El Gobierno de Estados Unidos ha incluido en una "lista negra" de entidades que tienen prohibido hacer negocios con estadounidenses a 28 organismos y empresas chinas por sus presuntos abusos contra los uigures y otras minorías musulmanas.

Las entidades sancionadas "han estado todas implicadas en la puesta en marcha de la campaña de represión, detención arbitraria masiva y vigilancia con alta tecnología de China" contra los uigures, según un comunicado del Departamento estadounidense de Comercio.

Las firmas sancionadas no podrán tener relaciones con empresas estadounidenses, salvo una orden ejecutiva que las exima de operaciones concretas, tal y como ha sucedido con Huawei. No obstante, en lugar de ligar los vetos a la seguridad nacional como hasta el momento, Trump ha aludido a las violaciones de derechos humanos.

Entre las firmas sancionadas hay varias de particular relevancia, como Hikvision o Dahua Technology, que según Bloomberg fabrican un tercio de las cámaras de vigilancia que se venden en el mundo.

También están multadas empresas especializadas en inteligencia artifical, SenseTime Group, iFlytek, Yitu Technologies y Megvii. Esta última empresa está pendiente de su salida a Bolsa en Hong Kong, y esperaba una valoración en el entorno de los 1.000 millones de dólares. El veto imlpica que las firmas afectadas no pueden, por ejemplo, adquirir componentes de firmas estadounidenses como Intel.

Entre los sancionados este lunes figura también la Oficina de Seguridad Pública de la Región Autónoma Uigur de Sinkiang, así como otros 19 organismos estatales que dependen de éste. Más relevancia tiene el veto a ocho empresas.

"Esta medida garantizará que nuestras tecnologías, fomentadas en un entorno de libertad individual y libre mercado, no se utilicen para reprimir a las poblaciones minoritarias indefensas", dijo en el secretario de Comercio de EE.UU., Wilbur Ross, en el comunicado. El Gobierno de EEUU "no puede tolerar y no tolerará la brutal represión contra las minorías étnicas en China", añadió.

Según informes de organizaciones internacionales de derechos humanos, el Gobierno chino ha confinado en campos de "reeducación" hasta a dos millones de personas en Xinjiang, donde se encuentran asentadas las minorías chinas de confesión musulmana, entre las que la de los uigures es la más numerosa.