En el mundo de la
sommellerie, si hay un nombre que genera un magnetismo automático, ése es el de
Gerard Basset. Por algo, se lo conoce como el “
sommelier de sommeliers”.Si bien nació en
Francia, su carrera como profesional la inició en la década de los ’80, cuando se mudó al Reino Unido. Allí comenzó a construirse su fama, que hoy está sintetizada en numerosos títulos: en 2010 fue elegido como el
mejor sommelier del mundo y es la única persona en el mundo que cuenta, de manera simultánea, con los diplomas de Master Sommelier, Master of Wine y Wine MBA de Burdeos.Basset estuvo de paso por
Mendoza, donde fue uno de los
grandes animadores del
Mundial Mejor Sommelier del Mundo Argentina 2016, un certamen de relevancia global –que fue organizado por la Asociación Argentina de Sommeliers- y que consagró como ganador al sueco
Jon Arvid Rosengren.Basset es director del Comité Técnico de la Asociación de la Sommellerie Internacional (ASI), responsable de coordinar y evaluar las diferentes pruebas a las que se someten a los participantes. Pero además, durante la prueba final, que tuvo lugar en el Teatro de la Independencia de Mendoza y que contó con la participación de unas 500 personas,
Basset fue el encargado de llevar la batuta.Con mucha pericia y un buen manejo de los silencios y de los tiempos, fue el
conductor ideal de la
gran final en la cual se enfrentaron los tres sommeliers que peleaban por el título.En diálogo con
Vinos & Bodegas iProfesional, Basset trazó un análisis de los grandes cambios que experimentó la profesión en los últimos años, especialmente tras la irrupción de las redes sociales.“Una de las grandes diferencias con lo que ocurría en el pasado, es que en la actualidad hay
más gente interesada en el mundo del vino. La sommellerie estaba más asociada a países de
Europa. Pero ahora se pueden encontrar
muy buenos profesionales en
Asia,
Oceanía,
Sudamérica y en
Argentina desde ya. Ahora hay muchos más profesionales y cuando esto sucede
es positivo porque
aumenta la competencia”, afirmó.Acto seguido, trazó un paralelismo con un deporte como el fútbol: “Hace unas décadas tenías muy
pocas selecciones nacionales realmente
competitivas. No había muchos equipos de categoría. Pero ahora, puede haber naciones que
sorprendan y se consagren
en lo más alto de un torneo mundial. Esto, de hecho, es lo que pasó en este
último Mundial: teníamos
quince candidatos con muy buenas chances de ganar”.Al analizar cómo ha ido cambiando la profesión en este último tiempo, Basset afirmó que el
punto de inflexión estuvo dado por la
irrupción de Internet, “porque generó un
mayor acceso a la información y al
conocimiento”.“Hace 20 años un cliente iba a un restaurante y casi no disponía de información de los vinos que un sommelier podía sugerirle. Eso cambió totalmente: hoy en día, el cliente puede
chequear el precio online y buscar todo tipo de
información sobre la
etiqueta que le recomiendan. Por eso, ahora la profesión exige
estar más preparado, tener
más habilidades. Hace poco más de una década las redes sociales no existían. Este fue un
gran cambio”, sostuvo.A la hora de trazar su proyección sobre la relevancia que tendrá esta profesión, Basset afirmó que “en un futuro, los
sommeliers serán tan conocidos como los chefs”.“Hay una realidad: los sommeliers
no somos personajes públicos. Los que me reconocen a mí y a otros profesionales, en general, son personas vinculadas de la industria. Fuera del negocio, en la calle, es muy raro que nos reconozcan. Pero
eso está cambiando, y va a suceder lo mismo que pasa ahora con el mundo de los chefs”, concluyó.
© Por Juan Diego WasilevskyEditor Vinos & Bodegas iProfesional Mail: vinosybodegas@iprofesional.comTwitter: @juandiegow / @vinosargentinosFacebook: iprofesional.vinosybodegas