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7 consejos para el trabajo y la vida cotidiana: ¿por qué esforzarse mucho no sirve de nada?

Mucho se escucha hablar del esfuerzo para alcanzar objetivos. Pero no siempre es lo que sirve para lograrlo. Te contamos cómo esforzarse menos y ganar más
09/06/2020 - 15:13hs
7 consejos para el trabajo y la vida cotidiana: ¿por qué esforzarse mucho no sirve de nada?

A lo largo de la vida las personas escuchan ciento de veces hablar del esfuerzo como algo maravilloso, del valor del esfuerzo personal, del valor del sacrificio para alcanzar cada meta. Sin embargo, para el escritor Agustín Grau, todo esto no son más que falacias.

Autor de varias obras que tienen que ver con el trabajo, los logros y el sacrificio que todo esto conlleva, escribió un manifiesto contra el esfuerzo.

"Este es mi manifiesto contra el esfuerzo", arranca el escritor, empezando por descrifrar y hacer entender a sus lectores qué es una falacia y por qué la utilizará para referirse al esfuerzo.

"Una falacia es un argumento que, a priori, parece válido, correcto, que queda bien, pero que en sí no es cierto. Carece de valor, no lleva a ningún lugar, es una tontera que se repite desde tiempos inmemoriales y que las masas, adoctrinadas como siempre, han terminado admitiendo como válido sin posibilidad de cuestionamiento. Algo que nadie se plantea que no sea así, que no pueda ser así. Lo que viene a ser un consenso unánime en una masa uniforme de dóciles asentidores", definió.

Saturado del trabajo, un esfuerzo de cada día,
Saturado del trabajo, un esfuerzo de cada día,

A partir de entonces, nace la teoría sobre alabar el esfuerzo y la réplica de este especialista a todos y cada uno que usa el esfuerzo, desde la Biblia hasta la historia misma. Su objetivo es, dejar en claro, que no siempre es necesario.

El esfuerzo en la Biblia

Grau arranca sus explicaciones comparando qué se prefiere en la sociedad: zanganos o trabajadores, por decirle de alguna manera.

"Nada más lógico que alabar el esfuerzo. ¿Quién querría crear una sociedad de holgazanes y gandules? Y esto es algo que ha estado presente a lo largo de toda la evolución humana", comentó.

"La historia del ser humano es la historia del esfuerzo. Trabajar malditos… o la perfecta fórmula para dominar usada en el Antiguo Testamento, Yahvé conminaba a los judíos a caminar con esfuerzo por el desierto hasta dar con la tierra prometida. No quiero ser descortés pero creo que siguen así desde entonces", agregó.

En la Biblia también se dice que cuando Dios se enojó en el Edén con el primer hombre le castigó a ganarse el pan con el sudor de la frente.

Sin embargo para Grau, hay un primer dato para tener en cuenta como indicador: "El estado natural es conseguir las cosas sin esfuerzo, pero si te pasas de listo, si te portas mal, surge la consecuencia negativa: el esfuerzo, que no es así el estado original y natural sino algo negativo con lo que se castiga a alguien". 

El esfuerzo en la historia

Los señores feudales solo querían que los siervos trabajaran las tierras con esfuerzo, los esclavos eran conminados con latigazos a trabajar más y más.

Pero sin ir tan lejos, actualmente también decenas de gobernantes dicen: "Con esfuerzo lograremos salir de ésta". ¿Qué es ésta?, se pregunta Grau. Son promesas de que con esfuerzo la sociedad será más competitiva.

Los argentinos, acostumbrados al esfuerzo para sobrevivir.
Los argentinos, acostumbrados al esfuerzo para sobrevivir.

"Yo escucho todo eso y me pongo mal, porque a mí el esfuerzo sólo me produce cansancio y, que yo sepa, sólo conlleva aburrimiento, malestar, dolor, penuria y una vida amarga. Y a mí, que me registren, pero para eso no he venido", asegura Grau.

El esfuerzo actual

Mirando alrededor, en el universo digital y de emprendedores, aparecen otras teorías, pero también está presente el esfuerzo.

En este caso se hace alusión a diferentes trabajar, y cómo, cada uno, exige esfuerzos.

"Que tener un negocio es para sacrificados, que con el blogging puedes ganar dinero, pero tenés que trabajar mucho, muchísimo, porque es algo duro, durísimo".

Grau asegura que al escuchar todo eso la gente dice: "¿hay algo que se pueda hacer en este divino mundo tranquilamente? ¿Podemos tener un momento de paz, de sosiego? ¿Alguien me puede dejar respirar? ¿Debo estar todo el rato esforzándome? ¿Puedo vivir?", comenta el experto.

A partir de todo esto, nace la necesidad de ahondar más profundamente en qué es el esfuerzo y para qué sirve

Qué es el esfuerzo

El esfuerzo, la necesidad del esfuerzo personal, solo existe en las mentes humanas. Porque en realidad, mirando alrededor, se observa que el esfuerzo solo existe en las mentes de los hombres.

Se llega a esa conclusión por deducción negativa y a censura contraria: en todo lo que no tiene mente (o al menos en todo lo que no tiene una mente desarrollada) no hay ninguna práctica de esfuerzo.

"Para llegar a esa conclusión no tengo ni que salir de mi casa. Tengo un estanque en la parcela con peces y los veo nadar tranquilamente cada día, entretenerse, alimentarse, sin especiales dificultades", ejemplifica Grau. "Es decir, sin esfuerzo".

Otros casos sin esfuerzo: "Veo la hiedra trepadora que conquista el muro centímetro a centímetro, minuto a minuto, y tampoco veo que emplee especiales esfuerzos en ello. Cada día, simplemente, ocupa más espacio en la pared. Hace su trabajo y lo hace con tranquilidad, con naturalidad, sin esfuerzo".

Por último, un claro ejemplo sin esfuerzo de las personas: "Veo a mi hija de 4 años que crece cada día y no percibo en ella especiales esfuerzos para hacerlo. Todavía no la he descubierto en posturas incómodas, encogida, sufriendo y diciendo: papá, no me molestes, estoy esforzándome en crecer, estoy haciendo mi trabajo diario de crecimiento, con esfuerzo y sacrificio. Ella, simplemente, crece. Come, vive, duerme, se alimenta, da la paliza, por supuesto, y cada día está más grande. No le veo el esfuerzo por ninguna parte", agregó.

Dónde no hay esfuerzo

Ante los diferentes escenarios que llevan a pensar dónde y cuándo existió el esfuerzo, y en qué casos se puede vivir y hacer cosas sin él, la conclusión es que donde no hay mente, o donde ésta todavía no se ha contaminado del mundo exterior, no hay esfuerzo.

Buscando la meta sin esfuerzo, con una sonrisa.
Buscando la meta sin esfuerzo, con una sonrisa.

Se sostiene que el esfuerzo es un invento humano, una necesidad del hombre por hacerlo todo más difícil, un extraño deseo del hombre por complicarse la vida.

Se podría decir que el esfuerzo es la actitud y el conjunto de acciones de la persona que quiere pasar de un estado a otro por el camino difícil.

Es decir, la persona está en un estado (ausencia de dinero, necesidad de hacer algo…) y quiere pasar a otro (abundancia, riqueza, creación de algo…). Lo que se busca es pasar de un estado A, a un estado B. Lo que busca esa persona no es el conjunto de acciones que tienes que realizar para conseguirlo. Lo que quiere es el estado B, por lo que si existiera una forma sencilla de conseguirlo la aplicaría directamente.

Según Grau, esa persona no se enfoca en el camino fácil porque cree (siempre se ha dicho así) que todos se ganarán el pan con el sudor de la frente, entonces esa teoría es la que se sostiene.

Sin embargo, hay un camino fácil y un camino difícil.

"El camino fácil no es el de los haraganes y perezosos. Es el de los inteligentes, el de los que conocen las estrategias que les permiten hacer más con menos. Y el camino difícil no es el de los aplicados trabajadores. Es el de los asnos y jumentos, el de quienes hacen las cosas como siempre las han hecho porque ni su mente les permite llegar a más ni su predisposición es la de innovar, crear y hacer cosas en un sentido diferente", explica.

"Por eso creo que el esfuerzo es la consecuencia de todo lo negativo que hay en el ser humano. Y por eso, sin más, y al menos para mí, es algo negativo. El esfuerzo es consecuencia de la limitación y escasez", agrega Grau.

De esta forma, considera que la necesidad de esforzarse viene de todo lo negativo que hay en las personas.

Según su teoría, lo negativo que hay en el ser humano es lo que determina que las personas tengan que esforzarse mucho. De esta manera, aparece todo aquellos donde se tornan negativas las soluciones.

 

Cosas como:

  • Las prácticas poco efectivas. "Si tienes que dar muchas vueltas para llegar a algo, sí, claro que debes esforzarte".
  • La ausencia de objetivos claros. Si no tienes una firme determinación por algo, sí, te costará mucho llegar, no sabes ni a dónde vas.
  • El apego a lo existente, a lo tradicional. Cuando sigues enviando currículums con esa foto de zombi viviente y esas gafas de montura prehistórica, esperando que te ofrezcan ese mega sueldazo a cambio de hacer algo, lo que sea, pues sí, tienes que esforzarte mucho en conseguirlo. Hay algunos que llevan miles de curriculums enviados. Hay que esforzarse mucho para que te elijan, la manada es muy grande, hay mucho donde elegir.
  • Las creencias limitantes. Si tu mente está llena de pensamientos castradores, es claro que no se podrán hacer las cosas sin que cuesten. "Te va a costar mucho, y te lo mereces: eres carne de cañón, lo estás pidiendo a gritos.
  • La incapacidad para ser uno mismo y el deseo constante de agradar a todos es otro tema. Cuando no eres tú mismo, sino lo que los demás piensan de ti, efectivamente es muy cansador.
  • La falta de valentía. Para ser, para hacer, para vivir, para estar… Para lo que sea.
  • La falta de confianza en uno. Si estás convencido de que eres un inepto integral… bueno… posiblemente lo seas… y en ese estado es francamente difícil hacer las cosas con tranquilidad y sentido común. Hay que esforzarse mucho.
  • Los condicionantes externos. Aquí es muy difícil estar en el mundo sin ser absorbido por él, pero si se consigue, todo se vuelve muy fácil, y no habrá que esforzarse.

"Podría seguir, pero quedate con la idea: si te esfuerzas es consecuencia de lo negativo que hay en ti. Los dioses no tienen que esforzarse y tú, como Dios que eres, tampoco deberías hacerlo".

Contra el esfuerzo

En este escenario, Grau presenta consejos o antídotos del esfuerzo, fórmula contra el esfuerzo. De esta manera, recomienda que, cuando entren ganas de esforzarse, recurran a los siguientes métodos:

 
¿Qué significa cada uno de estos?: lo siguiente...
  1. Hacer solo lo que te guste: Si empleas tu tiempo, a nivel laboral o no, en hacer cosas que te gusten y te apasionen, no tendrás que esforzarte nada. Obtendrás resultados casi sin enterarte. Se te pasará el tiempo volando.
  2. Examinar dentro de cada uno y preguntarse si realmente quieren eso. Un planteo que ayudar es decir: ¿Es esto realmente acorde a mí? ¿Vibra conmigo? ¿Es lo que quiero? ¿Estoy forzando algo? ¿Resuena con mi naturaleza? ¿Lo quiero o no lo quiero? Simple y llanamente.
  3. Delegar lo que cueste muchos: En este caso, so hay cosas que cuestan mucho hacer, no se debe volver loco. Lo mejor es delegarlo. "Hay más de 7.000 millones de habitantes en el planeta tierra. ¿Ninguno va a querer hacértelo? Si la cuarta parte está esperando que pase la crisis… (¿O ya pasó? Me pierdo en estas cosas)", dijo el escritor.
  4. Aprender a fluir, a percibir el universo. Hay un flujo natural de las cosas que es manifestación de un nivel superior. No un nivel impuesto desde arriba, como una orden, sino una frecuencia de vibración más elevada y de la que cada persona, lo sepa o no, forma parte y es interviniente. Según Grau, la vida, el universo, lo está recordando a cada instante. Solo hay que escuchar, y para eso basta con quedarse en silencio, hacerse consciente y percibir, en ese orden. "Nada, te lo aseguro, que requiera de ningún esfuerzo", explica Grau.
  5. Concentrarse, practicar la atención plena. El hacerse consciente permite la concentración, el estar plenamente atento a lo que se está haciendo. Cuando se enfoca en algo se eliminan distracciones y el trabajo ocurre solo, simplemente transcurre, acontece. Es algo que tiene lugar a través de cada persona.
  6. Salir del ego Esto está relacionado con lo anterior. Cuando las cosas ocurren a través de cada uno, te has quitado de en medio, has desaparecido, has dejado de trabajar con el ego (tu pequeño ser, tu pequeña mente) y has pasado a fundirte con lo que realmente eres. No es fácil. El ego es muy exigente, por eso es el ego. Hace falta práctica y constancia, dedicación. ¡Pero no esfuerzo!
  7. Desarrollar la intuición. La intuición aparece sin esfuerzo. Es, simplemente, lo que te sale, lo que te viene, sin más. Si aprendes a guiarte por ella ahorrarás mucho trabajo. Eliminarás patrones y pasos intermedios, procesos y pautas; lo que viene a ser el rollazo habitual de funcionar de las personas. La intuición viene de un lugar en el que hay sabiduría, en el que está la sabiduría. Es el lugar en el que están las respuestas, y simplemente puedes acceder a él para recibirlas. Fácil, ¿verdad? Tan solo hay que practicar. Instalarse en el silencio y eliminar el diálogo interno, el diálogo mental.

Sin esfuerzo

Después de recomendar cómo lograr las cosas sin esfuerzo, Grau asegura que es bastante que reciba críticas, pero reconoce que no puedo pretender que todo el mundo lo ame.

"Sería agotador, y ya sabes que estoy en contra del esfuerzo. Tampoco que me ría las gracias. Lo único que pretendo es, simplemente, aportar un granito de luz al flujo de la existencia para que ayude a quien sienta la llamada. Todo lo que exceda de eso sería sobrevalorarme y algo que, sinceramente, me supondría un gran esfuerzo?. Algo que, no esté dispuesto a hacer", finalizó

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