Este 2 de abril Google se despide para siempre de un servicio que no tuvo la aceptación esperada: Google+.

También hará lo propio con Inbox, una aplicación de gestión de correo para el celular, y con Allo, una efímera plataforma de mensajería que pasó desapercibida por los usuarios. Cabe recordar que Google+ nació en 2011 como un gran proyecto de la compañía en el momento en el que las redes sociales estaban en su máximo auge. 

Google necesitaba competir contra Facebook y Twitter y quedarse con esa porción de los datos de usuario que esas compañías ya empezaban a explotar comercialmente con publicidad. Pero no pudo ser.

Crónica de una muerte anunciada 

Según analistas, parte del fracaso obedece a que llegó un par de años tarde, mientras que Google no le dio el empuje suficiente en un momento crítico. Esto ayudó a que sea un fracaso casi inmediato desde su lanzamiento. 

Tras muy pocas semanas, la red social empezó a estar plagada de usuarios fantasma sin nuevas publicaciones y sólo algunos medios de comunicación la utilizaban asiduamente por las ventajas de posicionamiento que eso ofrecía en el buscador de Google. Pero nada más que eso. 

Google+ fue rediseñada para que más usuarios pasen por esta red social. Así, se obligó a los usuarios de YouTube a tener un usuario activo en ella para poder interactuar con los videos, el chat de Hangouts se integró también con la red social, pero nada alcanzó para mantenerla a flote. 

Google se rindió definitivamente en abril de 2018, cuando se descubrió una grave falla de seguridad que permitió acceder a los datos personales de más de medio millón de usuarios.

Tras corregir el fallo, Google hizo la noticia pública: en un año, Google+ dejaría de existir. Y hoy está cumpliendo.