5.000 millones a medida que se fuera avanzando generando nuevas medidas de incentivo de cara al mercado, esa cifra no es más que una expresión de deseo. Un deseo que los Reyes Magos no han sido capaces de promover.

Desde la Cámara de Empresas de Telefonía IP (CATIP), que nuclea a las operadoras independientes, Franco Cecchini, su presidente, dijo que “el DNU de hoy es una muestra clara de un paso adelante para el desarrollo de redes de alta velocidad para todos los Argentinos. Sólo la competencia permite que los usuarios se liberen del grillete del oligopolio actual”.

Para el ejecutivo “liberar las fuerzas de todos los emprendedores argentinos con ganas de invertir y competir por los maltratados usuarios es una decisión inteligente que cambiará para mucho mejor la calidad y nivel de servicio de telecomunicaciones de nuestro país”.

CACPY, en tanto, que nuclea a las cableoperadoras pyme, también se mostró a favor de este DNU. Desde este sector también pretenden ingresar al negocio móvil por alguna vía alternativa.

Claro, Personal y Movistar mostraron una postura optimista generalizada respecto de la decisión, aunque las tres coincidieron, aún pese a sus diferencias, en que se encuentran analizando la letra chica del DNU en cuestión.

“Nos encontramos analizando en detalle las implicancias del DNU. Sin perjuicio, valoramos positivamente las medidas que impliquen nuevos ofrecimientos de espectro al mercado, teniendo en cuenta que las eventuales asignaciones no deben ser efectuadas con un fin meramente recaudatorio o fiscal, sino para priorizar un desarrollo del servicio que implique beneficios para la población”, señalaron desde Telecom.

No a cualquier precio

La llegada de los Reyes Magos es celebrada. Pero ninguna empresa parece estar dispuesta a comprar espectro a cualquier precio. Menos en tiempos donde todavía no hay certeza sobre cómo será la evolución del país en este año y, por ende, del bolsillo de los usuarios que pagan los servicios de telecomunicaciones. Básicamente porque las inversiones en redes se duplicaron en pesos por la devaluación mientras la facturación, en dólares, se redujo a la mitad, por la misma situación.

Telecom hizo esa advertencia. Como ya la habían hecho las tres prestadoras a finales de 2018 cuando, en el marco del Mobile 360 que la GSMA organizó en la Usina del Arte, reclamaron espectro nuevamente aunque advirtieron esa demanda no sería a cualquier precio.

En ese mismo encuentro, el vicejefe de Gabinete y secretario de Modernización, Andrés Ibarra, había admitido que disponer de espectro tenía un objetivo fiscal (recaudar). Una vez más: las prestadoras quieren espectro pero estarán muy atentas a los valores que se pidan en ese momento.

La diferencia con licitaciones futuras respecto a las anteriores es que la compulsa por las bandas, que son para dar servicios móviles 3G y 4G, no se reducirá a Movistar y Claro, sino que se ampliará a las empresas más pequeñas interesadas en hacerse de alguna porción de espectro a nivel local o regional.

Y la otra duda que abre este DNU es cómo se abordará la devolución de los 80 mhz de espectro de parte de Telecom, que supera el tope vigente, producto del proceso de fusión con Cablevisión, cuya operación se aprobó, justamente, a cambio de retornar al Estado ese excedente.

En diciembre, la compañía de telecomunicaciones más grande de la Argentina también expresó que habría que ver cómo resolver el tope de espectro (CAP, por su sigla en inglés). Tiene hasta finales de este 2019 para devolver ese recurso.

De modo que el regalo de los Reyes Magos, en líneas generales, fue bien recibido. Pero todos se tomarán su tiempo para probarse la letra chica y evaluar su conveniencia. Gran parte de las inversiones del sector para este año dependerán de cómo se avance en estos puntos. El espectro moverá la agenda de este mercado que mueve el 2,7% del PBI argentino.

De ahí que el Gobierno tiene la necesidad de recaudar por la vía de la adjudicación del espectro pero, más importante aún, generar las condiciones para generar inversiones en nuevos despliegues de red.

La construcción de infraestructura no sólo es costosa sino que debe ser continua, y es el argumento básico en el que se amparan las grandes empresas para advertir que no estarán dispuestas a pagar cualquier monto por esas bandas de 3G y 4G.

El DNU anunciado

La decisión de optar por un DNU respondió a la imposibilidad que tuvo el Gobierno de avanzar con la llamada “ley corta” de telecomunicaciones en el Congreso cuyo objetivo es acelerar inversiones en el sector. En ese texto, que sólo tuvo la aprobación del Senado, se contemplaba la gestión del espectro de Arsat por parte del Ejecutivo aunque como no prosperó, ese aspecto se abordó por esta vía. Y este año se necesitan inversiones. De ahí la movida de los Reyes Magos.

La Argentina viene retrasada en los porcentajes de espectro del que deben disponer las empresas para responder a las nuevas demandas de los usuarios y a las exigencias del mundo y la economía digital.

El país tiene entregados 390 mhz de espectro, cuando para 2015 la Unión Internacional de las Telecomunicaciones (UIT) aconsejaba tener adjudicados 500 mhz, nivel que se duplica hasta los 1000 mhz de cara a 2020. Se está a un tercio prácticamente del ideal planteado.

Tener más espectro es como ampliar una autopista donde cada operador tiene un carril para llevar su tráfico. Todas quieren tener al menos uno más para gestionar mejor ese volumen, amparadas en las recomendaciones de los organismos internacionales. Ampliar esa autopista, la cantidad de carriles es la tarea del Estado.

En los argumentos para avanzar con el DNU 58/2019 para liberar esas frecuencias en poder de Arsat que hasta ahora, no son más que un recurso útil inutilizado (si se permite la expresión) el Ejecutivo expresó que el objetivo es mejorar la calidad de las telecomunicaciones, razón por la que es “necesario maximizar la utilización de los recursos radioeléctricos destinados a la prestación de servicios de telecomunicaciones mediante esquemas flexibles y dinámicos”. Y argumenta que el tráfico de datos móviles se duplica cada año.

Los balances de las empresas suelen dar cuenta de ello. El tráfico de datos aumenta a razón de un 50% de manera interanual. El móvil como dispositivo de acceso a internet para entretenerse, trabajar, comunicarse, estudiar, arreglar una cita, efectuar una transacción financiera, es el responsable de ese comportamiento.

El decreto en cuestión establece que será el Enacom, a cargo de Silvana Giudice, quien “asignará en forma directa a la Empresa Argentina de Soluciones Satelitales Sociedad Anónima AR-SAT las frecuencias que requiera para el cumplimiento de sus fines”.

Y agrega que con el objetivo de generar competencia esa participación se abrirá a actores que, hasta ahora, no han tenido la posibilidad de participar de actos para adjudicar espectro, como operadores independientes y cooperativas de telecomunicaciones. A ese grupo se le reservará una cuota no menor al 20% del espectro que se disponibilizará en breve, si la Comisión Bicameral que entiende en el tema así lo aprueba.

La Bicameral tiene 10 días para reunirse a partir de este lunes en que el DNU se publicó en el Boletín Oficial. Claro que en el medio habrá que ver si se logra quorum, si están de acuerdo, si hay observaciones, si… Del eventual visto bueno, o no, dependerán gran parte de las inversiones de telecomunicaciones.