Playas, caminos rurales y calma en un destino poco explorado de la provincia de Buenos Aires
A pocas horas de la Ciudad de Buenos Aires, el mapa provincial ofrece propuestas de turismo que permiten escapar del ruido y disfrutar de la calma. Entre ellas se destaca Oriente, un pequeño pueblo del sur bonaerense ideal para el turismo rural y las vacaciones en contacto con la naturaleza. Combina campo, historia y mar con una serenidad difícil de hallar en otros destinos.
Rodeado de paisajes verdes y atravesado por caminos que invitan a recorrerlo sin prisa, conserva el encanto de los pueblos donde el tiempo parece detenerse. Sus calles tranquilas y las fiestas tradicionales le dan un atractivo único para quienes buscan desconectarse, descansar y redescubrir la belleza simple de la vida rural.
Dónde queda Oriente y cómo llegar a este rincón bonaerense
Situado en el partido de Coronel Dorrego, en el extremo sur de la provincia de Buenos Aires, este poblado se localiza a unos 25 kilómetros de las playas de Marisol y a menos de 30 de la cabecera distrital.
Desde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires lo separan cerca de 560 kilómetros, un viaje de poco más de seis horas (dependiendo del tránsito y las paradas en el camino) que lleva al visitante a un entorno sereno, donde la calma del paisaje rural y el aire costero crean el equilibrio perfecto para desconectarse.
El acceso principal es a través de la Ruta Nacional 3 y la Ruta Provincial 85, un trayecto sencillo que también lo posiciona como parada estratégica para quienes viajan hacia la costa atlántica sur.
Tranquilidad y patrimonio: los atractivos turísticos que resisten al tiempo
La región presenta una amplia variedad de alternativas para conectar con el paisaje que la rodea. Los visitantes pueden explorar senderos entre campos abiertos, recorrer rutas secundarias en bicicleta, disfrutar de la pesca en tranquilos arroyos o pasar largas horas en las playas apartadas de Marisol.
En ese mismo lugar donde la combinación de arena, viento y luz genera escenas que se mantienen únicas aun durante los meses de mayor afluencia turística, los atardeceres sobre el río Quequén Salado son otra experiencia que ningún visitante debería perderse.
El casco urbano conserva el espíritu de los pueblos de antaño: casas bajas, veredas anchas y calles arboladas donde el silencio es parte del encanto. En los alrededores se pueden recorrer antiguos galpones ferroviarios y estaciones en desuso que recuerdan la historia ferroviaria de la región.
Además, algunas estancias permiten hospedarse y vivir el día a día del campo, con actividades como el ordeñe de vacas, paseos a caballo y degustaciones de platos tradicionales de la región.
La cocina local en primer plano
La cocina local tiene el sello bonaerense: carnes asadas, pan casero, dulces regionales y productos de elaboración artesanal.
Durante los fines de semana, el pueblo se llena de actividad con mercados y reuniones comunitarias que permiten a los visitantes probar platos típicos y descubrir de primera mano cómo elaboran sus productos los artesanos y productores de la zona.
Cómo llegar desde CABA
Para ir desde la Ciudad de Buenos Aires:
- Tomar la Autopista Riccheri hasta conectar con la Ruta Nacional 3, en dirección a Bahía Blanca.
- Continuar por la Ruta Nacional 3 hasta empalmar con la Ruta Provincial 85 hacia Coronel Dorrego.
- Seguir por el acceso señalizado que conduce directamente a Oriente