Thiago Lapp tiene 13 años y viajó a la ciudad estadounidense de New York con un sueño: jugar en el Mundial de Fortnite, el encuentro mundial más importante del año de videojuegos.

El adolsecente consiguió el quinto puesto en la categoría individual, lo que lo llevó a ganar un premio de 900 mil dólares. Lapp, quien representó a la Argentina, nació en la ciudad de Tigre, en el norte del Gran Buenos Aires, tiene la edad mínima necesaria para participar de la competencia y juega bajo el apodo de "k1nG".

En mayo se había confirmado su participación en el Mundial y en las últimas horas había utilizado sus redes sociales para transmitir su ansiedad, pero también su optimismo.

"¿Hoy y mañana se hace historia?", se había preguntado en Twitter. "En el Mundial van a ver cómo juego en serio, no como siempre", escribió un minuto después, mostrándose confiado para lo que sería su actuación del sábado y el domingo. Además de haber logrado la quinta posición en forma individual, el sábado había competido en la categoría de dúos.

Jugando junto a otro argentino de 16 años, Tadeo Timmermann, y en representación del clan "9z", terminaron en el puesto 39, y lograron un premio de 100 mil dólares.

En la competencia individual de este domingo también participó el argentino "Clipdone", Paul González, de 17 años. Terminó en el lugar 98, y recaudó 50 mil dólares por haber participado del encuentro, que reunió a los mejores jugadores del planeta y que tuvo como campeón al estadounidense "Bugha", que se quedó con tres millones de dólares.