Pregúntele a cualquier persona en la calle si tiene en ese momento una computadora conectada a Internet. Seguramente le contestará que debiera buscarla en su casa u oficina, asociando la consulta con una computadora de escritorio o portátil.

La realidad es que el smartphone o teléfono móvil inteligente es una poderosa computadora con conexión permanente a Internet, con capacidades que en muchos casos supera a la de nuestra computadora tradicional. Inteligencia artificial y geoposicionamiento son algunas de las prestaciones diferenciales que posee el mal llamado móvil.

Una limitación es el tamaño de la pantalla, pero se estará resolviendo prontamente con el advenimiento de pantallas plegables. De todas formas, los smartphones más modernos ya permiten conectarse a monitores de cualquier tipo de manera sencilla.

Pero pronto se dará una gran re-evolución que se gestó en Europa.

Los países europeos decidieron en 1968 unirse para formar la unión aduanera, llamada Unión Europea. En 2003 crearon el proyecto Galileo, un sistema de geolocalización alternativo al americano GPS y al ruso Glonass, poniéndose en órbita los primeros satélites operacionales en 2011.

Es una plataforma de geolocalización desarrollada y gestionada íntegramente por organismos europeos, asegurando así la independencia de la región y mejorando enormemente los servicios actuales de posicionamiento. El sistema estará completamente operativo entre éste y el próximo año.

Este nuevo sistema global de geoposicionamiento tendrá una exactitud de centímetros (cuando los sistemas actuales lo hacen en metros), cuando se trate de determinar en qué lugar de la Tierra nos encontramos. Además, permitirá mantenerlo activo en grandes ciudades, cuando los edificios dificultan normalmente la recepción de señales satelitales de los sistemas actuales.

La última gran mejora del nuevo sistema es que, por primera vez, se podrá reportar una emergencia desde cualquier punto de la Tierra y con precisión de centímetros como ya se ha dicho.

Esto es posible ya que el sistema es de doble vía: no sólo envía, sino que también recibe señales. Esto permitirá que por ejemplo un velero en emergencia en medio del océano (y sin posibilidad de emitir señales de auxilio por línea celular o radio, o sea sin conexión a ninguna red terrestre), reporte inmediatamente su localización a través del mismo sistema satelital un pedido de auxilio a un centro de desastres.

Esta mejora sustantiva en la precisión para ubicar un móvil podrá mejorar aún más con el advenimiento de las nuevas redes 5G, las cuales comenzarán a ser una realidad a partir del año entrante.

La telefonía 5G no sólo significará mayor velocidad de transferencia de datos y acortar enormemente los tiempos de conexión de las redes, sino también mejorarán la posibilidad de triangular la posición de un móvil con las antenas de las compañías móviles.

Hoy las antenas que nos dan servicio móvil cubren varios centenares de metros o kilómetros, pero para esta nueva tecnología 5G se instalarán antenas mucho más próximas entre sí que en la actualidad. Esto redundará en una triangulación mucho más precisa, pues al ser distancias menores (entre otros factores técnicos) la ubicación del móvil tendrá un error mucho menor.

La combinación del geoposicionamiento que nos brindará 5G con el nuevo sistema GALILEO redundará en mayor precisión durante más tiempo de uso de nuestro móvil.

Por lo tanto, nuestros mal llamados móviles o smartphones podrán saber su ubicación (e informarla) con altísima precisión en forma prácticamente permanente en cualquier punto de la Tierra.

¿Cuál es entonces la re-evolución que esto significa para el móvil? Esto será una revolución digital, que pondrá a disposición una plataforma con gigantescas posibilidades de nuevos negocios que serán desarrollados con nuevos contenidos y aplicaciones que aprovecharán este nuevo gran salto tecnológico. Imaginemos las aplicaciones y servicios que se podrán brindar a partir de tener semejante precisión. Algunos ejemplos:

Podremos saber sin dudar si estamos circulando en un carril lento o rápido de una autopista, con lo cual podría establecerse un servicio virtual que cobre diferenciadamente según la densidad de tráfico que por la que estemos dispuestos a conducir.

Caminar por una ciudad permitirá no sólo ubicarnos con gran precisión en cuanto al lugar y sentido en que circulamos, sino que se podrán ofrecer productos y servicios de acuerdo con el trayecto que estamos recorriendo.

Por supuesto que tanto el sistema Galileo como el 5G serán indispensables para la movilidad autónoma (medios de transporte como el automóvil sin conductor) no sólo para brindar comunicación segura con y entre los vehículos sino también para asegurar una navegación precisa y sin errores de ubicación.

Por último, no sólo los móviles se beneficiarán con estas tecnologías. El renombrado Internet of Things -IOT- o Internet de las Cosas no es más que dispositivos de todo tipo que necesitan una red avanzada de comunicación como 5G, sino que en muchos de los casos dependen de que sean ubicados geográficamente.

Resumiendo, esta re-evolución de equipos y tecnología significa un reto a la creatividad del ser humano, ya que son enormes las posibilidades que brinda para desarrollar nuevas aplicaciones que mejorarán la calidad de vida en las próximas décadas.