Pragma es una productora audiovisual con foco en la educación por Internet ("e-learning", en inglés) que trabaja con centros educativos como el IAE y la Universidad Austral y Coursera, proveedor global de cursos en línea abiertos, masivos y con fines de lucro.

También produce contenidos de entretenimiento y cine, y para las marcas Unilever y Avon, entre otras, en el desarrollo y producción de contenidos que mezclan lo educativo con lo lúdico.

Este año, Pragma presentará su ópera prima de ficción, Dante & Beatriz, un proyecto del género fantasía, que se encuentra en etapa de postproducción y apunta a recorrer mercados y festivales en los próximos meses.

Es un proyecto con referencia a "La divina comedia", la obra clásica de Dante Alighieri, protagonizado por Valentino Vena (hijo de Paula Morales y Fabián Vena) y Emma Anró (reciente revelación en Los impactados, de Lucía Puenzo) en el rol femenino.

Pragma fue fundada por Esteban Adúriz y Ezequiel Galli, socios que compartieron años de visitas a salas de cine y videoclubes, estudios en universidades, y trabajos en locaciones y salas de postproducción de empresas distintas.

En la siguiente entrevista de iProfesional, Adúriz, director general ejecutivo de Pragma, describe la operación de la empresa y sus planes para este año en un contexto económico crítico para las empresas audiovisuales.

El IAE es uno de los clientes de Pragma.

-¿Cómo evolucionó Pragma desde sus inicios hasta hoy?

-Pragma surge en 2018 concebida como una agencia integral con producción "in-house". Los años de desarrollo profesional en agencias digitales, producciones audiovisuales y estudios de postproducción nos dieron el "know how" combinando tecnología con buen desarrollo visual, un "storytelling" junto a un equipo de profesionales y alianzas fuertes para llevar adelante los distintos desafíos.

A partir de la pandemia, se intensificó mucho el pedido de contenidos para el sector de comunicación interna de empresas y empresas dedicadas a la educación virtual, mientras que al mismo tiempo surgieron plataformas establecidas que alojaban ese contenido de manera eficiente y a costo competitivo.

Esto hizo que en 2022 tomáramos la decisión de no continuar con desarrollos tecnológicos, enfocándonos en el contenido y el desarrollo de este desde la propuesta creativa que era al fin y al cabo el corazón en base al cual se había conformado Pragma.

También fuimos apostando en su lugar a profesionales creativos con mucha formación en docencia para fortalecer aún más nuestra propuesta creativa, mientras en el sector de soluciones tecnológicas decidimos hacer alianzas con estudios de desarrollo de software.

El desarrollo del área de contenidos para empresas que necesitaban tutoriales, video "explainers" y contenido para plataformas educativas nos permitió en el 2020 empezar a desarrollar vínculos con agencias, empresas y "startups" que requerían otro tipo de servicio enfocado a publicidad y donde nosotros teníamos la capacidad de aportar valor con mirada fresca, tanto desde lo creativo como de lo estético.

-¿Cómo está compuesta hoy la operación de Pragma?

-Contamos con tres líneas de negocio principales y en algunos casos se entrecruzan y se combinan para el desarrollo de proyectos específicos.

Esteban Adúriz

Las tres líneas son:

• e-Learning, donde abarcamos contenidos que tienen que ver con educación digital de instituciones educativas, startups y empresas.
• Publicidad y comunicación es el área donde damos servicio de producción integral a nuestros clientes para todos los medios e incluso resolvemos necesidades de comunicación institucional y comunicación interna.
• Ficción es una línea de negocio donde apostamos a la creación de proyectos originales de series y películas, como también a brindar servicios de desarrollo y producción a terceros.

Nuestro equipo está conformado por nueve miembros y diversas alianzas profesionales que venimos construyendo desde hace diez años. Desde 2020 hemos traído profesionales con mucho recorrido y experiencia a Pragma a fin de hacer de nuestras propuestas creativas y estéticas un diferencial.

Algunos de nuestros clientes son Universidad Austral y IAE, los laboratorios Amgen y Merck, la empresa de alimentos Molino Cañuelas y la ONG Health Care Without Harm.

Con una facturación de 200 mil dólares en 2023, queremos ser conservadores frente a una situación de mucha incertidumbre y pensar en que superaremos este número en 2024.

-¿Qué oportunidades de crecimiento ven en la Argentina para la educación virtual?

-La educación virtual brinda más que nunca una posibilidad de aprendizaje frente a situaciones donde evaluar los costos, el tiempo para dedicar o trasladarse a una institución educativa no son fáciles y el aprendizaje asincrónico vienen a abrir puertas a otras metodologías para el aprendizaje.

Creemos que hay mucho terreno aún por ganar en todo el desarrollo escolar de una persona y que haciendo una buena combinación entre aprendizaje presencial y herramientas digitales, aplicando nuevas metodologías de enseñanza como el aprendizaje colaborativo en línea, la gamificación y el uso de recursos multimedia es posible mejorar los índices bajos de comprensión lectora. Esto puede enriquecer la experiencia educativa y mejorar la participación y el rendimiento académico de los estudiantes.

Mientras se sigue configurando el mapa económico de la Argentina, la educación virtual es una herramienta que puede superar las barreras geográficas y socioeconómicas, permitiendo que un mayor número de personas acceda a la educación, especialmente aquellas que residen en áreas rurales o alejadas de los centros educativos tradicionales. En este sentido, el continuo desarrollo de carreras y posgrados online permitirá un mayor alcance.

-¿Por qué incursionaron en la ficción con Dante & Beatriz?

-Pragma lleva en el ADN la pasión por las historias de género fantasía y dejar un buen mensaje. Ezequiel Galli y yo somos egresados de las carreras de dirección cinematográfica en la Universidad del Cine, y diseño de imagen y sonido en la UBA (Universidad de Buenos Aires).

Dante & Beatriz es la muestra de cómo combinamos todo lo que sabemos hacer y para lo que estuvimos preparando el terreno y al equipo que hoy tenemos. Es nuestro primer proyecto completamente original con el cual queremos recorrer un camino largo. Es una muestra de alta calidad para salir a mostrar nuestra capacidad."

-¿Cómo les impacta la situación económica de la Argentina en el desarrollo de Pragma?

-Vemos a las empresas y clientes recurrentes tomando decisiones a una velocidad más lenta que otros años, trabajando aún con presupuestos del año pasado y por supuesto, eso genera incertidumbre acerca del futuro. En la Argentina el profesional de audiovisual no está competitivo en precios con respecto a otros países de América latina.

Esto nos lleva a tener que pensar en distintos modelos de producción según el proyecto, optando utilizar las inteligencias artificiales disponibles en varios frentes a fin de ofrecer soluciones que manejen un buen costo beneficio, como también hacer alianzas con profesionales ubicados en otros países, que hoy por disponibilidad y costos se vuelven más adecuados para ciertos clientes y tipos de proyectos.

Rodaje de Dante y Beatriz.

-¿El cine digital será una tabla de salvación para la producción audiovisual ante los anuncios del Gobierno nacional sobre el INCAA?

-Hay cada vez más plataformas que abren posibilidades a nuevos contenidos por fuera de las OTT (Nota de R.: sigla en inglés por encima de todo, en referencia a plataformas que funcionan sobre redes de terceros como, por ejemplo, Netflix) más reconocidas y esto definitivamente puede abrir un escenario.

Vemos una situación compleja para este año. Algo que se viene viendo hace ya dos años pero se exacerba debido a muchos cambios que han afectado incluso a Hollywood y Europa.

Los estudios y plataformas están más cuidadosos que nunca y percibimos que este va a ser un año donde tanto en la Argentina en particular como en América latina en general se finalizarán parte de proyectos ya empezados años atrás pero habrá poco lugar para nuevos "green lights". Las coproducciones con otros países son más necesarias que nunca para asegurar buena distribución y rentabilidad del negocio audiovisual.