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Así se gestó Macintosh, el proyecto de Steve Jobs y Steve Wozniak que cambió el negocio de la tecnología

De pequeño proyecto a ser la obsesión de Steve Jobs. Cómo fueron sus inicios, a qué se debe su nombre y el curioso comercial que se estrenó en 1984
04/10/2020 - 18:28hs
Así se gestó Macintosh, el proyecto de Steve Jobs y Steve Wozniak que cambió el negocio de la tecnología

En la década del 70, mientras Apple daba sus primeros pasos en el mundo, IBM dominaba el mercado con sus computadoras tan caras que apenas algunas empresas podían permitírselas. Por ese entonces, pensar que cada persona podría tener una en su casa era una utopía.

Nacida para romper paradigmas, la firma de Steve Jobs y Steve Wozniak en ese momento se metió en la carrera por fabricar computadoras personales, primero con el modelo Apple I y luego con el Apple II, que vino a traer una idea mucho más accesible y cercana de las computadoras al común del público.

Para competir con el gigante IBM, Apple trabajó en el desarrollo de nuevos modelos, muchos de esos fracasaron (como Lisa, la computadora pensada para atender al segmento corporativo), pero había uno que logró trascender: el de Macintosh.

La manzana preferida

La firma de Steve Jobs y Steve Wozniak se metió en la carrera por fabricar computadoras personales

El proyecto secreto que estaba a cargo de Jef Raskin tenía como misión crear una computadora que fuera un "todo en uno" y lo más amigable posible para el usuario. Lo que al principio estaba en manos de un grupo pequeño de empleados dentro de la compañía, tomó protagonismo cuando el propio Jobs se involucró y lo hizo propio.

Raskin fue el encargado de ponerle nombre, que vino de su fruta favorita: la manzana McIntosh roja, aunque intencionalmente la reescribió como Macintosh para evitar conflictos con la compañía McIntosh Laboratory.

Jobs tenía claro que para llegar a más gente tenían que dar con un producto fácil de usar, y en su cabeza eso se conseguiría a través de una interfaz gráfica, idea que había tomado luego de hacer una visita por los laboratorios de innovación de Xerox en Palo Alto, que estaban trabajando en el tema. Sin embargo, esa visión no fue tan bien recibida en esa época.

Así y todo, con su fama de obstinado, Jobs insistió en la importancia de los gráficos. Convocaron a una diseñadora amiga de la universidad de uno de los programadores, Susan Kare, que ideó los famosos símbolos como la papelera de reciclaje o las carpetas. Incluso incorporaron distintas opciones de tipografías y, por supuesto, el mouse.

Para el diseño exterior, Jobs también exigió al máximo a su equipo, y pensaron en algo totalmente distinto a lo que se acostumbraba a ver por esos días. Inspirados en la escuela alemana Bauhaus, buscaron dar con algo funcional, de líneas limpias y geométricas. Finalmente, el 24 de enero de 1984, Steve Jobs presentó el revolucionario producto.

Un desarrollo de novela

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Macintosh representa a la rebelión en un mundo dominado por IBM

Para hacer ruido en el mercado pensaron un comercial icónico, que dirigió el cineasta Ridley Scott, inspirado en la novela 1984 de George Orwell, que por la coincidencia con el año también se estrenaba en los cines la segunda versión de la clásica película.

Aprovechando la popularidad del tema, Scott y su equipo pensaron una particular pieza en la que se ve cómo Macintosh representa a la rebelión en un mundo dominado por IBM.

Hombres uniformados en gris marchan y prestan atención a la voz del Gran Hermano que aparece en la televisión, mientras una atleta que se libera corre con una masa en la mano mientras la persigue la policía. Finalmente arroja el martillo contra la pantalla rompiéndola y acabando con el mensaje opresor. El spot, que se transmitió en el entretiempo del Super Bowl de ese año, cierra con el mensaje: "Apple presentará Macintosh, y usted verá por qué 1984 no será como ‘1984’".

Ya a la venta, lo que había pretendido ser una computadora accesible empezó a mostrar las primeras turbulencias. Aunque trataron de ahorrar costos con decisiones como la de poner un monitor en blanco y negro (a pesar de que ya existían los monitores a color) lo cierto es que el precio era alto: costaba u$s 2495, unos u$s 6000 al precio de hoy. Luego, otras complicaciones técnicas hicieron que la computadora no cumpliera las expectativas.

Así y todo, su desarrollo fue disruptivo y funcionó como puntapié para muchas innovaciones que vinieron años después. A pesar del impacto que tuvo en la industria, por las diferencias con la compañía Jobs fue despedido en 1985 y en 1986, salió la versión Plus con algunas mejoras. Claro que Jobs volvió a la firma en 1997 y a partir de allí el resto es historia.

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