Sebastián Goyenechea revela cómo es liderar el cambio en una bodega centenaria

Si se habla de bodegas centenarias, no puede dejar de hacerse referencia a Goyenechea, establecimiento que ya tiene más de 140 años de historia y que, por su trayectoria, se ha convertido en uno de los grandes hitos de la vitivinicultura argentina.

Sin embargo, la quinta generación, con Sebastián Goyenechea a la cabeza, desde hace unos años encaró un profundo proceso de cambio. Sin dejar de lago la esencia y el legado, el director de la bodega se encargó de darle un lavado de cara a las etiquetas, lanzar nuevos productos e ir hacia una enología más moderna.

Su último golpe de timón es Euforia, un blend tinto que desde la etiqueta está dejando en claro que Goyenechea se embarcó definitivamente en una nueva etapa y que el hecho de que una empresa esté a punto de cumplir 150 años no significa que no pueda ser fresca y actual.

En diálogo con Vinos & Bodegas, Sebastián Goyenechea revela algunas claves de ese proceso.

-¿Cuándo y por qué decidieron lanzar esta etiqueta?
-La idea surgió hace cuatro años, cuando empezamos a pensar que a la bodega le hacia falta un producto moderno, que rompiera con el esquema típico de vinos dentro de la rama varietal.

-¿Es la apuesta más jugada que lanzó la bodega en los últimos años?
-Sí. Si bien es cierto que el aggiornamiento de la línea Quinta Generación, la del Rosé y el lanzamiento del nuevo Tocai Dulce Natural impactaron y generaron revuelo, creo que este nuevo producto se despega bien marcadamente del resto de nuestras lineas y está pensado para que así sea.

-¿Qué estilo de vino buscaron elaborar con el enólogo?
-Apuntamos a lograr un tinto joven, fresco, frutado, de paladar amable, generoso pero fácil de tomar, sin madera y con 4,5 gramos de azúcar residual. Está compuesto por un 85% de  Merlot, que se da muy bien en nuestra finca y nunca lo habíamos explotado como varietal protagonista en un vino. Sumamos además un 15% de Malbec, que le da un aporte justo de fruta y frescura; además, eésta última es la cepa insignia de nuestro país y le da el empujón comercial necesario para garantizar el éxito del producto. Aquí aclaro que Euforia podría haber sido lanzado 8 meses atrás, pero la carga tánica que presentaba hubiese ido en contramano de lo que prntendíamos. Es por ello que reposó esos 8 meses en botella, para tranquilizarse y ser más amable al paladar.

-¿Qué destacarías del estilo del vino? 
-Que es un vino que expresa 100% las variedades que lo componen. Soy partidario de elaborar vinos sin madera, jóvenes y buscar en ellos una verdadera "foto" del terroir y la cepa que lo compone. En este caso, creo que tanto un consumidor nuevo o avanzado podrán encontrar en este vino la fiel expresión del Merlot y del Malbec.

-¿Está destinado a un público en particular?
-Claro que sí. A la hora de diagramar el vino, se pensó en un público de 18 a 35 años y también en aquellas personas que se inician en el consumo del vino.

-¿Hubo que negociar con la cuarta generación? ¿O aceptaron rápidamente el concepto?
-Por supuesto que hubo grandes negociaciones. Esta es una empresa familiar en la que se conjugan dos generaciones y a la hora de lanzar nuevos productos o cambiar etiquetas, todo se conversa y se dialoga. Nada es de la noche a la mañana, sobre todo en este caso particular en donde estás rompiendo 100% el esquema tradicional de la bodega centenaria. Por supuesto, ¡ganamos los jóvenes!

-¿Tienen algún otro lanzamiento en carpeta?
Si. Proximamente Euforia se convertirá en línea, aunque me reservo por ahora las variedades que la van a componer. Además, dentro de la línea Lorenza, que está conformada por cepas no tan tradicionales, con el ya conocido Bonarda y el Sauvignon Blanc Tardío, próximamente sumaremos un anfitrión más para acompañarlos.

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