La Argentina es uno de los países donde la adopción de las criptomonedas crece velozmente. Un dato divulgado recientemente lo confirma: Bitso, una de las principales plataformas de compra, venta y uso de criptomonedas en América latina, anunció que ya tiene medio millón de usuarios argentinos.

A poco más de un año desde su lanzamiento en la Argentina, la compañía crece en forma exponencial. "Dada la relevancia que tiene para nosotros el mercado local y las decisiones de negocio que tomamos en función de ella, estamos felices de anticipar que estamos en un momento de plena expansión de nuestra presencia y oferta de servicios en criptomonedas en la Argentina y la región. Estamos realizando una importante inversión a nivel local", sostuvo Andrés Ondarra, gerente nacional de Bitso en la Argentina.

¿Cómo es el perfil del inversionista argentino? De acuerdo con Bitso, en el país los jóvenes son quienes tienen curiosidad e interés por diversificar sus fuentes de ingreso y ahorro. Los usuarios argentinos de la plataforma tienen, en promedio, unos 33 años.

Durante la primera parte de este año, aumentaron en forma considerable su inversión promedio en distintos criptoactivos. Por ejemplo, sólo considerando junio, los usuarios realizaron una inversión promedio de $30.000 pesos.

Aunque se registró un pico en enero de este año, producto del furor registrado por el Bitcoin, los usuarios incrementaron su nivel de inversión, que se mantiene estable desde entonces.

Bitso ofrece una treintena de opciones de inversiones en su plataforma.

Bitso cuenta con una oferta de 11 monedas digitales disponibles en su plataforma. El podio de las más elegidas por los usuarios de la Argentina se conforma con Bitcoin, en primer lugar, con cerca de dos millones de transacciones; mientras que el segundo y tercer puesto son disputados por DAI y Ethereum, registrando más de 390 mil y 315 mil operaciones respectivamente.

Para la compañía, "la seguridad y confianza de las personas hacia la plataforma es la base fundamental", resaltó Ondarra. Bitso fue la primera plataforma de criptoactivos de América latina en regularse y la sexta del mundo en obtener una licencia de la Comisión de Servicios Financieros de Gibraltar (GFSC por sus siglas en inglés).

Esto la ha posicionado como una de las plataformas de criptomonedas más seguras a nivel global y la más segura de América latina, según el estudio realizado por la Agencia ICO Rating, donde se evaluaron 135 empresas.

Andrés Ondarra: "Estamos realizando una importante inversión a nivel local".

Un hito inversor

Ondarra destacó ante iProfesional como un "hito" que validó al negocio de Bitso, al cierre de una ronda de inversión récord de u$s250 millones de diferentes capitales extranjeros. Los fondos que levantaron de grandes inversores se suman a los u$s62 millones que recaudaron en diciembre de 2020.

El ejecutivo reconoció que esa ronda plantea el desafío de crecer en forma sostenida a partir de este "voto de confianza". Una de las alternativas es apostar por la expansión de Bitso más allá de intercambio de criptomonedas. Por ejemplo, a través del uso del código QR para transferencias y pagos, como ya lo hacen otras plataformas de pagos digitales.

"Llegamos a los clientes a los que los bancos no llegan", resaltó Ondarra, en referencia al crecimiento de la empresa entre los jóvenes. También resaltó las opciones de seguridad que ofrece la compañía, como por ejemplo la asignación de beneficiarios que pueden tener acceso a la cuenta en el caso que suceda un episodio por el cual el titular no puede hacerlo. Una especie de seguro, pero sin cargo, que viene por defecto.

Bitso despliega intensas actividades de capacitación en criptomonedas, a través de sus perfiles en redes sociales e incluso en el mundo real, con una diplomatura sobre el tema en el Instituto Tecnológico Buenos Aires (ITBA).

Ondarra recomendó que aquellos que quieran incursionar en esta actividad como inversores deben estudiar la tecnología y entenderla antes de realizar un desembolso. La compra mínima dentro de Bitso en la Argentina es de $100, un monto menor con el que se puede experimentar las transacciones y entender el funcionamiento de las criptomonedas.