No es fácil seguirle los pasos a
Vicentin Family Wines, la bodega conducida enológicamente por
Carola Tizio y que todos los años se propone patear el tablero con una propuesta diferenciadora.En sus inicios, este joven proyecto impulsado por una tradicional familia dedicada a las actividades agroindustriales, sorprendió con un
blanc de noir elaborado a partir de uvas
Malbec, caracterizado por una explosiva fruta.Luego, se propuso brindar una
experiencia de Malbec de diferentes
terroirs con un interesante blend, que luego fue rematado por un set box con los componentes embotellados por separado, como una forma de
deconstruir el varietal estrella de la Argentina.Posteriormente, la bodega se propuso ser
referente en la
introducción de vinos del Nuevo y Viejo Mundo, para completar su portfolio: hace poco incorporó un
Pinot Noir y un
Sauvignon Blanc de
Chile y ahora planea expandir las propuestas con varietales de otros orígenes. Incluso, en ese plan, seleccionó e hizo embotellar en
Francia un interesante
champage que ya se comercializa en el
mercado interno bajo su
propia marca. Pero el corazón el proyecto sigue enfocado en los tintos. Más precisamente, en el
Malbec y en las diferentes expresiones que logra en las dos principales zonas de Mendoza: Valle de Uco y Luján de Cuyo.En ese plan, acaba de lanzar
Arrogante y
Maldito: dos varietales cuya elaboración es una suerte de rompecabezas de diferentes
microterroirs.En el caso de
Arrogante 2011 ($249 en vinotecas), se tratada de un blend de Malbec que conjuga uvas provenientes de
La Consulta, Chacras de Coria, Tupungato y
Las Compuertas. El resultado, luego de una crianza de más de 24 meses en barricas de primer y segundo uso, más una crianza posterior en barricas de cuarto uso, es el de un tinto explosivo en nariz, con mucha fruta roja madura, tipo mermelada, trazos florales nítidos, un dejo herbáceo y una atmósfera ahumada. Al paladar se presenta
bien fluido, con un recorrido largo, textura sabrosa y un medio de boca
potente en aromas que recuerdan a especias y vainilla, alumbrando así un
Malbec que derrocha alta gama, con un
buen duelo entre
fruta y madera."
Arrogante es el que quiso ser Colosso y no pudo", ironizó el gerente de Vicentin Family Wines, Andrés Ridois, a la hora de explicar que la creación de esta etiqueta fue el resultado de un proceso de selección de barricas para dar vida a
Colosso ($389 en vinotecas), una de las etiquetas más consistentes de la bodega.En línea con la tendencia a bautizar a los vinos con nombres cada vez más "
rudos", Vicentin también acaba de presentar
Maldito ($595 en vinotecas), que es una suerte de blend de diferentes añadas de Colosso, dado que incluye las cosechas 2011, 2012 y 2013, con diferentes pasos en barricas de roble francés.
Se trata de un tinto que conjuga 98% de Malbec y suma dosis homeopáticas de Cabernet Franc y Petit Verdot, todas uvas provenientes de viñedos de
La Consulta, Vista Flores, Las Compuertas y Tupungato. Se trata de un
tinto de alto impacto aromático, que suma en nariz notas de frutas negras confitadas, trazos balsámicos, con marcadas notas de orégano y romero, y una punta mentolada, con un
dejo elegante y no invasivo de
vainilla y
caramelo. En boca es un vino bien corpulento, de paladar pleno, bien sucroso y de rica textura, pero con una tensión en el paladar que le aporta un nervio y una
presencia que
no pasa desapercibida. Cierra con las clásicas notas de crianza y de frutas rojas y negras, pero lo que hay que destacar es su
persistencia, que va más allá del estándar.Respecto del
champagne, que luego de un acuerdo con la bodega francesa productora se comercializa en la Argentina bajo el nombre
Champagne de Vicentin, Ridois explicó que fue el resultado de un largo proceso de selección para dar con un ejemplar con gran relación calidad-precio pero que, sobre todo, sea un reflejo fiel del
estilo francés. Esta etiqueta, que se comercializa a un
precio sugerido de $600, proviene de una bodega ubicada al sur del valle del Marne, en la región de
Champagne, que es propiedad de una familia que cultiva la vid desde hace
ocho generaciones. Se trata de un ejemplar que conjuga uvas
Pinot Meunier, Chardonnay y, en menor medida,
Pinot Noir y que dan como resultado un
champagne balanceado entre la fruta blanca, los trazos floralesy las clásicas notas de pan tostado. En boca exhibe sus grandes armas, con una mousse voluminosa, que completa el paladar y una
acidez presente, que aporta tensión, pero sin ser excesivamente mordiente, dando como resultado un champagne amigable y que conformará a los paladares que buscan un producto que escape al estilo argentino y remita más a esa atmósfera que logran los
champagnes franceses.
© Por Juan Diego WasilevskyEditor Vinos & Bodegas iProfesional Mail: vinosybodegas@iprofesional.comTwitter: @juandiegow / @vinosargentinosFacebook: iprofesional.vinosybodegas