Domaine Bousquet es una bodega de Gualtallary que desde hace años viene trabajando de manera consistente.Su historia en la Argentina es bastante reciente: arrancó en 1990, cuando Jean Bousquet, su fundador, llegó al país y compró más de 200 hectáreas en Gualtallary. Es decir, cuando esta zona no era el hotspot de la vitivinicultura nacional como lo es hoy día.Desde la bodega resaltan que el principal objetivo de la Familia Bousquet fue combinar las técnicas de elaboración de vino de Francia "con el clima y el terroir excepcionales de la región".Y los primeros resultados comenzaron a verse en el año 2002, cuando Domaine Bousquet tuvo su primer cosecha.Desde ese entonces, la propuesta ha sido sólida y coherente. Vinos de buena concentración y madurez pero, en general, con una interesante frescura.Sin embargo, se podría afirmar que en este 2015 la bodega está dando los primeros e incipientes pasos hacia un cambio en el estilo enológico.Eso es lo que se puede percibir con Gaia Red Blend 2013, una etiqueta que por estos días Domaine Bousquet está presentando para el mercado interno.
¿Por qué se puede afirmar que este blend tinto podría convertirse en el prólogo de un aggiornamiento de la bodega?Básicamente porque, si bien en los últimos años –conforme a la tendencia global- fueron reduciendo el nivel de madera en sus vinos e hicieron primar la fruta, las diferentes líneas conservaron el mismo estilo clásico.En cambio, este corte se muestra súper fresco y con una barrica en un muy segundo plano. Así, en momentos en que se considera moderno un regreso a lo básico, se puede afirmar que es el vino más “moderno” que hoy tiene Domaine Bousquet.En concreto, se trata de un 50% Malbec, 45% Syrah y 5% Cabernet Sauvignon que da como resultado una nariz elegante, donde predominan las ciruelas y los frutos rojos, las especias y esa típica y sugerente nota cárnica que sólo el Syrah le puede imprimir. Cierra con un leve toque mentolado y un dejo muy, muy suave a vainilla y algunos tostados. En boca, es un vino “back to the roots”: con una enología más simple y que hace prevalecer la fruta por sobre la madera. Tiene un andar jugoso, cuerpo medio y taninos apretados. El resultado es un vino intenso pero sumamente amable y, sobre todo, fresco.Como muestra del cambio de perfil que, entendemos, está iniciando Domaine Bousquet, vale mencionar también la estética de esta etiqueta en particular, que se aleja del estilo clásico y minimalista en extremo que muestran sus otras líneas de vinos.El precio está bastante acorde con la propuesta, dado que tiene un valor sugerido de $224.
© Por Juan Diego Wasilevsky - Editor Vinos & Bodegas iProfesional - vinosybodegas@iprofesional.com