El futbolista argentino Lionel Messi anunció que su nuev oclub será el Inter de la ciudad estadounidense de Miami, que juega en la liga MLS, cuyos derechos de emisión durante diez años fueron comprados en 2022 por la empresa Apple.

La apuesta de Apple por la MLS demandó una inversión de 2.500 millones de dólares por todo el acuerdo. El valor de LaLiga española por temporada es cuatro veces superior solo en España, al margen de los acuerdos internacionales. Apple logró los derechos de la MLS para la retransmisión global.

Messi admitió que tuvo ofertas de varios equipos europeos, pero las dos principales que salieron a la luz fueron la del Inter de Miami, y la de Arabia Saudí, que según lo filtrado le ofreció 1.500 millones de dólares por tres temporadas.

La oferta de Miami llega a los 40 millones de dólares por temporada, pero hay mucho más que un salario en juego. Según informó el diario digital The Athletic, la oferta completa incluye un porcentaje no revelado de las nuevas altas que logre Apple TV+ por su paquete de suscripción a la MLS. Apple anunció una docuserie de cinco episodios sobre el astro argentino.

Adidas, patrocinadora de Messi desde 2006 y también de la MLS —todos sus clubes usan esta marca—, se involucró en la negociación: por fin el club en el que juega Messi lucirá su logo en el pecho, tras dos décadas vistiendo camisetas de Nike. Algo que le valió para ofrecer a Messi otro porcentaje de los ingresos extra que logre Adidas en adelante.

Por último, se le ofreció la posibilidad de comprar una franquicia cuando acabe su etapa como jugador. Este fue el movimiento del exfutbolista inglés David Beckham, dirigente del Inter, que quizás Messi replique.

¿Messi imitará a Bekcham?

Cuando el inglés tenía 32 años y se despedía de la élite, aceptó una oferta de la MLS para jugar en Los Angeles Galaxy. En ese momento ganaría 6,5 millones por temporada, una cifra muy inferior a la que percibía hasta entonces, pero añadió una cláusula por la que ingresaría un porcentaje de lo que facturase el club desde su llegada, en cualquier concepto, ya fuera venta de entradas y patrocinios.

De los 33 millones que iba a ganar como jugador disparó la factura hasta más de 250 millones de dólares para cuando se retiró. Beckcham compró la franquicia del Inter Miami por 25 millones de dólares, que no empezó a jugar oficialmente hasta 2020, y ahora multiplicó su valor por veinte respecto a lo que pagó por hacerse con ella, fruto del crecimiento de la competición.

Además, aunque el fútbol no es interesante para el público estadounidense, la población latina suma 62 millones de habitantes en este país, más que los habitantes de toda España.

El acuerdo con Apple y la llegada de Messi puede hacer crecer este aspecto, pero sobre todo puede apalancar aún más el efecto del Mundial de 2026, que se celebrará en los Estados Unidos, México y Canadá; pero cuya final, cuya sede aún está por decidir, se jugará en el primero. Los Angeles, Nueva York y Dallas se disputan albergarla.

Ese evento, para el que ya solo quedan tres años, será la oportunidad de consolidar al soccer, como se llama al fútbol en los EEUU, que empezó a calar poco a poco desde 1994, cuando se jugó el Mundial.

La elección de Messi, en clave de negocio, también puede tener una parte de su motivación aquí: llega en la antesala del momento cumbre del fútbol mundial. Si sale bien, Messi puede replicar el movimiento de Beckham, y Apple conseguir las suscripciones para amortizar su inversión.