Diez gustos y costumbres que definen la esencia foodie de Diego Pulenta

-¿Un restaurante para cenar en el mundo? 

-Elijo el restaurante Rafael, de Rafael Osterling en Lima o Bogotá. Porque he tenido la oportunidad de comer varias veces y todo lo que he probado ha sido excelente. Cualquier plato con pescado o con frutos de mar es muy recomendable.

-¿Un aeropuerto alrededor del mundo en el que hayas comido bien?

-El aeropuerto de Frankfurt, comí unas típicas salchichas alemanas, nada muy elaborado pero tengo un excelente recuerdo.

-¿Un bar alrededor del mundo? ¿Qué trago obligatoriamente hay que pedir?

-Café Journal en San Pablo o Bar Unico en Shanghai. Obligatoriamente hay que tomar un buen whisky o me quedo con nuestro adoptado Fernet con Coca. No soy de irme a tragos muy elaborados.

-¿Un restaurante en Buenos Aires que elegirías cada vez que venís?

-Gardiner o Mirasol son paradas obligadas para mi.

- ¿Cuál fue tu peor experiencia gastronómica?

-Mi peor experiencia gastronómica fue en China. Fuimos a visitar la muralla y, como parte del paquete turístico, nos llevaron a comer a un comedor local de uno 500 cubiertos. Además de reconocer que no soy amante de la comida China, ¡esta fue particularmente mala!

- ¿Tres productos que nunca van a faltar en tu heladera?

-Agua, vino y espumante.

-¿Un desayuno en una mañana típica?

-Café con leche, jugo de naranja y tostadas con dulce. Infaltable la computadora o iPad para leer los diarios.

-¿Tenés un vino que guardás en tu cava personal para un momento especial?

-Sí, tengo un vino muy especial que hicimos para los 90 años de mi abuelo Antonio. El vino se llama Don Antonio 90 años pero nunca salió al mercado. Lo considero una joya y además me trae excelentes recuerdos de él.

-¿Un vino que le regalarías a un ser querido?

-Regalaría un Pulenta Gran Cabernet Franc. Considero que es un vino de una personalidad única que demuestra que Argentina no sólo es Malbec. Además, elijo un vino de nuestra bodega porque resume este legado tan lindo que heredé.

-¿Una bodega en el mundo que no hay que dejar de visitar?

-La de Paul Hobbs en Sonoma. Tuve la oportunidad de trabajar ahí y creo que resume lo que busco al visitar una bodega. Alta tecnologia, moderna y pequeña, sumado a una dedicación única por la elaboración de vinos.

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