Es probable que hayas leído u oído hablar del impresionante crecimiento en el volumen de datos disponibles en el mundo; un crecimiento que, además, no se detendrá.

De hecho, en su artículo "Big data – Statistics & Facts" de octubre, Statista señala que el total de datos creados, capturados, copiados y consumidos en el mundo estará llegando a un total de 181 zettabits en 2025.

Este volumen casi triplica los 64.2 zettabits de datos que existían en 2020 y que, a su vez, ya de por sí multiplicaban por diez los 6.5 zettabits disponibles 2012. Por cierto, un zettabit equivale a 1.000.000.000.000.000.000.000 de bytes, o 1.000.000.000 terabytes.

Es difícil para usuarios comunes seguir el ritmo de semejante crecimiento y para las compañías no es distinto. En un mundo donde los datos abundan, las organizaciones se enfrentan al reto de diferenciar la señal del ruido y convertir los datos en información relevante. Sólo así serán capaces de aprovechar los datos para tomar mejores decisiones y más rápido, lo cual se traducirá en valor agregado para su negocio.

Para afrontar esa realidad hay distintos enfoques. Pero uno de los que funciona consiste en combinar y alinear los esfuerzos de los equipos pertenecientes a distintas áreas de negocio, con los dedicados al análisis de datos. No se trata de que todos sepan hacer todo, si no de que los conocimientos se complementen y estén puestos al servicio de la organización.

En consecuencia, la toma de decisiones se basa en la premisa de que la ciencia de datos puesta al servicio de las organizaciones es más que matemática, estadística, programación y algoritmos complejos.

Carlos Schulz: "La ciencia de datos es una herramienta esencial para las empresas del presente y del futuro".

El valor de la ciencia de datos

Se debe contar con un grupo de líderes que conozcan las oportunidades y amenazas a las que se enfrenta la compañía, pudiendo así contextualizar los datos y las conclusiones resultantes de su análisis.

Para implementar este tipo de modelo en una organización es necesaria una nueva forma de pensar y actuar.

La mejor forma de incorporar conocimientos y lograr un cambio de comportamientos sostenible en el tiempo es a través del aprendizaje experiencial.

A partir de esa premisa, cualquier profesional pueda vivir en primera persona el proceso de toma de decisiones basada en datos, sus implicaciones y potenciales impactos, pero en un espacio controlado y seguro para su negocio.

Esto es posible a través del uso de plataformas de "business intelligence": ellas posibilitan simular cómo enmarcar correctamente los problemas, cómo aislar la señal del ruido, y cómo resolver desafíos aplicando el conocimiento de negocio a una gran cantidad de datos.

Y si se quiere realmente iniciar un cambio de mentalidad y uso de datos para mejorar el negocio, es necesario requerir acompañamiento técnico y especializado que enseñe, entre otras cosas, a superar sesgos cognitivos y utilizar datos para contar historias que impulsen a la acción.

Fernando Batista: "Organizaciones se enfrentan al reto de diferenciar la señal del ruido y convertir los datos en información relevante".

La ciencia de datos es una herramienta esencial para las empresas del presente y del futuro, pero hace falta que todo el equipo sea capaz de comprender cómo poner los datos al servicio de la organización y su estrategia de negocio. Si no, serán simplemente eso: datos.

* Consultores de BTS y especialistas en innovación y transformación digital para el sur de Europa y América latina.