La primera edición de la renovada Copa Davis, impulsada por el grupo Kosmos que lidera Gerard Piqué, finalizó y dejó mucho para analizar.

Quizás, desde lo que tiene que ver con el público presencial, haya cuestiones para corregir, ya que en pocos partidos, tan solo los que tuvo a España, el local, como protagonista, las entradas se vendieron en su totalidad.

Sin embargo, si se lo analiza desde un punto de vista televisivo, tener tenistas de primer nivel compitiendo a casi toda hora durante una semana y el hecho de que una derrota no implica eliminación, y por el contrario, alienta a ver partidos de otros equipos en búsqueda de resultados beneficiosos para la suerte de cada país, resultó una combinación sumamente atractiva.

Argentina, que tuvo un rendimiento bastante irregular en la fase de grupos, tras ganarle la serie a Chile por 3 a 0 y perder por el mismo resultado ante Alemania, fue uno de esos equipos que instó a los fanáticos a estar pendientes de otros partidos y realizar cuentas para analizar posibles escenarios futuros.

Finalmente, a partir del coeficiente obtenido por la división entre sets ganados y perdidos en las dos series, el equipo capitaneado por Gastón Gaudio se metió en cuartos de final. En esa instancia enfrentó a España, que después ganaría el torneo y pese a haber conseguido el primer punto, a partir de un triunfo notable de Guido Pella sobre Pablo Carreño Busta, no pudo ante la figura de Rafael Nadal, que despachó rápidamente a Diego Schwartzman y lideró, también, el triunfo en dobles.

A partir de esta actuación, Argentina se embolsó una cifra total de €1.615.000, lo que equivale aproximadamente a u$s1.770.000. De esa cifra, €1.100.000 corresponde a los jugadores: Schwartzman, Pella, Leonardo Mayer, Máximo González y Horacio Zeballos. Mientras que los otros €515.000 le serán asignados a la Asociación Argentina de Tenis, que preside el ex jugador, que supu tener grandes actuaciones en Copa Davis, Agustín Calleri.

España, local y campeón, obtuvo por su logro €3.160.000, de los cuales €2.100.000 se dividirán entre Nadal, Carreño Busta, Roberto Bautista Agut, Marcel Granollers y Feliciano López y €1.060.000 le corresponderá a la federación española. Esta división, junto con premios a la altura de los mejores torneos ATP, generan que muchos de los tenistas más destacados del circuito quieran presentarse en la competencia.

El año que viene, la fase final del torneo volverá a disputarse en Madrid, y probablemente se agregue otra sede a la Caja Mágica, dado que el promedio estimado de duración de los encuentros fue superado ampliamente, lo que generó el retraso de los partidos siguientes y la prolongación de algunas jornadas hasta pasada la medianoche.

Por otro lado, aún no ha sido definida la fecha, ya que a partir de 2020, en enero, cuando se reabra la competencia, se realizará la ATP Cup, otro torneo por equipos, y algunos tenistas de renombre consideran que es poco adecuado que dos campeonatos de tan similares características se encimen. A raíz de esto, ya hace un tiempo, existen negociaciones entre el grupo Kosmos y la ATP, que hoy aparecen enfrentados, para coordinar el calendario.

A diferencia de lo sucedido en esta edición, la participación argentina en la fase decisiva de la competencia no está confirmada. Para este año, dieciséis de las plazas fueron definidas a partir del ranking de naciones de Copa Davis y dos por invitaciones. Argentina, pese a ser tercera en el mencionado ranking, ingresó a la competencia por medio de una de esas invitaciones, a raíz de que cuando los equipos fueron confirmados para el evento, el conjunto nacional había descendido a la zona americana.

Sin embargo, los lugares para el año que viene se definirán de otro modo y ya hay seis clasificados. Los primeros cuatro que aseguraron su participación en Madrid para 2020 fueron los semifinalistas de este año: España, Canadá, Gran Bretaña y Rusia. Y, por otro lado, se definieron a los invitados del año que viene: Serbia, con su principal figura, Novak Djokovic y Francia, que cuenta con buenos tenistas como Jo-Wilfried Tsonga, Lucas Pouille y Gael Monfils.

Argentina, y todos los equipos que finalizaron entre el puesto 5° y el 16° deberán jugar una etapa clasificatoria junto a las doce mejores selecciones emergidas del Grupo Mundial. Los cruces se definieron por sorteo y el conjunto capitaneado por Gaudio deberá enfrentar, el 6 y 7 de marzo, en condición de visitante, a Colombia, un rival para nada fácil. Esa serie, si bien conservará la regla de que los partidos se jueguen al mejor de tres sets, tendrá muchas de las características del formato clásico. Se disputará por completo en tierras colombianas, sobre la superficie que el local decida y se jugará a cinco partidos, cuatro de singles y uno de dobles. En la fase final del torneo, en cambio, se juegan dos de singles y uno de dobles.

Por jugar esa fase de clasificación, cada equipo se llevará un monto estimado de €130.000 y aquel que gane se asegurará otra buena cantidad, solo por integrar alguno de los grupos de la etapa final: €515.000 para los tenistas y €256.000 para las federaciones.

Para el tenis argentino sería fundamental afianzarse como un país de participación permanente en este torneo. No solo para defender el prestigio logrado y mantener al equipo como uno de los importantes a nivel mundial, sino también, por la parte económica.

Si la Asociación Argentina de Tenis puede recibir, aunque sea, la cifra mínima por alcanzar la etapa final del torneo año tras año, podrá invertir más en el desarrollo del deporte en todo el país y asegurar de ese modo que muchos más chicos puedan vincularse con el tenis, cuya práctica, por el equipamiento que requiere, en muchos casos resulta demasiado costosa.