Japón anticipa el uso que se le podrá dar a los celulares del futuro

Toshiba y Sony anunciaron celulares de 8 MP, una definición propia de cámaras profesionales. En 2006 el comercio por el móvil llegó a unos U$S 8.000 M
Por iProfesional
TECNOLOGÍA - 05 de Octubre, 2007

Japón es hoy el escenario que anticipa cómo será el mercado de telefoní­a móvil del futuro. Es que con 100 millones de usuarios, la mayorí­a de ellos exigentes, los principales fabricantes de celulares compiten por lanzar nuevos servicios y aplicaciones.

Esta guerra del mundo de la telefoní­a móvil nipona tiene tantos frentes abiertos como servicios ofrecen estos cada vez más complejos aparatos, un imprescindible para los japoneses.

La batalla última tiene lugar en el campo de las cámaras, que romperán la barrera de los 8 MP (megapixel) en 2009.

Esta semana se conoció el anuncio casi simultáneo que lanzaron los gigantes tecnológicos nipones Toshiba y Sony de que en menos de dos años estarán en condiciones de ofrecer terminales con cámaras digitales integradas de 8 MP.

En la actualidad, los móviles más avanzados en el mercado nipón apenas logran sobrepasar los 5 MP, pero están muy poco extendidos, mientras que la mayorí­a de los más vendidos no exceden los 3 MP.

De hecho, hay quien augura que estos nuevos móviles van a representar una competencia seria para las cámaras digitales compactas de gama media, ya que estas últimas ofrecen una resolución similar o menor, pesan más, y no cuentan con el resto de servicios que ofrece un "Ketai", como se denomina popularmente en Japón a los teléfonos móviles.

Usos variadosHoy los móviles nipones pueden utilizarse para funciones tan dispares como:

  • Mandar correos electrónicos.
  • Pagar el boleto del subterráneo y la factura de la luz.
  • Descargar música de Internet.
  • Localizar direcciones por GPS.
  • Reproducir audio y ví­deo.
  • Jugar a videojuegos.
  • Consultar las calorí­as de los platos del menú de un restaurante.

Transmisión por el cuerpoOtro de los frentes de esta puja tecnológica es la llamada comunicación intracorporal que está desarrollando la empresa japonesa DoCoMo, pero que aún se encuentra en una fase inicial de estudio.

Esta tecnologí­a aprovecharí­a la capacidad del cuerpo humano de conducir la electricidad para transmitir información guardada en el móvil y enviarla a otros móviles o receptores externos, a través de una o incluso dos personas.

El diario económico nipón Nikkei especula con que podrí­a llegar a extinguirse la rí­gida costumbre social nipona de entregar tarjetas de presentación a todo el mundo, ya que los teléfonos móviles podrí­an intercambiar los datos personales de sus dueños a través de un simple apretón de manos.

Hábitos cambiadosPero este cambio que podrí­an introducir los avances tecnológicos en la sociedad japonesa no serí­a el primero, ya que cuestiones en principio tan alejadas como el consumo de tabaco están viéndose influidas por el uso del "Ketai".

Un estudio de 2005 sobre los hábitos de los adolescentes concluí­a que los jóvenes fuman menos ya que destinan cada vez una mayor proporción de su dinero disponible al teléfono móvil.

Por su parte, el comercio a través de telefoní­a móvil en Japón también se ha disparado en los últimos años y en 2006 creció un 29 por ciento con respecto al año anterior, hasta alcanzar los 928.500 millones de yenes, más de 8.070 millones de dólares.

Otra de las transformaciones más visibles es el descenso del uso de la computadora personal para navegar por internet de los nipones de 20 años, que se ha reducido a la mitad en los últimos seis años, a pesar de que Japón es uno de los paí­ses con una mayor proporción de conexiones del mundo.

La explicación es que este colectivo, además de mermar ligeramente por el progresivo envejecimiento de la sociedad nipona, prefiere acceder a la red de redes a través de su teléfono móvil, según la revista japonesa especializada en tecnologí­a Facta Online.

No parece extraño entonces que en torno al teléfono móvil haya surgido todo un grupo de incondicionales que se denominan a sí­ mismos miembros del "Oyayubizoku" o "clan del pulgar" en japonés, por su destreza con este dedo para manejar sus terminales.

Te puede interesar

Secciones