Reabrió un histórico teatro en Callao: cuánto sale cenar con show de tango y jazz en Albur

Buenos Aires vuelve a vibrar con el espíritu de los grandes escenarios. En la icónica esquina de Corrientes y Callao, donde el pulso cultural de la ciudad nunca se detiene, reabrió sus puertas un espacio que promete convertirse en el nuevo emblema del ocio porteño. Se trata de Albur, un restaurante con espectáculo que combina gastronomía, tango y jazz en una experiencia única.

El local, ubicado en un subsuelo lleno de historia, es una joya recuperada que estuvo cerrada durante más de cuatro décadas. En ese lugar funcionó el teatro El 35, un reducto que en su época albergó a figuras como Rodolfo Bebán, Antonio Gasalla y Virginia Lago. Tras años de abandono, la empresaria Raquel Rodrigo decidió rescatarlo y devolverle su brillo original, transformándolo en un espacio donde la cena y el show se fusionan para ofrecer una experiencia sensorial que rinde homenaje a la esencia cultural de Buenos Aires.

¿Cuánto cuesta una cena con show en Albur?

La propuesta de Albur se aleja del formato tradicional de restaurante. No se trata solo de salir a comer, sino de vivir una noche completa de gastronomía y arte. Con capacidad para 145 cubiertos, el lugar ofrece un menú de alta cocina acompañado por presentaciones en vivo de tango y jazz, en una atmósfera que combina elegancia y nostalgia.

Los precios varían según la noche y el tipo de espectáculo, pero una cena completa de 3 pasos con show, que cuenta con 2 opciones de entrada, 2 de principal y 2 de postre, vino, agua o limonada, vale 35.000 pesos pero si abonás en efectivo le quedas en $29.000.

El chef Adrián Aguilera lidera la cocina, con un enfoque que reinterpreta los sabores clásicos porteños con técnicas contemporáneas. Platos como el ojo de bife con puré de batatas especiadas, los ravioles de osobuco braseado o el soufflé de dulce de leche con salsa de naranjas forman parte de la carta. Según Aguilera, "cada plato busca despertar una emoción, un recuerdo, o simplemente sorprender al comensal".

Albur se encuentra en Avenida Callao 435, y brinda shows en vivo los viernes y sábados, a partir de las 19 horas. Conviene reservar con anticipación.

En cuanto a los horarios en general, el teatro abre estos días:

• Lunes a viernes: 12:00 a 16:00 hs
• Lunes a sábado: 19:00 a 01:00
• Domingo: cerrado

A su vez, el lugar exige que se respete el código de vestimenta, que en este caso es elegante. No permiten el ingreso a personas que vistan prendas deportivas de ningún tipo, short, bermudas, buzos, ojotas, crocs o sandalias playeras, tampoco se permite que los hombres ingresen con musculosas, se prohíbe el uso de gorras y viseras, al igual que prendas rotas y/o en mal estado.

¿Qué tipo de shows ofrece este restaurante de Buenos Aires?

El otro gran protagonista de la experiencia es el espectáculo. Bajo la dirección musical de Damián Mahler, dos orquestas residentes —Albur Tango y La Albur Band— llenan el escenario con música en vivo. El repertorio combina clásicos del tango con interpretaciones modernas de jazz, acompañadas por cantantes, bailarinas y coreografías de Gustavo Wons, reconocido director teatral argentino.

Cada noche en Albur es diferente. Algunos shows giran en torno a la historia del tango y sus grandes maestros; otros celebran la influencia del jazz en la cultura porteña. Todo con una puesta en escena envolvente, luces cálidas y una acústica impecable.

El nombre "Albur", propuesto por la cantante Sandra Mihanovich, evoca el azar y la suerte, en alusión a la canción de Eladia Blázquez "El corazón al sur". Así, el espacio propone un guiño a la bohemia de Buenos Aires.

¿Cómo fue la restauración del antiguo teatro Albur?

La historia de Albur comienza mucho antes de su reapertura. En 2013, Raquel Rodrigo descubrió el antiguo teatro mientras buscaba ampliar un estacionamiento. Lo que encontró fue una reliquia deteriorada, pero llena de detalles que contaban décadas de arte y bohemia. Fascinada, decidió emprender un proyecto de restauración que finalmente tomó forma en 2022, con la dirección del arquitecto y escenógrafo Alberto Negrín, para abrir sus puertas el 26 de novimbre del 2024.

El trabajo de Negrín respetó la estructura original del teatro, recuperando elementos de valor histórico y combinándolos con materiales contemporáneos. Se restauraron las puertas de hierro, el ascensor de tijera, los pisos de damero centenarios y los camarines originales, ahora decorados con textiles teñidos a mano y espejos biselados.

"El objetivo fue que las personas se sientan mejor de cuando llegaron, que el espacio las abrace y sorprenda", explicó Negrín. Y lo logró, el resultado es un ambiente que mezcla lo vintage con lo moderno, donde cada rincón parece contar una historia.

Raquel Rodrigo no es nueva en el rescate del patrimonio cultural. Ya había recuperado otros dos íconos del disfrute cultural porteño, el restaurante El Tropezón, uno de los más antiguos de Buenos Aires, y Clásica y Moderna, símbolo de la bohemia literaria y musical.

"Los tres estaban cerrados y olvidados, pero hoy vuelven a ser parte de nuestra identidad porteña", explicó Rodrigo. Su visión no solo devuelve edificios al circuito cultural, también rescata la memoria emocional de la ciudad, esa mezcla de melancolía, arte y encuentro que define a Buenos Aires.

En Albur, esa esencia se respira desde el primer paso. La iluminación tenue, los detalles en madera, las cortinas de terciopelo y la música en vivo crean una atmósfera que invita a desconectarse del ritmo urbano y entregarse a la buena mesa.

¿Por qué Albur se perfila como un nuevo ícono del ocio y la cena porteña?

Buenos Aires tiene una larga tradición de restaurantes con show, pero pocos logran capturar el espíritu de la ciudad con la elegancia y calidez de Albur. Su propuesta se diferencia por su curaduría artística, su nivel gastronómico y la puesta escenográfica, que revive la época dorada de los cabarets porteños con un toque contemporáneo.

El público que visita Albur es variado, parejas que buscan una noche romántica, turistas que quieren vivir la experiencia del tango auténtico, o grupos de amigos que desean una cena distinta. En todos los casos, la experiencia supera la simple salida a comer. Es un viaje en el tiempo que combina sabor, arte y emoción.