Unos 16.000 dólares. Eso es lo que se pagó por tres botellas de Bianchi Cabernet Sauvignon cosecha 1987 en una subasta realizada en Pensilvania, Estados Unidos. 

En concreto, Bodegas Bianchi participó de la reconocida "Gala and Grand Auction 2018", un evento que se realiza todos los años y en el que se subastan vinos excepcionales y que es organizada por Trés Bonne Année a total beneficio de Whitaker Center for Science and the Arts. 

La subasta se realizó el 13 de octubre en el Hilton Harrisburg Hotel y hubo más de 100 lotes. Durante la noche, el lote n° 2804 A, conformado por las tres botellas Bianchi Cabernet Sauvignon 1987 -un vino de la cava particular de la familia Bianchi con 31 años de guarda- fue subastado por un valor equivalente a cerca de $600.000.

 

En representación de Bodegas Bianchi estuvo presente el enólogo Silvio Alberto, quien afirmó que "la gente que asiste a estos eventos espera que los bodegueros y enólogos estén allí para contarles sobre sus vinos, bodegas y las familias que están detrás de ellos. Yo tuve la oportunidad de hablarles sobre esta estiba particular de la familia Bianchi, su Cabernet Sauvignon 1987, un vino con cualidades excepcionales para sus 31 años en botella”. 

Cabe destacar que entre las actividades organizadas para este año también se realizó la "Vintner´s Tasting and Masters Level Tasting", una cata dirigida en la que se presentaron más de 100 vinos de los invitados de honor. En esta edición se realizó una cata educativa para unas 300 personas donde se sirvieron 8 vinos, tintos y blancos, varios de ellos de Bodegas Bianchi.

“La participación en estas actividades es muy importante para la imagen del vino argentino a nivel global. Estados Unidos es un mercado altamente competitivo y una gran vidriera para las bodegas argentinas y del mundo. Particularmente para Bodegas Bianchi es el principal destino de sus exportaciones, por eso estamos trabajando muy fuerte en este mercado junto a nuestros distribuidores, haciendo conocer nuestros productos a los líderes de opinión y acercando el vino argentino a las mesas de los consumidores y entusiastas de ese país", detalló Rafael Calderón, gerente general de Bodegas Bianchi.

"Nuestro objetivo es proyectar a Bianchi como marca global para Argentina y el mundo, y el crecimiento de las exportaciones es uno de los pilares sobre los que vamos a construir este posicionamiento en los próximos años", recalcó. 

Un vino innovador

Sobre la etiqueta que fue subastada, desde la bodega destacaron que "es un vino totalmente innovador para su época, ya que fue elaborado sin uso de madera para la guarda, obteniendo la concentración del vino a través del manejo del viñedo, y logrando así el sueño de concebir un gran vino desde la finca". 

En reciente diálogo con Vinos & Bodegas, Alberto destacó que "apenas llegué a la bodga, me propuse entender por qué los Cabernet Sauvignon de la zona se dan tan bien. Y ahí­ arranqué a hacer calicatas. De hecho, hice más calicatas en San Rafael desde que estoy aquí­ que en toda mi historia en el Valle de Uco", apunta el experto. 

Y el resultado, lo sorprendió. En Finca Asti, a dos kilómetros de la bodega, "encontré un perfil de suelos increí­ble: hay estratos casi perfectos de canto rodado con caliche, de 10 a 15 centí­metros, que se van intercalando con un suelo franco arenoso. Nunca habí­a visto algo así­". 

Esto, aseguró Alberto, se refleja en las añadas históricas de Cabernet Sauvignon que Bianchi acumula en su cava, llamadas por la familia como "las joyas de Bianchi". 

"Los enólogos podremos hablar mucho pero quien tiene la última palabra, en definitiva, es el vino en la copa. Y cuando me encontré con estos Cabernet Sauvignon de 30 años o más y ver que estén tan vivos, tan frescos y con su estructura, es una confirmación del enorme potencial de San Rafael", completó.