La mayoría de los "smartwatches" son usados como una segunda pantalla, un complemento al teléfono móvil que permite echar un vistazo a notificaciones y usar funciones básicas sin tener que sacar el teléfono.

IBM quiere dejar esto atrás con una idea que en el papel luce bien, pero que en la práctica no se sabe si sería muy práctico. Por el momento es eso, una idea a través de una patente recién otorgada a IBM, la cual muestra cómo un "smartwatch" podría ampliar el tamaño de su pantalla hasta tener un panel del tamaño de un teléfono móvil e incluso de una tableta.

La patente, que fue solicitada en 2016, muestra un reloj inteligente con una pantalla principal casi sin marcos. La caja del reloj sería más gruesa que lo habitual, ya que abajo de la pantalla habría cuatro compartimentos que servirían para almacenar paneles adicionales que se añadirían a la pantalla principal.

Cada compartimento tendría capacidad para guardar hasta dos paneles, con lo que en total se tendrían hasta ocho paneles, contando el de la pantalla principal. Si se desea ampliar el tamaño de la pantalla, sólo se necesitaría sacar uno de los paneles y montarlo sobre la pantalla del reloj, para así ir aumentando su tamaño.

La patente de IBM menciona que al ampliar la pantalla la interfaz se adaptaría para mostrar más contenido. Aquí habría dos tamaños establecidos: uno de cuatro paneles, que sería un tamaño de un "smartphone" de cuatro pulgadas de ancho por seis de alto; y si usáramos los ocho paneles tendríamos un tamaño "tableta" de 8 x 6 pulgadas.

A pesar de todo esto, IBM no especifica en la patente cómo sería el sistema de acoplamiento de cada panel, la conexión o la energía. Tampoco de habla de resoluciones o si el sistema sería automático o tendríamos que hacerlo todo de forma manual. En caso de que fuera manual ya nos imaginamos el caos tras perder uno de los paneles.

El documento tampoco profundiza en la experiencia de usuario, sólo menciona que podría contar con un par de altavoces y hasta conexión para ratón y teclado inalámbricos. De hecho, se detallan algunos aspectos de uso para las aplicaciones y widgets, así como su ajuste de tamaño, pero nada de detalles técnicos.

Es apenas una patente, la cual nació en 2016 y se aprobó en junio, por lo que nada garantiza que se haga realidad en algún momento. Al menos como idea es atractiva.