Sin dudas,
2015 fue un año que dejó un
sabor agridulce para las bodegas argentinas. Buena parte del año estuvo signado por el
atraso cambiario y la
pérdida de
competitividad, variables que dificultaron los planes de exportación.Según destaca un informe de la consultora
Economía & Regiones, “el gobierno de Cristina Kirchner dejó la
competitividad de las economías regionales
5% por debajo, en promedio, de los niveles de
diciembre de 2001". Al analizar el caso específico del
vino, la consultora creó un indicador denominado
competitividad precio efectiva (CPE), que considera -entre otras variables- el tipo de cambio oficial, las retenciones a las exportaciones y los costos de producción.De acuerdo con el análisis de E&R, a principios de diciembre de 2015, el
CPE del
vino era el que más se había deteriorado entre las diferentes economías regionales, con un
desplome del 51,4% respecto de los niveles de
2010.Sin embargo, las medidas tomadas por la
nueva administración significaron un
cambio de escenario positivo para las bodegas que colocan parte de su producción en los mercados externos.Según
E&R, la
quita de las
retenciones mejoró la
competitividad del vino en un
5,3%. Por otro lado, “el
sinceramiento cambiario también impactó
positivamente”.Con un dólar en un nivel cercano a los
$14, la competitividad precio efectiva del vino representó una
mejora del 51% respecto de los niveles registrados hasta principios de diciembre del año pasado, es decir, antes de la asunción del
macrismo.En diálogo con
iProfesional, Mario Giordano, gerente de
Wines of Argentina, el organismo responsable de la promoción del vino con sello nacional en el mundo, afirmó que “en los últimos años la
coyuntura fue
complicada para las
bodegas. Hubo una serie de variables macroeconómicas que le habían hecho
perder competitividad a la
Argentina en general y a la
vitivinicultura en particular”.Pese a la difícil realidad que debieron atravesar las empresas exportadoras, Giordano consideró que 2015 “dentro de todo,
arrojó un balance positivo, porque vimos que las bodegas siguieron apostando y poniendo su esfuerzo para mantenerse en el mercado internacional, incluso
resignando rentabilidad en determinados rangos de precios”.Faltando computar las estadísticas correspondientes al mes de diciembre, desde WOfA estiman que las ventas al mundo de vinos fraccionados culminaron 2015 con una
tenue suba del 2% en volúmenes, pero con una leve caída del orden del
1,7% en término de
divisas.“En 2015 terminamos saliendo
prácticamente empatados”, recalcó Giordano, quien agregó que la quita de
retenciones y la
adecuación del
tipo de cambio “
mejoraron la
ecuación para los exportadores”.“Si bien aún resta que se acomoden otras variables y ver cómo se desarrolla esta vendimia para poder sacar conclusiones, vemos que
algunas de las medidas que se han tomado permiten prever un
mejor escenario de cara a este
2016”, señaló.
Los principales compradores de vino argentinoAl trazar una radiografía sobre los mayores mercados de exportación, se observa que
Estados Unidos se mantuvo cómodo en el
primer puesto.Las bodegas nacionales realizaron envíos de vino embotellado hacia ese destino por unos
u$s244 millones (entre enero y noviembre), lo que implicó un
share cercano al
41%, según se desprende de un informe realizado por la consultora Market Research & Technology.Le siguió
Canadá, con compras por un total de
u$s67 millones, pese a una caída interanual del 4%, mientras que el
Reino Unido se ubicó en el tercer lugar, con una interesante tasa de variación del 11% y operaciones por
u$s64 millones.Otros mercados dinámicos dentro del t
op
10 fueron
México,
China y
Suiza, que incrementaron sus importaciones de vino argentino entre el 7% y el 11%.Como contrapartida,
Brasil, que en los últimos años se había consolidado como uno de los destinos más dinámicos y prometedores para las bodegas nacionales,
achicó sus compras en casi 10%, producto de la grave crisis económica que castiga a su mercado de consumo y a la devaluación del real frente al dólar.
Los 40 vinos argentinos más exitososEl
ranking de las marcas de
vino con sello nacional en 2015 estuvo claramente dominado por
Alamos, con
exportaciones por más de
u$s36 millones en el período enero-noviembre.La bodega de Luján de Cuyo hizo “
doblete” dado que logró colar otra etiqueta de su portfolio en el segundo lugar:
Catena, de la mano de envíos al exterior por casi
u$s19 millones en ese mismo lapso.El tercer lugar en el podio correspondió a
Trapiche, subiendo un escalón respecto del año pasado, con ventas por cerca de
u$s17 millones durante los primeros once meses. En cambio, la línea
Reserva del esa misma marca del
Grupo Peñaflor, tuvo una floja performance: de ocupar el tercer lugar en 2014, pasó al
quinto, de la mano de una
caída del
26%.Una bodega que exhibió una muy
buena performance fue
Familia Zuccardi, que logró
colocar dos marcas dentro de los
15 vinos argentinos más exitosos del mundo:
Santa Julia, que se posicionó en el
séptimo lugar, con un alza del 4%, y
Fuzion, que se ubicó en el
puesto 12.El siguiente cuadro permite observar cuáles fueron las
40 marcas de vino argentino más exportadas en términos de divisas:
Un dato que vale la pena destacar es que la
novena marca de vino argentino más vendida en el exterior es
Kirkland, que no pertenece a una bodega local, sino que es propiedad de la empresa
Costco, una importadora que opera en Estados Unidos y Canadá y que comercializa desde alimentos hasta muebles, pasando por electrodomésticos.Así las cosas,
Kirkland es una marca propia que se aplica a un gran universo de artículos, entre ellos, a los vinos. Se trata de ejemplares económicos que en la web reciben críticas dispares.Un aspecto clave es que esta marca hasta el
2013 se ubicaba recién en el
puesto número 15, de modo que en apenas dos años logró un
importante avance, lo que enciende una luz de alerta para esta industria, dado que su mayor participación se da en momentos en que más bodegas argentinas están enfocadas en comunicar las particularidades de los diferentes
terroirs locales.Dentro del ranking general también vale la pena mencionar la performance de las marcas pertenecientes a
Moët Hennessy Argentina:
Terrazas Reserva, una de sus líneas de alta gama, y
Altos del Plata, su familia de vinos del segmento entry level, que ocuparon el
puesto 11 y 13, respectivamente.Un punto que merece destacarse es la
fuerte concentración de las
exportaciones de
vino argentino en un
puñado de
marcas.En efecto, las
40 líneas más comercializadas fuera del país explicaron operaciones por
u$s278 millones, lo que representó el
46% del total enviado al exterior.Sin dudas es un share considerable considerando que cada año la Argentina exporta vino embotellado bajo 2.500 marcas diferentes.
© Por Juan Diego WasilevskyEditor Vinos & Bodegas iProfesional Mail: vinosybodegas@iprofesional.comTwitter: @juandiegow / @vinosargentinosFacebook: iprofesional.vinosybodegas