"La mejor forma de captar la atención de los gigantes tecnológicos es a partir de la educación. Es el único camino posible para ofrecerle al mundo confianza", aconsejó

Mariana Freire, directora nacional de Tecnología de Microsoft Argentina.

En la siguiente entrevista de iProfesional, Freire analiza cómo deben relacionarse las empresas y el Estado argentino con los gigantes tecnológicos globales.

-¿La Argentina debería tener un embajador para relacionarse con los gigantes de la industria tecnológica?

-La figura de embajador tecnológico cobra mayor relevancia en el mundo y esto es algo positivo porque es una respuesta a una realidad global. Esto tiene sentido ya que vivimos en tiempos de intensidad tecnológica donde se trata de que las organizaciones, las personas y también los estados puedan construir su propia historia a partir de la adopción de tecnología y desarrollar capacidades digitales propias, aunque siempre es importante detenerse y distinguir las urgencias de cada país.

En el caso de la Argentina, es necesario afianzar y fortalecer redes de trabajo intersectoriales, entre el sector público, el privado, las ONG y las personas particulares para profundizar temas claves a corto, mediano y largo plazo en tecnología e innovación como el futuro del trabajo, habilidades digitales en la escuela y técnicas en la universidad, la importancia de la programación y la robótica, cómo lograr que más mujeres se interesen por este tipo de disciplinas, privacidad de datos, ciberseguridad, crímenes digitales, entre otros.

Por eso, hay una agenda en común cuya responsabilidad de llevarla a cabo es de las empresas de tecnología, por un lado y de la comunidad política y de gobierno, por otro. Seguramente, el embajador sea un interlocutor clave en esta conversación, pero se trata de un esquema mayor.

-¿Cuáles serían las ventajas y desventajas de tener un diplomático de estas características?

-Este hecho comprendería una oportunidad con ventajas para generar:

* Alianzas sólidas y trabajar con los gobiernos, la sociedad civil y la industria en proyectos y programas diseñados con el objeto de garantizar que los beneficios de la computación en la nube, la IA, y la última tecnología estén disponibles para todos.

* Conversaciones constructivas para aprovechar las oportunidades y utilizar nuestros recursos para reunir a las partes interesadas con el fin de que se dialogue sobre cómo hacer frente a los retos y desafíos que todos atravesamos.

* Investigación permanente para trabajar en estrecha colaboración con los principales investigadores y académicos para desarrollar y compartir conocimientos adicionales sobre la computación en la nube, la IA, Big Data, IoT, etc. Todo esto sería útil para ayudar a los legisladores y equipos técnicos a comprender las complejas implicaciones legales y económicas de las innovaciones tecnológicas existentes y emergentes.

-¿Los gigantes tecnológicos tienen ahora tanto poder como muchos gobiernos, si no es que más?

-Considero que no es comparable un país con una compañía tecnológica.

-¿Estas empresas han pasado de ser compañías con intereses comerciales a convertirse, realmente, en actores de hecho en la política exterior?

-Todas las empresas desempeñan un rol social, más allá del comercial. En este sentido, Microsoft trabaja para otorgar herramientas y plataformas que protejan la privacidad de los ciudadanos y trabajen en favor de la seguridad de los estados.

Para Microsoft, el desafío más importante es crear una nube por el bien mundial, que comienza con el compromiso de aprovechar nuestros propios recursos como una gran empresa de tecnología y de asumir la responsabilidad por lo que hacemos.

La creación de una nube de confianza, responsable e inclusiva guía cada una de las decisiones que tomamos en cuanto a compromiso empresarial, desarrollo tecnológico, promoción de políticas públicas y filantropía corporativa, así como la forma en la que atendemos las comunidades en las que operamos

-¿Cuáles son los retos que el cambio tecnológico ha planteado y que han afectado a las democracias occidentales? Por ejemplo, la difusión en redes sociales de contenido controversial en términos políticos, cuestiones sobre la privacidad y los servicios que almacenan gran cantidad de datos, la seguridad cibernética y los bajos impuestos que pagan las empresas fuera de Estados Unidos.

-Los hackeos, los casos de espionaje ilegal, el fraude, la violación de la privacidad de los usuarios son solo algunos de los peligros que ciudadanos y naciones están expuestos. Ante esta realidad, el sector de la tecnología tiene que actuar en forma colectiva para proteger a usuarios y organizaciones.

Como los primeros intervinientes ante las amenazas que, en parte, se dirigen a nuestra propia infraestructura, es importante que las empresas tecnológicas mundiales asuman compromisos concretos para contribuir a desalentar los ciberataques.

Creemos que eso debería incluir un compromiso de no ayudar a ningún actor, incluidos los gobiernos, que ataque la infraestructura de información de otra parte, independientemente de dónde se encuentren en el mundo; un compromiso de trabajar en forma conjunta para abordar cuestiones de seguridad, así como de no traficar vulnerabilidades con objetivos delictivos o adoptar modelos de negocios que lo hagan.

-¿Cómo un país como la Argentina puede implementar formas novedosas de captar la atención de los gigantes tecnológicos? Por ejemplo, Suecia estableció una embajada en el videojuego Second Life.

-La mejor forma de captar la atención de los gigantes tecnológicos es a partir de la educación. Es el único camino posible para ofrecerle al mundo confianza. Desde Microsoft trabajamos siempre cerca de instituciones educativas de nivel inicial hasta universitario para ayudarlos con herramientas técnicas pensando en los desafíos del hoy y del futuro.

A su vez, durante estos años ha habido mesas de trabajo en conjunto para abordar tópicos como Industria 4.0, economía del conocimiento, regulaciones para que los emprendedores puedan crear y desarrollar sus negocios, etc. que muestran al país proactivo y con un horizonte claro respecto a la transformación digital.

-¿Qué ventajas y desventajas tendrían los gigantes tecnológicos al tratar con un embajador argentino para esta industria?

-Esta posible readecuación de perfiles diplomáticos enfocados en cuestiones tecnológicas y digitales debe tomarse como una oportunidad de desarrollo a nivel local. Para eso es clave contar con líderes que estén abiertos al diálogo y que lleven adelante una agenda integral de temas.

Más aún en nuestro país donde contamos con profesionales capacitados para impulsar al sector del software y tecnología y volverlo un pilar clave de nuestra matriz productiva, como es el agro, por ejemplo.

En este sentido un embajador tecnológico argentino debiera funcionar como nexo entre las empresas tecnológicas extranjeras y las nacionales y valerse de multinacionales como Microsoft que hace 28 años trabaja en la Argentina para acercar e implementar trasformaciones que generen más empleo, mejor educación y soluciones tecnológicas para la vida cotidiana.