En momentos en que la
industria vitivinícola se embarcó en una carrera por encontrar
nombres cada vez más provocativos, rimbombantes y originales, los enólogos
Juan Manuel González y
Manuel González, fueron por lo
simple.Acaban de presentar
su primer vino de partida ultra limitada y elaborado de manera conjunta y lo llamaron
“González González”.En el diseño de la etiqueta, el nombre y el concepto en general, claramente
evitaron el
camino de la "
glamourización".Desde el vamos, este vino, que promete actualizarse con nuevas añadas, propone algo tan
básico como
necesario: volver a poner en perspectiva
el trabajo del enólogo como “
intérprete”
necesario y
vital del
terroir.Sucede que, como una suerte de “
contracultura” frente a la
proliferación de
winemakers que se postulaban como los grandes dioses de la industria, en los últimos años parte del negocio viró hacia un
discurso totalmente
contrapuesto.El
mensaje -como el que pasó a pregonar un referente como
Alberto Antonini- puso al
terroir por sobre el
enólogo. Bajo esa óptica, si en un vino se siente la mano del enólogo, entonces es que éste hizo mal su trabajo.En medio de este
antagonismo (
enólogos endiosados versus el
terroir por sobre todas las cosas), la
dupla González-González lanzó un vino de corte poniendo estos dos elementos en perspectiva: en este blend conviven
dos cepas,
dos terroirs, pero también
dos visiones de trabajo.Juan Manuel González, enólogo de la prestigiosa
Viña 1924 De Ángeles (Vistalba, Luján de Cuyo), trató de quitarle un poco el peso simbólico a este proyecto.“Con Manuel somos amigos desde hace muchos años y también fuimos compañeros de trabajo, siempre hablamos de hacer vino juntos. Hace muchos años hicimos vino en el patio de su casa y con otros amigos para divertirnos, para mí era un poco la manera de
revelarme, aunque sea un poquito al día a día de ese entonces, y nos divertimos mucho. Los años pasaron, pero la
ilusión y la
idea de esa primera vez
se mantuvo”, explicó en diálogo con
Vinos & Bodegas.Por su parte,
Manuel González, enólogo de
bodega Andeluna (Gualtallary, Valle de Uco), afirmó que “fue sencillo ponernos de acuerdo. Teníamos la visión clara desde hace bastante tiempo, por lo cual
maduramos el concepto luego de algunas pruebas y
finalmente tomamos la decisión”.¿El resultado? “Un
ensamble perfecto de
50% Malbec y
50% Cabernet Franc”, respondió con total soltura.“Me ha sucedido muchas veces de dar vueltas en una mezcla y
no poder encontrar la indicada. Con nuestro vino fue
totalmente lo opuesto: el primer blend que hicimos aportando la mitad cada uno fue
tremendo y ahora está en la botella con una
evolución impecable”, recalcó.Al trazar una
radiografía sobre este "
rompecabezas" de
dos piezas, las funciones de cada cepa en el corte final están
muy bien definidas.Juan Manuel destacó que “los
Malbec de Vistalba tiene esa nota floral en nariz tan característica, pero también, y creo que es lo más importante en nuestro corte, tienen esa
docilidad en boca, con taninos suaves que se amalgaman con la potencia y la intensidad del
Cabernet Franc”.
Manuel, en tanto, afirmó que esta última variedad aporta
notas de pirazinas,
herbales y
especiadas, destacándose especialmente el
pimiento de Calahorra que, en conjunto con lo floral del
Malbec, “se vuelve más
complejo y termina siendo
intenso y sumamente
sofisticado”.Ya en boca, el enólogo de
Andeluna destacó “la frescura y lo mineral de la zona”, de la mano del suelo calcáreo y rocoso, que “toma un papel importante en el carácter del vino que luego trasciende en la mezcla”.“¿Lo elaboraron pensando en disfrutar ustedes de la experiencia o pensando en un consumidor definido?”, fue la consulta de
Vinos & Bodegas, a lo que Manuel respondió: “Esta vez fu
e pensando en que el producto aparezca en el mercado y que sea el
mejor vino tinto reconocido por el
consumidor y por críticos también. Ya habíamos realizado otras
vinificaciones locas para nosotros, pero esta vez fue pensando en llegar al
consumidor de
vinos de alta gama y en ser reconocidos por nuestra calidad y trayectoria”.
¿Qué ofrece este blend?Vinos & Bodegas pudo degustar
González González 2012 y se encontró con un ejemplar que, en nariz, propone aromas profundos e intensos, bien integrados, con una paleta que suma notas de fruta negra, tipo mermelada, toques a especias, hierbas como el romero, y un dejo a pimiento. Aparece además, una levísima y sugestiva nota cárnica.En
boca, este vino es
puro equilibrio: los taninos están perfectamente trabajados y suman textura. Se percibe además, la sucrosidad del Malbec y, a la vez, ese paso un poco más tenso del Cabernet Franc de Uco. Así, todos los
ingredientes entablan un
diálogo equilibrado y
unificado.
Conclusión: a olvidarse de los vinos tope de gama pesadísimos y totalmente concentrados y estructurados. Este es un
tinto dócil pero con su
carácter, y que se va desarrollando paso a paso. Esto lo demuestra, muy especialmente hacia el
final, gracias a su
persistencia en boca que es
muy, muy, muy duradera, dejando un recuerdo en el paladar a frutas, hierbas y especias, que se prolongará
más allá del minuto con apenas un sorbo.
Pocos vinos logran tanta persistencia (¿ya dijimos que este vino tiene un gran final?) siendo, a la vez, tan
sutiles.Ese
juego elegante de
fuerzas es lo que
cautiva de este vino.
A la hora del maridaje,
Juan Manuel, prefirió más referirse al
“con quién” que al “con qué”: “Para mí es un vino de
amigos y
para amigos. Aquí hay mucho más que el trabajo de dos enólogos. Estamos hablando de la reunión de dos amigos y siempre que se reúnen amigos la
experiencia es
increíble, esto pasa en todos ámbito y ese es el mensaje de nuestro vino”.
Manuel también prefirió
escaparle a los
maridajes y hacer referencia al
contexto: “Nuestro vino es
auténtico porque
nosotros lo somos. Este gran vino hay que pensarlo para un gran momento, ese gran momento puede ser tan
simple y
honesto como una reunión con amigos, donde lo importante no es lo aparente sino mas bien esas vivencias del alma que nos vinculan con las sensaciones más profundas de nuestra gente, nuestras raíces y afectos. De esas reuniones surgen
experiencias sorprendentes. Con este vino
no hay que preocuparse por otra cosa más que por
compartir, el resto viene añadido”.Al preguntarles por el
sucesor de esta cosecha
2012, Manuel adelantó que ya está
fraccionada la
añada 2013.“No puedo adelantar nada más, sólo que es
impresionante el resultado. En serio,
¡Nos sorprendió!”, se entusiasmó el enólogo de Andeluna.“Nuestra idea es avanzar con esto
. Sólo pedimos que nos tengan paciencia”, concluyó Juan Manuel.
Datos útilesEn Buenos Aires se lo puede conseguir en
Pain et Vin,
OzonoDrinks,
Autre Monde y
Mr Wines.
© Por Juan Diego WasilevskyEditor Vinos & Bodegas iProfesional Mail: vinosybodegas@iprofesional.comTwitter: @juandiegow / @vinosargentinosFacebook: iprofesional.vinosybodegas