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Mientras Uruguay picó en punta en 5G, Argentina define en estos días sobre frecuencias de ARSAT y un plan de espectro a futuro

Las redes 5G aún no son una prioridad para la administración central. Pero se evalúan bandas. Habrá decisiones más inmediatas sobre bandas 4G. Lo que viene
15/04/2019 - 05:05hs
Mientras Uruguay picó en punta en 5G, Argentina define en estos días sobre frecuencias de ARSAT y un plan de espectro a futuro

Uruguay anunció la semana pasada el lanzamiento de su red 5G que comenzará a estar operativa en un mes. Se convirtió en el primer país de América latina en lanzarla. En la Argentina habrá que seguir esperando. En los próximos días se enviará al vicejefe de Gabinete, Andrés Ibarra, la propuesta para avanzar en las futuras decisiones vinculadas con el espectro, básicamente 4G. Recién en 2021 el país podría tener su avanzada inicial con 5G, pensada básicamente para la economía digital y la producción.

Desde hace más de 10 años Uruguay viene desarrollando una misma política orientada al desarrollo de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC), que inició con el Plan Ceibal mediante el cual otorgó a cada chico de la escuela primaria una computadora.

Luego, y a través de Antel, la compañía estatal y monopólica, logró que más del 90% de la población tuviera internet con tecnología de fibra óptica. Hoy más del 70% de los usuarios de internet posee accesos con velocidades por encima de los 10 mb.

Hoy, esa misma empresa es la que encara el desarrollo de 5G, que comenzará a estar activa en un mes en La Barra y en Colonia, los dos principales puntos turísticos del país. Las redes 5G están orientadas a favorecer al aparato productivo, más que a los usuarios. Prometen altas velocidades de transferencia de datos, de ahí que se perfile como la red para la Internet de las Cosas (IoT). "Hablarán" los objetos, las máquinas entre sí, sea para dar información sobre la actividad en el campo, en el mundo bursátil, en el tráfico de las ciudades vía vehículos autónomos, entre tantas otras prestaciones aún no imaginadas hoy. Esa es su premisa principal. Estará por encima de los usos para las personas.

La Argentina, en tanto, ahora comenzará a trabajar de manera concreta en la materia. "En los próximos días se presentará al vicejefe de Gabinete, Andrés Ibarra, el trabajo que en marzo terminó Blue Note", confirmó a iProfesional, el secretario de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, Héctor Huici.

Blue Note fue la consultora contratada por el ex Ministerio de Modernización para hacer una propuesta sobre el Plan Nacional de Espectro, una deuda pendiente de las sucesivas administraciones nacionales, incluida la actual.

El trabajo que se elevará en los próximos días a Ibarra contendría parte de lo que efectuó la consultora, no todo lo expresado en el documento, de acuerdo a lo indicado por fuentes del sector consultadas. Hay quienes sostienen que, más allá del documento elaborado por Blue Note, en el Gobierno tendrían su propia hoja de ruta.

¿Qué tendrá esa propuesta?

-De acuerdo a lo que pudo saber iProfesional, ese trabajo evalúa las necesidades de espectro para el corto plazo, básicamente tener claro qué bandas están disponibles para satisfacer las necesidades de este insumo para futuras inversiones, quiénes son sus ocupantes actuales y a dónde se los podría mudar.

-Se trata de las frecuencias 2,3-2.4 y 1,5 que en el mundo se están utilizando para 4G pero acá tienen otros usos, básicamente servicios fijos o móviles por satélite.

-Otro aspecto que se incluirá será un cronograma de espectro con lo disponible en la actualidad y lo que se podría sumar hacia adelante. Es decir, con este tipo de bandas mencionadas y con las que puedan liberarse a futuro.

-También se incluirán recomendaciones vinculadas con 5G a fin de determinar, también más adelante, qué frecuencias se van a utilizar en la Argentina.

-Finalmente, habría algún tipo de orientación respecto de los eventuales precios a los que podrían ofrecerse esas frecuencias, más allá de los mecanismos que se elijan en su momento.

En otras palabras, el documento contendrá cuestiones relativas a bandas disponibles para 4G, reatribuciones y mudanzas, consideraciones para 5G, y precios.

En guardia

Como se advierte, 5G no es la urgencia. Aún así, ¿cuáles podrían ser las frecuencias que la Argentina podría utilizar en el futuro para esta tecnología?

En principio la de 3,5 que muchos países ya la eligieron para 5G y sobre la que existen diversos procesos de licitación. En la Argentina esas bandas fueron distribuidas en la década del 90, durante la gestión del ex secretario de Comunicaciones, Germán Kammerath, como parte del proceso de apertura y desarrollo del mercado de las telecomunicaciones imperante en aquel tiempo.

Claro, Telecom, Telefónica, DATCO y DirecTV son los tenedores de esas frecuencias aunque en la actualidad continúa están atribuidas para servicios fijos. Para avanzar con su uso para 5G el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) debería encarar un proceso de reasignación de frecuencias, tarea que ya conoce. Fue el que realizó hace dos años con las bandas de 2,5 de las que se hizo Cablevisión cuando compró Skyonline, Netizen, Trixco, Callbi e Infotel para ingresar al negocio de la telefonía móvil. Todo previo a la fusión con Telecom.

De modo que si el trabajo llega a manos de Ibarra en los próximos días y, en el mejor de los escenarios, se pone manos a la obra de manera inmediata, el proceso para 5G demandará su tiempo. Primero habrá que tomar definiciones finales sobre frecuencias y, luego y recién ahí, se iniciará el proceso de licitación. De no mediar conflictos y tensiones en el medio las redes 5G comenzarían a ser realidad en la Argentina recién en 2021.

"En materia de infraestructura se requiere continuar esfuerzos que homologuen la reglamentación local para permitir el despliegue de redes inalámbricas con mayor densidad. La alta penetración de tecnologías móviles en Argentina debe ser habilitadora de actividades productivas y desarrollo social que representen mejoras a partir de la incorporación de la conectividad y aplicaciones más avanzadas", dijo José Otero, director de 5G Americas, en relación a la situación de la Argentina sobre regulación de telecomunicaciones.

La necesidad de reglas claras y transparentes es lo que en las últimas décadas reclamó y reclama la industria. En los últimos tiempos, las principales compañías del país, Movistar, Claro y Telecom, pidieron por más espectro para responder a las crecientes demandas de los usuarios. La última licitación de frecuencias se efectuó en diciembre de 2014 para las redes 4G. Fue el penúltimo país de la región en iniciar ese proceso, sólo antes que Venezuela.

¿Y mientras tanto?

Mientras tanto vendrán nuevas decisiones en materia de 4G, aseguró una de las fuentes consultadas.

Hacia finales de este mes podría haber novedades con el espectro de ARSAT, el mismo sobre el que el Gobierno se expidió mediante un DNU para que vuelva al Estado y, así, ponerlo a disposición del mercado.

Si bien el DNU fue rechazado en febrero por la Bicameral a cargo del seguimiento de los Decretos de Necesidad y Urgencia, como ninguna de las cámaras se ha expedido, a favor o en contra, continúa vigente. Es decir, el Gobierno podría tomar alguna determinación respecto de él. Es lo que se espera para finales de este mes.

Esto sucede cuando el sector de las telecomunicaciones está virtualmente detenido. Las inversiones de parte de las grandes compañías se mantienen en los montos anunciados uno o dos años atrás, y lo que más expectativa genera por estos tiempos es el inicio pleno de la convergencia, el 1° de julio próximo, y el lanzamiento del Operador Móvil Virtual (OMV) de CATEL, en agosto, de la mano de Telefónica.

En el medio queda espacio para los esfuerzos que están realizando las pyme del sector como el lanzamiento de la Red Capricornio, este lunes, en Misiones, que permitirá a las provincias del litoral y noreste argentino tener una salida interoceánica por Brasil, más cercana que la de Las Toninas, en Buenos Aires, y por ende, más barata desde el punto de vista de los costos del transporte.

Fuera de estos casos mencionados, no hay nada más. De ahí que cobre relevancia lo que sucederá con el trabajo que finalizó Blue Note, la consultora contratada en 2018 por el Gobierno para definir el postergado Plan Nacional de Espectro, el documento que reciba Ibarra y las decisiones que tome esta administración sobre el espectro de ARSAT.

Con un recuerdo final: cuando esta administración, el 30 de diciembre de 2016, emitió el decreto 1340 con el que introdujo varias modificaciones en las regulaciones del mercado de telecomunicaciones, expresó en el artículo 4° inciso a que el Enacom, "en un plazo no mayor a seis meses a partir de la publicación del presente, llamará a Concurso Público Nacional e Internacional para la asignación de nuevas bandas de frecuencias para la prestación de servicios de comunicaciones móviles, conforme las atribuciones al servicio según las recomendaciones de la Unión Internacional de las Telecomunicaciones (UIT) para maximizar e incrementar los recursos radioeléctricos destinados a los mismos".

Ese llamado aún está en espera. Ya pasaron dos años. Y si las cosas comenzaran a ponerse en marcha, seguramente pasará algún tiempo más. Para el 4G y para el 5G.

"Reglas claras y transparencia son elementos esenciales para el desarrollo de cualquier mercado de telecomunicaciones. Argentina precisa asignar mayor cantidad de espectro a todos los actores del mercado. Para que este proceso tenga un impacto positivo en el mercado y fomente la inversión no debe discriminar a los operadores actuales o cualquier otro interesado en ofrecer servicios móviles. Por esta razón, es necesario establecer un cronograma que identifique los bloques de frecuencias y tiempos estimados de su asignación, incluida la re-atribución de servicios para bloques de frecuencias que anteriormente no eran consideradas para la oferta de servicio móvil", concluyó José Otero, de 5G Americas.

Uruguay ya lo hizo.

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