¿Cómo impacta la inteligencia artificial en los procesos de trabajo? ¿Qué se puede esperar de herramientas como GPTChat o Dall-e para el 2023? ¿Cuáles son los desafíos de implementar esta tecnología de la información (TI) sin dejar de lado el costado humano?

Sobre estos temas y otros relacionados con la inteligencia artificial, iProfesional entrevistó a Nicolás Rodríguez, director asociado de ciencia de datos de la empresa de innovación y diseño R/GA.

R/GA comenzó como una empresa pionera de cine asistido por computadora que aprovechó la tecnología para satisfacer las necesidades humanas a través del diseño. Hoy es una red creativa global que trabaja en comunicaciones, diseño de marca, experiencia del cliente y relaciones con los clientes.

Al colaborar entre disciplinas, crea nuevas soluciones en las intersecciones de diseño y tecnología, datos y creatividad, creación de negocios y creación de marca.

Su cartera de clientes incluye grandes empresas de tecnología como Google, Samsung y Verizon; destacados de la nueva economía como Reddit, Roku y Slack; negocios establecidos que evolucionan para el mundo digital, incluidos American Express, Bradesco y McDonald's; e impulsores de la cultura como Nike y Sephora.

-¿Cuáles fueron algunos de los avances más importantes en inteligencia artificial en el 2022?

-Fue particularmente fructífero en diversos campos de aplicación de la inteligencia artificial. Sin embargo, hay dos que se llevan el podio: lenguaje y creatividad.

La inteligencia artificial permitió avances en la lucha contra el coronavirus.

Por un lado, vimos la evolución de GPT en un chat conversacional capaz de resolver una gran variedad de problemas: escribir un blog, programar una sencilla página web o componer un poema.

Por otro, la generación de imágenes explotó gracias a Midjourney y la segunda versión de Stable Diffusion, capaces de crear diversas composiciones visuales de alta calidad a partir de sólo texto.

Transversal a ambas herramientas, 2022 consolidó la democratización de la inteligencia artificial a partir de soluciones "no code", es decir, que no requieren conocimientos técnicos para aprovecharlas al máximo. Esto derivó en una adopción nunca vista, llevando a la fabricación masiva de activos generados por inteligencia artificial.

En consecuencia, también hubo avances tanto en la detección de este tipo de contenido --a través de algoritmos diseñados para identificar "deepfakes" o texto escrito por computadora-- como en las políticas legales asociadas a su publicación, como derechos de autor, reglas de spam, etc.

-¿Dónde cree que la inteligencia artificial tendrá el mayor impacto en el 2023?

-Es difícil anticipar el punto de impacto de esta tecnología. Lo que sí es esperable es que siga creciendo en la dirección actual, es decir, hacia una adopción masiva.

En ese sentido, las conversaciones éticas, políticas y económicas respecto al uso de esta tecnología seguramente ocuparán un lugar mucho más central en las organizaciones, entes gubernamentales y sectores cada vez más amplios de la sociedad.

Lo que antes era incredulidad respecto al potencial de la inteligencia artificial, hoy se está transformando en inquietudes respecto al alcance que pueda tener en la vida cotidiana.

-Todos estos avances se desarrollan en medio de una preocupación constante de que la inteligencia artificial afectará los empleos. ¿Qué opina sobre este tema de la inteligencia artificial y los empleos?

-A estas alturas, en la mayoría de las medianas y grandes organizaciones, la inteligencia artificial ha permeado de alguna manera u otra, directa o indirectamente. Por ejemplo, a través del uso de herramientas de terceros optimizadas con inteligencia artificial.

Dado el estadio madurativo de esta tecnología, no son muchos los casos en que hay una automatización total, sino más bien se observa un rol de potenciador o amplificador del desarrollo humano. En ese sentido, los profesionales que se apoyen en ella obtendrán un valor diferencial y una ventaja que les permitirá ser más competitivos.

Eso sí, tal como ocurrió tras la Revolución Industrial, es probable que en los próximos años tengamos que repensar muchos campos profesionales y los roles en la relación humano-máquina.

-Otra preocupación asociada con la inteligencia artificial es el potencial de mal uso y abuso. ¿Cómo se puede garantizar que las herramientas y servicios de inteligencia artificial se desarrollen y utilicen de manera responsable?

-Hace muchos años se viene discutiendo el desarrollo de estas tecnologías y cómo evitar introducir sesgos en su aprendizaje. Para ello, es clave contar con datos de la mayor calidad y diversidad posible, a la vez que se toman medidas proactivas para evitar el modelado de conductas indeseadas. Por ejemplo, distinciones salariales asociadas a género.

Por otro lado, dada la dificultad de auditar todos los datos de entrenamiento, que generalmente son colectados automáticamente de Internet, muchos desarrolladores están implementando algoritmos para interceptar los resultados "no seguros" o "tóxicos" y evitar así propagar estos patrones indeseables.

Respecto a la utilización de la inteligencia artificial, el panorama es un poco más incierto. Hoy existen muchos vacíos legales en lo que respecta tanto a derechos de autor, generación y publicación de contenido.

Por otro lado, la adopción en masa y popularización de esta tecnología, implementada incluso como filtros en las redes sociales, trae aparejado la complejidad de controlar y monitorear sus consecuencias.

No obstante, es quizás en este último punto donde radica la clave para garantizar su buen uso: una participación amplia, activa y crítica que promueva regulaciones para elevar a toda la humanidad a través del increíble poder de la inteligencia artificial.

-¿Cuáles son los desafíos y oportunidades que abre la inteligencia artificial en la industria creativa?

-En general, a pesar de los desarrollos tecnológicos de los últimos años, todavía falta consolidar la madurez de muchas de estas herramientas. Los resultados, si bien pueden llegar a alcanzar un nivel excepcional, suelen ser inicialmente erráticos y requerir mucho ensayo y error.

Esta situación abre una oportunidad para aquellos que logren situarse en aquella brecha, o sea, habilitando una comunicación efectiva con las máquinas y agregando valor humano por encima.

Por ejemplo, en R/GA estamos apoyándonos en DALL-E, Midjourney y Stable Diffusion para prototipar rápidamente, desde escenarios fotográficos hasta vestimentas, mientras reservamos el gran talento de nuestros creativos para refinar los resultados y convertirlos en algo excepcional.

-¿Cómo impacta la inteligencia artificial en los procesos de trabajo?

-Sin lugar a duda, la inteligencia artificial utilizada correctamente puede agilizar y optimizar una infinidad de procesos. Desde guiar el consumo de contenido, a partir de recomendaciones relevantes, hasta predecir la siguiente palabra en un email, el rol más preponderante de esta tecnología es el de "copiloto".

Es probable que este año haya una incorporación aún más profunda y directa en los flujos de trabajo, en tanto está pasando rápidamente de ser una ventaja competitiva para convertirse una herramienta necesaria para escalar y potenciar el valor humano.

-¿Qué se puede esperar de herramientas como GPTChat o DALL-E para el 2023?

-Desde un punto de vista cuantitativo, lo más probable es que veamos modelos más grandes, complejos y versátiles. Ya está confirmado que la cuarta edición de GPT llegará en 2023, con un tamaño 500 veces mayor que GPT-3, el motor actual de ChatGPT.

No sólo eso, sino que es de esperar que la mayoría de las inteligencias artificiales generativas (DALL-E, Stable Difussion, GPT, Midjourney) lancen nuevas versiones en los próximos meses.

En segundo lugar y de forma más cualitativa, este año debería traer los frutos de la interacción sin precedentes vivida en 2022. Probablemente se produzca un giro en la forma de consumo de estos motores, pasando de la efervescencia inicial con propósitos experimentales y de aprendizaje hacia un uso más focalizado, maduro y premeditado.

En esta línea, aflorarán muchas soluciones concretas y sin precedentes desarrolladas sobre esta tecnología, incluso de la mano de grandes compañías que hasta ahora adoptaban un rol más pasivo.

Nicolás Rodríguez: "En R/GA estamos apoyándonos en DALL-E, Midjourney y Stable Diffusion para prototipar rápidamente"

Aun siendo conservadores, es difícil no anticipar que 2023 va a ser un punto de quiebre, en tanto la inteligencia artificial va a tomar un rol protagónico en el consumo general de texto, audio, imágenes e incluso video.