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Dos vinos recrean el mapa del Malbec de alta gama de Mendoza: por qué vale la pena probarlos

Achaval Ferrer acaba de presentar su línea "Malbec Appellation", que demuestra, a través de dos etiquetas, qué ofrecen los mejores terroirs de Mendoza
14/11/2022 - 19:37hs
Dos vinos recrean el mapa del Malbec de alta gama de Mendoza: por qué vale la pena probarlos

Transparencia y plasticidad. Sin dudas, son los dos atributos del Malbec que cautivan a los enólogos y que explican por qué esta variedad es la nave insignia de la vitivinicultura argentina.

Plasticidad, porque es una cepa que se ha adaptado muy bien prácticamente a cada terruño que existe en el país: desde el norte al sur más extremos. Y transparencia, porque, en esos mismos terruños (y siempre a partir de un trabajo agronómico y enológico sensibles), replica en la copa las características del suelo y del clima de cada vendimia.

Así es como es posible encontrar vinos Malbec definitivamente amables, con taninos bien redondos y de ligero pulso dulce; pero también estructurados y carnosos. O, por qué no, Malbec más delgados, largos y súper fluidos, con una fascinante acidez, bien integrada.

Y estas múltiples caras que puede desarrollar el Malbec (y que responden a las expectativas de diferentes paladares) confluyen en un punto en común: "terroir".

Este concepto es, justamente, el que busca comunicar el enólogo Gustavo Rearte, con la nueva línea que está presentando la bodega Achaval Ferrer: "Malbec Appellation", la cual está conformada por dos etiquetas: Malbec Appellation Luján de Cuyo y Malbec Appellation Valle de Uco; es decir, dos grandes regiones que nuclean a varios de los terruños más importantes de Mendoza.

"El mensaje que quiero transmitir a cada consumidor cuando abra una de estas botellas es 'terroir'. Que puedan identificar, como nosotros lo hacemos a diario, las diferencias que existen entre estos lugares de excelente producción de uva en la provincia", apunta Gustavo.

Gustavo Rearte, enólogo de bodega Achaval Ferrer

"La idea de Appellation es el resultado de la dirección que buscamos en la expresión de nuestros vinos. En esta línea podemos utilizar los mejores componentes de estas dos zonas vitícolas, como son Luján de Cuyo y Valle de Uco, con sus expresiones y características distintivas" agrega el enólogo de Achaval Ferrer.

Y el experto vuelve a hacer foco en cómo el Malbec es un factor decisivo en esta visión: "Malbec es la flexibilidad, la viva expresión para nosotros sobre como poder hablar del terroir a lo largo y ancho de Argentina. Su ADN siempre está, pero cada viñedo en cada zona desarrolla su propia impronta y le otorga a esta variedad un carácter que nos sigue dando de qué hablar".

¿Qué proponen estos vinos?

Achaval Ferrer Appellation Luján de Cuyo Malbec 2019 es un Malbec de partida ultra limitada (se hicieron apenas 7.032 botellas) que proviene de viñedos emplazados en tres terroirs clave: Las Compuertas, Perdriel y Agrelo.

Desde el equipo enológico de la bodega revelan un dato clave: el viñedo de Agrelo fue plantado en 1923, de modo que se trata de plantas ultra equilibradas y que le imprimen mucha profundidad a nivel aromático.

"En 2019, la bodega adquirió un viñedo plantado en 1923, de donde hemos obtenido uvas para lograr una increíble expresión de los Malbec de Agrelo. Un espaldero bajo, con una excelente exposición norte-sur. Este Malbec, proveniente de suelos aluvianales y ricos en complejidad, nos otorga un Malbec de intensidad alta con notas especiadas y a fruta negra", explica el experto.

¿Qué propone este vino?: en Vinos & Bodegas lo degustamos y encontramos una paleta súper intensa en nariz, con fruta roja y negra bien maduras y un colchón especiado de gran profundidad, como comentábamos anteriormente. Lo interesante son sus capas, que dejan entrever trazos florales, herbales y algo de barrica, pero muy sutil. En boca es voluminoso, de paladar pleno, con taninos que le dan andamiaje. Pero no confundir este carácter con excesiva extracción. En el paladar, la fruta se percibe mucho más negra y tiene tanto hándicap que se sobrepone sin dificultad a la madera. La acidez es equilibrada y premia con un largo, largo final. Los drivers de este vino son la sana madurez, la profundidad de aromas y el balance general.

 

¿Qué es lo que más le atrae de los Malbec de Luján de Cuyo? Ante esta pregunta, Gustavo responde sin dudar: "Elegancia, historia, complejidad. Luján de Cuyo, sus suelos y sus viñas viejas permiten elaborar vinos que nunca pasarán de moda".

Sobre la cosecha 2019, el enólogo explica que se trató de "una típica añada mendocina, con algunas lluvias durante el fin del ciclo pero en general impecable. Esto ayudó a la clara expresión de cada uno de los terroir de Mendoza".

Respecto de Achaval Ferrer Appellation Valle de Uco Malbec 2019, también consiste en una partida muy limitada, de tan solo 7.270 botellas.

Y se trata, sin dudas, de un "dream team" de terroirs, dado que conjuga uvas provenientes de lugares clave como Gualtallary (Tupungato), Chacayes (Tunuyán) y Altamira (La Consulta).

"En Valle de Uco hablamos de variables como la frescura e intensidad y de perfiles de fruta y flores en los aromas. Pero luego encontramos una diversidad muy interesante en la mitad del paladar, dada por los suelos aluvionales, altitudes y mircroclimas dentro del propio valle", detalla Gustavo.

¿Qué propone este vino?: es, sin dudas, un complejo rompecabezas donde todas las piezas encajan muy bien, logrando un interesante balance entre intensidad aromática, texturas, potencia y acidez. Comencemos por lo que ofrece en nariz: mucha fruta negra y algo de fruta roja, apenas maduras y que compiten con un aroma claramente herbal, lo que le imprime un estilo bien fresco; suma luego algunas capas de flores y especias. Al paladar se presenta largo, con taninos bien firmes pero de grano fino. Su medio de boca es súper expresivo (puro carácter), con una ligera tensión que lo hace fluir. Final sabroso, de largo recuerdo y una acidez muy bien ensamblada.

 

Respecto de la vendimia 2019 en Valle de Uco, Gustavo afirma que fue temprana por el clima seco y caluroso del año, "pero con una intensidad en sus uvas pequeñas que nos dio una expresión fabulosa de los vinos".

Como corolario, el experto explica que "esta nueva serie llega en un momento de madurez que invita a reconocer las denominaciones de origen en un país de grandes extensiones, para interpretar las características propias de cada una de ellas". Y, recalca, "reconocer la microdiversidad es darle voz a los viñedos y dejar que ellos hablen a través de sus frutos".

Cada una de estas etiquetas ya se puede conseguir en vinotecas a un precio sugerido de $8.500.

Enología sensible, la clave detrás de estos vinos

Desde hace tiempo, la vitivinicultura experimentó un punto de inflexión, a partir del cual comenzó a privilegiar conceptos tales como frescura, expresión de fruta y carácter del lugar. Y la premisa de este concepto consiste en partir de uvas de excelente calidad, evitando cosechas tardías y, posteriormente, interviniendo lo justo y necesario para que los detalles sutiles del suelo y de la vendimia dejen su huella en la copa.

Y esto implica poner mucha atención al detalle porque, como suelen decir en esta industria, "el terroir habla bajito" y cualquier intervención por demás, puede tapar esa voz.

"Buscamos mantener el esfuerzo que se hace en nuestras viñas y expresar cada unos de estos terroir de la manera que cada uno se expresa. Para ello, trabajo en piletas de concreto pequeñas y micro vinificaciones. Aplicamos todos los conocimientos que podamos aportar para que el vino se exprese como debe ser", afirma el enólogo de Achaval Ferrer.

En función de esa premisa, para elaborar los vinos de la línea Malbec Appellation se utilizaron únicamente barricas de segundo y tercer uso. Como bien señalan desde el equipo enológico de la bodega, "el uso de barricas de estas características tiene menor presencia de tostados, producto de las maderas que van cerrando sus poros, lo cual permite una evolución más lenta y delicada en donde se mantiene el carácter frutal de los vinos al mismo tiempo que se pulen los taninos".

Los nuevos vinos de bodega Achaval Ferrer, con foco en grandes terroirs

Lo que viene en Achaval Ferrer

La bodega, que actualmente produce 800.000 botellas al año y tiene presencia en más de 50 países, está sumamente activa. De hecho, en breve estarán presentando el branding de la bodega adquirida en 2019; también, están enfocados en la adquisición de un nuevo viñedo en Chacayes y en la construcción de una sala de fermentación exclusiva para los vinos de la línea Fincas.

Además, en términos de sustentabilidad, Achaval Ferrer está trabajando para disminuir el peso de las botellas para poder cuidar el vidrio producido y así reducir la huella de carbono que esto genera. No solo eso: también están avanzando contrarreloj para que el 100% de los viñedos cuenten con el sistema de riego por goteo, cuidando al máximo un recurso fundamental en la provincia de Mendoza como es el agua.

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