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Fernando Ruiz Díaz: "Hacer vinos con Pelleriti es como jugar con Maradona"

El músico está presentando en sociedad sus nuevos vinos, bautizados "Vanthra", como su nuevo power trío. La experiencia, contada en primera persona
VINOS & BODEGAS - 10 de Agosto, 2018

"Me encanta la alquimia. Y hacer vinos tiene mucho de eso realmente", afirma en diálogo con Vinos & Bodegas el reconocido músico Fernando Ruiz Díaz, quien en estos momentos está en Mendoza, presentando su nueva familia de vinos bautizada "Vanthra".

De hecho, Ruiz Díaz, líder de Catupecu Machu, no casualmente eligió ese mismo nombre para la banda que armó junto con los músicos Charlie Noguera y Pape Fioravanti.

"Así como Vanthra es un power trío, todo este proyecto que surgió desde la amistad y con el que hoy estamos haciendo vinos también es un power trío, porque estoy con Marcelo y con José Bahamonde, con quienes tengo una química maravillosa", afirma.

Cuando habla de Marcelo, se refiere nada menos que a Pelleriti, uno de los grandes enólogos argentinos y quien conduce las riendas de la prestigiosa bodega Monteviejo, emplazada en Clos de Los Siete, quien hace varios años que se cruzó en la vida de Ruiz Díaz. De hecho, comenzaron a elaborar vinos juntos hace cerca de ocho años.

 

Bahamonde, en tanto, es uno de los diseñadores más interesantes del mundo del vino, con un lenguaje visual muy personal que lo convirtió en uno de los más requeridos en la industria.

Juntos, asegura Ruiz Díaz, formaron una suerte de dream team: "Hacer vinos con Marcelo es como jugar con Maradona. Soy fanático de sus vinos desde antes de conocerlo. De hecho, si me obligan a llevarme un solo vino a una isla desierta, no lo dudo: elijo La Violeta 2010… o 2009. Y poder sumar a José, con su creatividad puesta en darle vida a las etiquetas, es como haber sumado a Caniggia", agrega.

La apuesta estética de esta nueva familia de vinos -conformada por dos vinos: Vanthra y ElCantor- para Ruiz Díaz fue un aspecto central, porque ambas etiquetas van más allá de una simple elección de colores o de tipografías.

Para el músico, hay una búsqueda conceptual, como si se tratara de la tapa de un disco: "Las etiquetas las hicimos luego de hablar mucho y de muchas reuniones. ElCantor, por ejemplo, tiene un cuervo en primer plano, un ave que particularmente me atrae porque representa distintas cosas en diferentes culturas. Y además hay un juego con los contrastes con el negro y blanco que representa una suerte de yin y yang".

Respecto de los vinos que se están presentando en la Argentina, son dos blends. Y esto no fue una cuestión caprichosa: "En cuanto a varietales me encanta el Malbec y el Cabernet Franc, pero los blends te generan el misterio de preguntarte qué hay detrás y te permite hacer cosas más complejas, porque son vinos que van cambiando copa tras copa. Esa sorpresa me gusta", detalla.

"Yo estudié ingeniería eléctrica durante cuatro años y me apasiona todo lo que es la química. Y la elaboración de un blend tiene mucho de eso, de esa alquimia", recalca.

• Vanthra Blend es un corte de 45% de Malbec, 30% de Cabernet Franc y 15% de Syrah, "una variedad que me encanta cómo se da en el Valle de Uco", apunta Ruiz Díaz.

• ElCantor Blend, en tanto, conjuga un 70% de Malbec proveniente del mismo viñedo a partir del cual se elabora La Violeta, en tanto que el 30% restante se reparte entre Cabernet Franc, Cabernet Sauvignon y Merlot.

"Vanthra es un vino más joven, donde quisimos resaltar más la frescura, mientras que ElCantor es un vino con el que mostramos más el espíritu del Malbec argentino pero de manera elegante y compleja, sin perder igualmente esa frescura", apunta el músico.

 

Y a la hora de resumir el resultado que generó este "power trío vitivinícola", el músico señala que "son vinos que tienen frescura, personalidad y carácter. Pero sobre todo, son ricos. Eso es lo que busco cuando abro una botella. Cuando tomo un vino y siento que tienen espíritu, me gusta. En cambio, me desaniman los que están hechos sólo desde la técnica. En los últimos años creo que aparecieron muchos vinos bien hechos, pero sin espíritu. Y yo quería ir en otra dirección".

En cuanto al proceso creativo, para Ruiz Díaz trabajar con Pelleriti fue sencillo y fue un proceso que fluyó desde el arranque, porque la relación está basada en algo más que la pasión por el vino: "Con Marcelo hay una hermandad. Cuando voy a Mendoza paro en su casa, tocamos mucho juntos, hay una relación muy profunda y los vinos que hacemos van más allá de darse un gusto: son el resultado de la forma en que vemos la vida".

¿Cuál fue una de las mejoras cosas que te dijeron sobre tus vinos?, le preguntamos a Ruiz Díaz. Y, al responder, no dudó: "Me dijeron que eran vinos que tenían mi toque personal. Eso me gustó porque elaborar un vino a veces es como producir a un artista: la esencia del vino está ahí pero vos le ponés un poco tu impronta, tu personalidad. Y eso quería que se viera reflejado".

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