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El enólogo que renunció a todo para hacer sus propios vinos: "Tuve que vencer mis temores"

Juan Ubaldini afirma que se trató de todo un desafío pero que, con el diario del lunes, "fue la mejor decisión que pude tomar en mi vida profesional"
27/04/2023 - 20:49hs
El enólogo que renunció a todo para hacer sus propios vinos: "Tuve que vencer mis temores"

Seguramente en los últimos años te cruzaste con un vino de su autoría, bajo la marca "El equilibrista". Y es muy probable que te haya gustado y hasta lo hayas recomendado. Quien está detrás de esta línea de vinos es Juan Ubaldini, un enólogo que hace diez años inició el duro camino de emprender para tener su propia bodega.

Juan, quien una vez confesó que nunca jamás se imaginó haciendo trabajo de oficina y que siempre sintió fascinación por su abuelo que salía a recorrer el país vendiendo vino de Mendoza, arrancó a los 17 años a realizar pasantías en bodegas de primera línea.

"Lo más complejo de dejar un trabajo estable es la incertidumbre, el salto a lo desconocido. Siempre estuvo la idea, estuvo el proyecto y era bastante tangible porque yo ya venía haciendo algo a la par que de mi trabajo. Pero esa incertidumbre de no saber qué va a pasar fue un gran miedo, una gran montaña que debí cruzar", explica Juan, en diálogo con iProfesional.

Juan Ubaldini se lanzó a tener su bodega propia hace 10 años

"Tuve que vencer mis temores, pero con el diario del lunes, tener autonomía fue la decisión más bonita que pude tomar en mi vida profesional", recalca.

Hoy, ese diario del lunes le dice que en su propia bodega del Valle de Uco, construida a pulmón, está produciendo cerca de 100.000 botellas. Y que su apellido es sinónimo de vinos súper bebibles, que desde las etiquetas hablan mucho del autor, pero que revelan mucho del terroir, gracias a su enfoque siempre sensible.

Vinos de terroir y con foco en Valle de Uco

Su proyecto arrancó hace una década con tres vinos tintos, bajo la línea El equilibrista y hoy ya cuenta con diez productos diferentes, habiendo sumado blancos, rosados y ediciones limitadas. Además, viene de lanzar su línea personal, "Juan Ubaldini", donde el foco principal es mostrar las particularidades del terruño, un tema que lo moviliza.

"Hace diez años me acuerdo claramente que se ponía sobre la mesa la discusión sobre si más madera o menos madera en los vinos. En mi caso en particular, sin irme a ningún extremo, siempre busqué la expresión de un varietal junto a la impronta que le imprime un determinado terruño, un determinado clima. Eso es lo que busco respetar y transmitírselo a los consumidores", agrega.

Juan Ubaldini busca, en cada vino, resaltar las particularidades del terroir

Juan reconoce que, si bien siempre los enólogos en general fueron "respetuosos de la tierra", antes los vinos estaban más "maquillados" por la madera, al tiempo que había una mirada un poco más comercial. Sin embargo, de la mano de lo que llama una "revolución vínica", hoy hay más bodegas elaborando vinos más francos, gracias a una visión mucho más madura sobre la potencialidad del terruño.

Cuando se le pregunta cuál es el principal cambio del "Juan enólogo" de hace diez años respecto del actual, se toma su tiempo para reflexionar. "Ahí aparece otra vez la palabra 'madurez'. Con la experiencia, uno va sumando conceptos y conocimientos y los va aplicando. Yo soy consumidor de vinos y, como tal, mis preferencias han ido cambiando. Y esto también le ha ido pasando a muchos otros consumidores".

Y esto se refleja claramente en los vinos que ha alumbrado en los últimos años y a los que les ha puesto la firma: "Apuesto por hacer vinos francos, vinos disfrutables, sin tanto enrosque y sin tanta vuelta técnica".

Y antes que alguien sugiera si hace vinos "sin intervención", aclara: "No me gusta usar ese concepto porque intervenimos un montón, principalmente en términos del cuidado del cultivo y también somos muy cuidadosos al momento de la elaboración. Pero toda esa intervención apunta a dejar al vino lo menos maquillado, lo menos manoseado posible, para que tenga esa expresión natural del terruño y de la variedad y que la vuelta tecnológica no los cambie".

Los dos terruños que le vuelan la cabeza

Actualmente, todos los vinos que elabora provienen en un 100% del Valle de Uco. "Me toca trabajar los dos mundos: el ‘viejo mundo’ del Valle, que es La Consulta y Vista Flores, donde hay viñedos viejos, casi centenarios, que son zonas un poco más cálidas y con suelos un poco más ricos; y también, trabajo con las zonas más nuevas, que son más altas y de suelos más pobres, como Gualtallary, Chacayes y los viñedos más altos de Altamira", explica.

Juan Ubaldini está produciendo 100.000 botellas por vendimia

Cuando se le pide que elija "el lugar" para hacer vinos, sonríe y reconoce lo difícil de esa pregunta: "No puedo elegir uno solo, tendría que elegir tanto Altamira como Gualtallary. En el primero de esos terruños puedo obtener vinos hiper, mega clásicos pero también cosas más modernas, es más plástico. Y de Gualtallary, ¿qué puedo decir? Es un lujo, ahí podés lograr vinos que se hacen solos y son un despelote".

En cuanto a las variedades, el Malbec es la punta de lanza, representando el 60% de todo lo que produce. Sin embargo, le gustan las batallas complejas y defiende a capa y espada el potencial de una variedad emblemática, conocida en todo el mundo, pero que en fue cayendo en el ostracismo: "Estoy muy enamorado del Merlot. Es una variedad casi olvidada y poco valorada, pero con la que siempre trabajé por su enorme potencial. Siempre la había elaborado en cortes pero decidí sacarla como varietal, bajo la línea Juan Ubaldini, y la crítica lo puso como uno de los mejores del país. Para mí es un orgullo".

Su bodega cumplió diez años. Eso que empezó como una apuesta cargada de temores, terminó convirtiéndose en una gran realidad, cargada de vendimias, de ricos vinos y de mucho aprendizaje. ¿Cómo se imagina Juan los próximos diez años? "El objetivo es crecer pero de manera sustentable, siempre manejando bajos volúmenes, no más allá de las 200.000 botellas. También, queremos consolidarnos en mercados objetivos y ampliar el portfolio con diversidad de terruños y de productos, con vinos orgánicos, sin sulfitos o bajos en sulfitos y aptos para veganos. Entendemos que hay una necesidad por parte de los consumidores y queremos ofrecer alternativas que vayan en línea con esta tendencia", concluye.

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