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Vinos: cómo es el nuevo Cabernet Franc con el sello de De la Mota

El reconocido enólogo acaba de presentar en Buenos Aires un nuevo miembro de la familia de la familia de vinos Mendel. Los detalles, en esta nota
VINOS & BODEGAS - 29 de Mayo, 2019

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"Los vinos dicen mucho de sus hacedores", es una frase muy repetida en el circuito vitivinícola. Y esto es cierto, en la medida en que el vino en cuestión no esté "commoditizado" por algunos factores, como el uso excesivo de madera.

Y la realidad es que el nuevo miembro de la familia Mendel que acaba de presentar Roberto de la Mota habla mucho de él como enólogo: hay equilibrio, hay elegancia, hay sustancia y cuerpo en el paladar y hay hermosas texturas.

Por ese camino transita Mendel Cabernet Franc 2017 el primer varietal elaborado a partir de esta cepa que lanza con su bodega.

Este ejemplar, según relató el propio De la Mota en una presentación realizada este miércoles en Buenos Aires, nace de un viñedo que plantaron en Altamira. "Lo veníamos utilizando para realizar cortes, pero año a año nos sorprendía por la calidad, hasta que decidimos embotellarlo como varietal", relató.

El enólogo fue claro cuando mencionó que el Cabernet Franc, por sí solo, puede ser bastante intenso y desafiante: "Hay algunos vinos que resultan demasiado especiados. Cuando pasa esto, en general se los terminan usando para cortes, con una participación de no más del 10%, porque se pueden volver muy invasivos".

Sin embargo, sostuvo que "hay excepciones". Y esto pasa cuando los Cabernet Franc tiran más hacia el lado de la pimienta rosa, o aguaribay. En esos casos, los vinos son lo suficientemente elegantes como para tener vuelo propio, sin formar parte de un blend.

Vinos & Bodegas degustó Mendel Cabernet Franc 2017, que se presenta –justamente- muy elegante y sofisticado. Conviven en su paleta aromática notas de frutas negras y rojas sanamente maduras con notas especiadas bien pero bien delicadas, sin estridencias. Al paladar, en tanto, ofrece ese pulso que tanto nos gusta de Altamira: es fluido, largo, con muy buena estructura y un dejo apenas graso, pero nunca goloso. Hacia el final se impone una soberbia textura que se adueña del paladar. De largo recuerdo y fresco, este vino está lejos de las sobreactuaciones.

Los vinos de la línea Mendel tienen un precio sugerido de $700. 

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