La iSIM es el paso más reciente de las tarjetas SIM, que redujeron de tamaño con la llegada de las MiniSIM, las NanoSIM y las eSIM que están integradas en un chip sin necesidad de una ranura.

Las iSIM no necesitan ni un chip propio ni una ranura independiente, ya que son un pequeñísimo elemento que está dentro del propio SoC de tu teléfono móvil. En el SoC es el módulo donde están el procesador y la memoria operativa (RAM) y donde se encuentra el pequeño chip para conectarte con tu operador para navegar o hacer llamadas.

La iSIM (por Integrated SIM) es un nuevo paso en la evolución de las tarjetas SIM, donde se almacenan los datos de tu acceso a la red telefónica. Las tarjetas SIM son las que introduces en el móvil para que pueda conectarse a la red de tu operador. Existen varios tamaños, los más pequeños y populares la NanoSIM, e incluso las hay integradas en el móvil como la eSIM.

Las tarjetas SIM convencionales requieren una ranura dedicada en el teléfono móvil, mientras que las eSIM necesitan un chip dedicado e independiente soldado a la placa de circuitos del dispositivo. El siguiente salto evolutivo es la iSIM, que no necesita de ninguna ranura ni chip dedicados, lo que proporciona más ahorro de espacio.

La iSIM está integrada en un elemento resistente a la manipulación (TRE), y está dentro del SoC de tu dispositivo. Un SoC es el cerebro y el corazón de tu móvil, el sistema de chips donde se encuentran el procesador, la GPU, la memoria RAM y el almacenamiento interno del móvil.

La iSIM está colocada junto al procesador y otros elementos del móvil, y no requiere tener ninguna ranura ni ningún chip independiente. Así, el móvil ya no necesita tener un hardware específico para tu SIM.

Múltiples ventajas de las iSIM

A pesar de esto, el funcionamiento es igual que el de las SIM convencionales, sólo que se activa de forma inalámbrica con un protocolo seguro. Sirve para almacenar tus datos para poder conectarte a la red de tu operador, y para hacer llamadas con tu número de teléfono.

La principal ventaja de la iSIM es su tamaño, ya que mide menos de un milímetro cuadrado. Al no necesitar ninguna ranura ni ningún chip propio, entonces el fabricante de los móviles va a tener un poco más de espacio disponible.

Otra de las ventajas es la seguridad. la iSIM está protegida en un área segura dentro del SoC del dispositivo, y cada móvil y o SoC tendrá la posibilidad de personalizar su seguridad para adaptarlos a los requisitos de cada fabricante.

Además, se ha creado un estándar de seguridad para este tipo de tarjeta llamado Elemento antimanipulación (TRE), que es un hardware independiente dentro del SoC que funciona a bajo nivel de software para defender a la iSIM de cualquier ataque físico o virtual.

La iSIM también ahorra energía, ya que no es un chip o ranura que hay que alimentar individualmente, sino que obtiene la energía que necesita directamente del SoC sin necesitar un microprocesador independiente para funcionar. Sus funcionalidades son limitadas, por lo que su consumo es insignificante, y no tiene un gran impacto en el SoC.

También es una tecnología muy versátil, ya que soportará redes 2G, 3G, 4G y 5G, y podrá enlazarse con cualquier operador. E incluso podrás enlazar dos planes de datos diferentes, de forma que si te vas a otro país podrás cambiar entre dos operadores que haya guardados en su memoria sin tener que usar una nueva SIM. Incluso ya hay iSIM conectadas a satélite.

La iSIM le abre la puerta a la Internet de las cosas. Su tamaño es tan minúsculo y su consumo tan eficiente, que podrá utilizarse para que distintos tipos de dispositivo puedan conectarse a Internet con ella.

Sin embargo, se deberá esperar para ver una apuesta clara por ellas. Hoy ni siquiera las eSIM son el estándar predominante, y las SIM físicas todavía son las más utilizadas.