Gran Hermano digital: el ojo que todo lo ve en cada escritorio

Tener acceso a todo lo que sucede en el planeta en imágenes y datos precisos ya es posible. Conozca la tecnologí­a que pone al mundo al alcance un clic
Por iProfesional
TECNOLOGÍA - 28 de Septiembre, 2007

"La Tierra se materializa, rotando majestuosamente delante de su cara. Hiro se estira y la atrapa. La gira de forma tal que se queda mirando a Oregon. Le indica que se deshaga de las nubes y lo hace, dándole una visión cristalina de las montañas y de la costa."Una visión de la novela de Neal Stephenson Snow Crash, un texto de ciencia ficción publicado en 1992, hace claramente una descripción de Google Earth, un programa de computación que permite a los usuarios ver un mapa fotográfico detallado del mundo. Otra información, como las rutas, lí­mites y el lugar donde se encuentre cualquier cafeterí­a puede ser agregada a la vista, la que puede ser rotada y a la que se le puede hacer un acercamiento con continuidad casi perfecta. Quienes lo utilizan por primera vez sienten una especie de vértigo a medida que notan lo que el programa puede hacer. La herramienta virtual de Google incorpora información que, incluso, puede dar cuenta de las caracterí­sticas de la superficie planetaria como pueden ser montañas y valles. A esos datos pueden adicionársele imágenes satelitales y fotografí­as aéreas de proveedores públicos y privados.Google Earth puede cubrir la totalidad del planeta: cuenta con aproximadamente un tercio de toda la masa terrestre representada con tanto detalle que puede apreciarse de manera individual cada árbol, automóvil, e incluso los hogares de 3 billones de personas. Todo esto ha sido imaginado alguna vez, pero se ha vuelto realidad recientemente gracias a las imágenes satelitales de alta resolución, las conexiones de banda ancha, y la disponibilidad de computadoras baratas y poderosas.La firma estadounidense Keyhole fue la primera en lanzar, en el 2001, el primer "geobuscador". Google compró Keyhole en el 2004 y lanzó Google Earth en el 2005. La versión gratuita del producto ya ha sido descargada unas 250 millones de veces, según Michael Jones, uno de los fundadores de Keyhole y actual Jefe de Tecnologí­a de Google Earth. Posteriormente, la agencia espacial norteamericana NASA lanzó otro geobuscador en el 2004, al que llamó World Wind. Actualmente, y de acuerdo a un artí­culo divulgado por The Economist, las descargas de la herramienta alcanzan a las 20 millones de copias.Igualmente, el adversario más importante para la plataforma Earth de Google es, como no podí­a ser de otra forma, el gigante Microsoft. Así­, tanto Encarta, la enciclopedia de la firma que lidera Bill Gates, y TerraServer, un proyecto de demostración de base de datos, reuní­an caracterí­sticas similares a las de un geobuscador en los años 90. A finales de 2005 Microsoft compró GeoTango, que contribuyó al desarrollo de Live Search Maps, un geobuscador basado en la web que luego sirvió de plataforma para el producto Virtual Earth. Vincent Tao, fundador de GeoTango y actual director de Microsoft para Virtual Herat, aseguró que la firma de Redmond lleva gastados alrededor de "un par de cientos de millones de dólares" en Virtual Earth. La mayor parte ha sido invertida en la adquisición de imágenes, que suma 14 millones de gigabytes en 900 servidores. Además, la compañí­a esta agregando detalles bajo la forma de modelos tridimensionales de ciudades obtenidos de fotografí­as aéreas. El desarrollo de este recurso es por demás de vertiginoso: Microsoft suma a Virtual Earth unas 10 ciudades por mes.ConvocatoriaPor su parte, Google comenzó a enlistar a sus usuarios para que contribuyan con imágenes, modelos de edificios en 3D, y todo tipo de información que sirva para enriquecer su propuesta de planeta digital. Hasta ahora 850.000 usuarios han remitido millones de anotaciones y más de un millón de imágenes para que sean volcadas en el programa Earth.Wikipedia, que utiliza un sistema similar, también está disponible a través de Google Earth. Los usuarios pueden leer artí­culos de Wikipedia en el globo diseñado por el megabuscador a través de una serie de coordenadas especiales presentes bajo la forma de etiquetas.De acuerdo al artí­culo de The Economist, los beneficios que derivan del uso de Google Earth son múltiples. Por ejemplo, la herramienta fue utilizada para coordinar esfuerzos de ayuda en Nueva Orleáns, luego del desastre del Huracán Katrina en el 2005. En Argentina, algunos inspectores de impuestos lo aplican para ver si la gente esta declarando correctamente sus propiedades. Asimismo, un programador italiano que estaba utilizando el software notó unas marcas raras en el suelo de su propiedad, que resultaron ser una villa romana. Techistas, jardineros, paisajistas e instaladores de paneles solares usan los mapas virtuales para buscar clientes potenciales. Rebecca Moore, un miembro de equipo de Google Earth, utilizó el programa para galvanizar su vecindario en las montañas de Santa Cruz, en oposición a un proyecto de deforestación. "Se está transformando en un mapa de significación histórica," comentó al respecto John Hanke, Jefe de la División de Mapas de Google Earth, y otro de los fundadores de Keyhole. "Va a ser un mapa del mundo que va a contener mas detalles que cualquier otro en el planeta". ProyectoLos geobuscadores tienen medios para efectivamente visualizar el planeta. Pero son solamente una parte de un proyecto más amplio, esto es, la construcción de una "geoweb" todaví­a en un estadio inicial. Actualmente, una de las tendencias en crecimiento consiste en combinar mapas virtuales con otras fuentes de información. Uno de los ejemplos más tempranos, Housingmaps.com -creado en el año 2005- combina listas de departamentos en San Francisco con Google Maps. Estas mezclas (que reciben la calificación de "mash ups") se han transformado desde entonces en cosas muy comunes. Microsoft esta trabajando en una herramienta similar. Otro sitio, Platial.com, provee herramientas gratis de mash ups para bloggers, dando lugar a un nuevo género: la auto-biogeografí­a.La "geoweb" tiene un atractivo obvio para quienes están inmersos en el negocio inmobiliario. Zillow.com combina su oferta con el Virtual Earth de Microsoft y otros datos para generar mapas de precios en Norteamérica. Aún así­, el negocio inmobiliario es sólo el comienzo. En Gasbuddy.com, los visitantes pueden ver los precios locales de petróleo para poder hacer una planificación de la recarga de combustible. ExploreOurPla.net ostenta miles de imágenes y datos que permiten a los usuarios investigar el cambio climático. Estos ejemplos ilustran parte de la arquitectura que puede emerger a partir de esta "geoweb": datos como la información sobre embotellamientos de tránsito o temblores sí­smicos aparecen hospedados junto a imágenes y modelos, y el mismo geobuscador el encargado de ensamblar, combinar y mostrar la información de manera innovadora.Geocommons.com hospeda datos que van desde los í­ndices de criminalidad hasta las estadí­sticas de melanoma, que pueden ser combinadas para crear mapas indicadores de calor a través del color. En tanto, los visitantes de Heywhatsthat.com pueden generar un diagrama de una vista desde cualquier punto de altura para ver cualquiera de los nombres de los picos montañosos visibles.Aquí­ los neogeógrafos han incursionado en el terreno del Sistema de Información Geográfica (GIS), estas herramientas "fashion" de software son utilizadas por los gobiernos y las compañí­as para analizar datos espaciales. Los geobuscadores están todaví­a en sus estadios más primitivos comparativamente, pero son mucho más fáciles de utilizar. GIS trata con infraestructura crí­tica, por lo que sus datos tienden a ser de una calidad impecable. Jack Dangermond, el fundador de ESRI, una firma privada que domina el mercado de GIS, declaró que el interés estimulado por la "geoweb" ayudó a impulsar el negocio un 20% este año. Ron Lake de Galdos Systems, una empresa que se especializa en integrar la geoinformación cí­vica, dice que la herramienta ha llevado a impulsar un acceso público a este tipo de información. Cuando el elemento analí­tico y la calidad de la información de GLS se combinan con la visualización y la destreza de la conexión de redes, dan lugar al surgimiento de procesos interactivos de amplia eficiencia. En 2006 la consultora Waterstone combinó los datos de 13 bases de la fuerza aérea norteamericana y las agrupó en una versión modificada del World Wind, el geobuscador de la NASA. De este modo, un gerente de proyectos puede ver un video del lugar donde se está llevando a cabo una construcción así­ como también identificar a los contratantes y a sus vehí­culos. Un planificador puede evaluar el impacto que va a tener la construcción un edificio cerca de una autopista en cuanto a la visibilidad. Y, un ingeniero ambiental, mientras mira una columna de agua contaminada, puede profundizar en los 45 años de documentación asociadas con el lugar. Carla Johnson, la titular de Waterstone, comentó que el costo del proyecto fue menor a 1 millón de dólares, y se espera que dicha inversión permita ahorrar unos 5 millones de dólares a la fuerza aérea.

Evolución y resultadosComo con cualquier tecnologí­a, la "geoweb" tiene usos buenos y malos usos. Cuando los geobuscadores facilitaron el acceso a imágenes satelitales muchos observadores se preocuparon de que los terroristas utilicen estas imágenes para planear sus ataques. Aparentemente Google Earth fue usado por los insurgentes iraquí­es cuando planearon el ataque a la base británica de Basra, por ejemplo, en el cual los edificios individuales y vehí­culos pueden ser vistos más claramente. Luego de que esto se hiciera conocido en enero, las imágenes del área en cuestión fueron reemplazadas por imágenes del 2002, es decir antes de que se comenzara la construcción del campo militar. Hace pocos meses, un miembro de la asamblea del Estado de Nueva York pidió a Google que oscurezca las imágenes, luego de que el geobuscador fuera utilizado por quienes planearon un ataque al aeropuerto de esa ciudad, el cual después fue frustrado. Aún así­, Michael Jones aseguró que Google sólo fue contactado tres veces por paí­ses preocupados por la posibilidad de que sus dependencias de gobierno puedan ser monitoreadas. En esos casos, el hecho fue resuelto sin realizar cambios a las imágenes de Google Earth.A su vez, Microsoft borronea las fotos en respuesta a "pedidos legí­timos del gobierno y de las agencias". Pero las imágenes son generalmente de entre uno y tres años de antigí¼edad, lo cual limita su utilización táctica; y las imágenes aéreas y satelitales están disponibles desde un gran número de otras fuentes, y lo han estado desde hace tiempo. Por lo tanto, y en algunos aspectos, los geobuscadores no han hecho posible nada que no pudiera hacerse anteriormente, aunque lo que sí­ han hecho es que las imágenes sean más baratas y más fáciles de obtener. "Es cuestión de que la polí­tica a aplicar y de que el pensamiento se ponga al dí­a con la tecnologí­a", explicó Hanke. "La facilidad de acceso altera el debate", agregó. Google insiste en que toma las preocupaciones sobre los temas de seguridad muy seriamente, y señala que la idea es ofrecer imágenes satelitales sin riesgo alguno. Más allá de esto, algunas jurisdicciones están dando la bienvenida a este tipo de exposición. Por ejemplo, las Islas Canarias donaron imágenes de alta resolución a Google con la esperanza de que quienes la visitan virtualmente se transformen en turistas reales. Y la ciudad de Berlí­n ha hecho que sus modelos digitales altamente detallados también estén disponibles en Google Earth.Privacidad satelitalPara los gobiernos que están acostumbrados a esconder cosas de los espí­as satelitales, el advenimiento de los geobuscadores no cambia demasiado las cosas. Hoy por hoy, los miembros del público pueden ver imágenes de los submarinos nucleares chinos desde Google Earth, pero las agencias de inteligencia alrededor del mundo han tenido acceso a imágenes satelitales mucho más detallada durante muchos años. De hecho, se permite afirmar The Economist, que los submarinos puedan ser vistos por cualquier medio también indica que China no está intentando mantener su existencia en secreto.Aún así­, las fuerzas armadas encuentran sus beneficios en el uso de la "geoweb". Por citar un ejemplo, el ejército estadounidense es un usuario importante, tanto de Word Wind, como de la versión empresarial de Google Earth. Algunos gobiernos si tienen fundamentos para preocuparse: el gobierno de Sudan, por ejemplo, preferirí­a que el Museo del Recuerdo del Holocausto de Estados Unidos no hiciera aparecer las villas destruidas en Darfur por medio de una superposición de imágenes en Google Earth.La "geoweb" aparenta tener implicancias tanto para la privacidad personal como para la geopolí­tica. La nueva Google Street View lanzada en mayo permite que los usuarios se muevan por las calles de varias ciudades norteamericanas, dando a los ciudadanos privados la sensación de verse sometidos a un poco de vigilancia. Todas las vistas son de calles públicas, pero hay quienes alegan que se están desafiando las nociones de privacidad; especialmente aquellos que han sido captados haciendo algo que no debí­an.Poco después del lanzamiento de esta caracterí­stica, los usuarios descubrieron un auto que estaba recibiendo una multa de la policí­a de Miami, un hombre trepando una reja cerrada en San Francisco y otro individuo ingresando a un sexshop."Cuando la cobertura es todo y en todos lados, va a existir un gran problema," comentó Lee Tien, un abogado de Electronic Frontier Foundation, un grupo de campaña de Internet. Las imágenes satelitales no son lo suficientemente detalladas como para permitir ver individuos o vehí­culos de forma tal que sean identificados, pero las caras y las patentes de los autos pueden ser vistas en Google Street View.
PrecedentesSobre este punto de discusión existen, hasta el momento, pocos precedentes legales. En el 2003, Bárbara Streisand inició un juicio para que se mantuviera a su casa en Malibú fuera de una biblioteca online de imágenes de la costa californiana y perdió. Aunque las estrellas de cine son las más acosadas –muchos sitios proveen enlaces para ver las casas de las celebridades en el geobuscador– es fácil imaginarse anotaciones inocentes que pudieran ser intencionalmente peligrosas. Los refugios para mujeres golpeadas, por ejemplo, en general prefieren no difundir demasiado sus direcciones.Jones cree que los beneficios son lo suficientemente fuertes como para sobrellevar estas preocupaciones. "Creo que hay una barrera social para todo lo nuevo," comentó. La disponibilidad de información útil va tener mayor peso que la vigilancia y la pérdida de privacidad, puntualizó. Cinco o seis años atrás, denotó, la gente se preocupaba sobre la expansión de los teléfonos con cámara. Pero ahora "todo el mundo asume que todos tienen una cámara en su teléfono y que eso no es nada fuera de lo común". "La lección detrás de las tecnologí­as previas es que estamos contentos de tolerar cosas que previamente habí­an sido rotuladas de intolerables", argumentó.De hecho, todas las cosas (buenas y malas) de internet van a adquirir una nueva dimensión en la "geoweb". Aún a pesar de los temores tí­picos, el potencial de esta arquitectura no pasa desapercibido frente a potenciales inversores.Desde principios del año pasado más de 20 firmas geoespaciales han sido objeto de adquisiciones y fusiones, con Google, Microsoft y ESRI entre los compradores. Pero no es este el momento de anunciar el amanecer de Web 3.0. Por un lado, el uso de los geobuscadores no deja dinero. Vincent Tao, de Microsoft, dice que por ahora la ganancia debe provenir de los auspiciantes, hasta que la masa crí­tica permita transacciones basadas en locación. Google, coherente con su polí­tica habitual, esta primero invirtiendo y luego preocupándose por las ganancias.Hacia la Web 3.0Google presentó recientemente KML, el protocolo que describe cómo los objetos son emplazados en el programa Earth, al Consorcio Geoespacial Abierto (OGC), el cuerpo a cargo de los estándares. Esto permitirá que otras firmas adhieran al mismo parámetro. La OGC ya posee su propio estándar: el GML, que decodifica modelos de información espacial y fue formalmente adoptado como medida internacional este año. Los estándares de geoinformación dinámica de las redes de sensores podrí­an ya estar posicionados para el año que viene. Simultáneamente, la incorporación de la tecnologí­a de posicionamiento satelital en teléfonos celulares y automóviles, podrí­a abrir "las compuertas de la inundación". Cuando este recurso se exhiba disponible, cualquier usuario podrá podrá moverse dentro de su propio vecindario e incluso buscar y generar contenidos prácticamente sin hacer nada."Cuando eso suceda", comentó Michael Jones, "el mapa se transformará en un pequeño portal a la vida misma". Lo único que puede retrasar esto es, según considera el ejecutivo, la velocidad con la que la sociedad pueda adaptarse.

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