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¿Una nueva amenaza con murciélagos?: otro virus de Asia preocupa a los científicos

Los murciélagos que comen fruta son huésped natural del virus Nipah, que tiene una tasa de mortalidad de entre 40 y 70 por ciento
15/01/2021 - 09:22hs
¿Una nueva amenaza con murciélagos?: otro virus de Asia preocupa a los científicos

Supaporn Wacharapluesadee es conocida como una "cazadora de virus" en Tailandia. El año pasado, al arribar a su laboratorio las primeras muestras de un virus originado en Wuhan, China, que afectaba las vías respiratorias rápidamente comenzó a trabajar. 

Dirige el Centro de Ciencias de la Salud y Enfermedades Infecciosas Emergentes de la Cruz Roja Tailandesa en Bangkok. Durante los últimos 10 años fue parte de Predict, un proyecto mundial para detectar y detener enfermedades que pueden pasar de animales a humanos. Ella, además, se enfocó en los murciélagos

Gracias a su experiencia, pudieron comprender la enfermedad en solo unos días, detectando el primer caso de COVID-19 fuera de China, indicó BBC Mundo. Descubrieron que, además de ser un virus nuevo que no se originó en humanos, estaba más estrechamente relacionado con los coronavirus que ya habían encontrado en los murciélagos.

Gracias a la información preliminar, el gobierno pudo actuar rápidamente para poner en cuarentena a los pacientes y asesorar a los ciudadanos. Y a pesar de ser un país de casi 70 millones de habitantes, un año después, el 3 de enero de 2021 Tailandia había registrado 8.955 casos y 65 muertes.

Sin embargo, ya apareció otro virus de más alta tasa de mortalidad que el COVID-19 que preocupa a estos científicos. 

La próxima amenaza

Wacharapluesadee ya está mirando hacia la próxima pandemia. Asia tiene un gran número de enfermedades infecciosas nuevas, ya que sus regiones tropicales tienen una rica variedad de biodiversidad, lo que significa que también albergan una gran cantidad de patógenos.

El crecimiento de las poblaciones humanas y el aumento del contacto entre personas y animales salvajes en estas regiones también aumentan el factor de riesgo.

En el transcurso de un proyecto en el que tomó muestras de miles de murciélagos, Wacharapluesadee y sus colegas ya descubrieron muchos virus nuevos, coronavirus y de otros tipos, que podrían extenderse a los humanos. 

Entre estos virus está el Nipah, que se expande entre las poblaciones de murciélagos de la fruta. "Supone una gran preocupación porque no hay tratamiento y este virus tiene una alta tasa de mortalidad", dijo Wacharapluesadee.

La tasa de mortalidad de Nipah varía entre el 40% y el 75%, dependiendo de dónde ocurra el brote.

Cada año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) revisa la larga lista de patógenos que podrían causar una emergencia de salud pública para decidir cómo priorizar sus fondos de investigación y desarrollo. El virus Nipah está entre los 10 primeros. Y, como ya se han producido varios brotes en Asia, es probable que no hayamos visto el último.

¿Por qué el virus Nipah es tan peligroso?

Hay virus mucho más peligrosos que el COVID-19 que ya preocupan a los científicos
Hay virus mucho más peligrosos que el COVID-19 que ya preocupan a los científicos

Hay varias razones por las que el virus Nipah es tan siniestro. Tiene un largo período de incubación de hasta 45 días, por lo que se generan altas probabilidades de que una persona o un animal infectado lo propague. Además puede infectar a una amplia gama de animales y se puede contagiar por contacto directo o consumiendo alimentos contaminados.

Alguien con el virus Nipah puede experimentar síntomas respiratorios que incluyen tos, dolor de garganta, dolores y fatiga, y encefalitis, una inflamación del cerebro que puede causar convulsiones y la muerte.

Se contagia de animales a humanos en lugares como el mercado de la mañana en Battambang, Camboya, que está debajo de decenas de árboles en los que descansan los murciélagos de la fruta, defecando y orinando sobre cualquier cosa que pase debajo de ellos..

"La gente y los perros callejeros caminan todos los días bajo construcciones expuestas a la orina de los murciélagos", dijo a la BBC Veasna Duong, jefa de la unidad de virología del laboratorio de investigación científica Instituto Pasteur en Phnom Penh y colega y colaboradora de Wacharapluesadee.

El mercado de Battambang es uno de los muchos lugares donde Duong ha identificado murciélagos frugívoros y otros animales que entran en contacto con humanos a diario en Camboya. Por eso está considerado un lugar de  "intercambio de alto riesgo" por el mencionado equipo científico.

"Este tipo de exposición podría hacer que el virus mute, lo que podría causar una pandemia", dice Duong. "Observamos [murciélagos frugívoros] aquí y en Tailandia, en mercados, áreas de culto, escuelas y lugares turísticos como Angkor Wat, donde, por ejemplo, hay un gran nido de murciélagos allí", dice. En un año normal, Angkor Wat recibe 2,6 millones de visitantes.

Rastreo de murciélagos

Duong y su equipo lanzaron un programa de rastreo de murciélagos con GPS
Duong y su equipo lanzaron un programa de rastreo de murciélagos con GPS

De 2013 a 2016, Duong y su equipo lanzaron un programa de rastreo con GPS para comprender más sobre los murciélagos frugívoros y el virus Nipah, y para comparar las actividades de los murciélagos camboyanos con los murciélagos en otras regiones de puntos críticos.

Dos de estos lugares son Bangladesh e India. Ambos países experimentaron brotes de Nipah en el pasado y probablemente estén relacionados con el consumo de jugo de palmera datilera.

Por la noche, los murciélagos infectados sobrevuelan las plantaciones de palmeras datileras y lamen el jugo que se derramaba del árbol y que los locales recolectan a través de un cuenco sujeto al árbol.

En 11 brotes diferentes de Nipah en Bangladesh entre 2001 y 2011, se detectaron 196 personas con Nipah. De ellas 150 murieron.

El jugo de palmera datilera también es popular en Camboya, donde Duong y su equipo han descubierto que los murciélagos frugívoros en Camboya vuelan lejos, hasta 100 km cada noche, para encontrar fruta.

Eso significa que los humanos en estas regiones deben preocuparse no solo por estar demasiado cerca de los murciélagos, sino también por consumir productos que los murciélagos podrían haber contaminado. Duong y su equipo también identificaron otras situaciones de alto riesgo.

Las heces de murciélago son un fertilizante popular en Camboya y Tailandia y en áreas rurales con pocas oportunidades laborales vender excrementos de murciélago puede ser una forma de ganarse la vida.

Duong identificó muchos lugares donde los locales animaban a los murciélagos frugívoros, también conocidos como zorros voladores, a posarse cerca de sus hogares para poder recolectar y vender su guano. No tienen idea de los riesgos a los que se enfrentan al hacerlo. "El 60% de las personas que entrevistamos no sabían que los murciélagos transmiten enfermedades. Hay todavía una gran falta de conocimiento", dice Duong, quien cree que hacen falta campañas de educación acerca de esta temática.

Cambiando el mundo

La deforestación para el uso económico destruye el ambiente natural de los murciélagos
La deforestación para el uso económico destruye el ambiente natural de los murciélagos

A medida que la población humana se expande, cambiando el planeta y destruyendo hábitats silvestres para satisfacer la creciente demanda de recursos, esto aumenta la propagación de enfermedades.

"La propagación de estos patógenos [zoonóticos] y el riesgo de transmisión se aceleran con los cambios en el uso de la tierra como la deforestación, la urbanización y la intensificación agrícola", escriben Rebekah J. White y Orly Razgour en un informe de 2020 de la Universidad de Exeter sobre enfermedades zoonóticas emergentes.

El 60% de la población mundial ya vive en las regiones de Asia y el Pacífico, y todavía se está produciendo una rápida urbanización. Según el Banco Mundial, casi 200 millones de personas se trasladaron a áreas urbanas en Asia Oriental entre los años 2000 y 2010.

La destrucción de los hábitats de los murciélagos ha causado infecciones por Nipah en el pasado. En 1998, un brote del virus Nipah en Malasia mató a más de 100 personas.

Los investigadores concluyeron que los incendios forestales y la sequía local habían desalojado a los murciélagos de su hábitat natural y los habían obligado a buscar árboles frutales cultivados en las mismas granjas que los cerdos.

Además, bajo estrés, se ha demostrado que los murciélagos esparcen más virus. La combinación de verse obligados a reubicarse y estar en estrecho contacto con una especie con la que normalmente no interactuarían permitió que el virus pasara de los murciélagos a los cerdos y luego a los granjeros.

La deforestación y la pérdida de biodiversidad implica que los murciélagos de la fruta, que tienden a vivir en regiones boscosas espesas, viajen para alimentarse y lo hagan por ejemplo en el gallinero de una casa o las torres con grietas de Angkor Wat.

Es probable que los murciélagos que el equipo de Duong ha monitoreado viajando hasta 100 kilómetros por noche en busca de fruta lo estén haciendo porque su hábitat natural ya no existe.

Pero los murciélagos, hemos sabido recientemente, albergan una serie de enfermedades desagradables: Nipah y covid-19, pero también ébola y SARS.

¿Deberíamos erradicar los murciélagos?

Erradicar a los murciélagos traería más problemas que soluciones
Erradicar a los murciélagos traería más problemas que soluciones

Tracey Goldstein, directora de instituto del Laboratorio del One Health Institute y directora de laboratorio del Proyecto Predict, asegura que erradicar a los murciélagos del ecosistema solo empeoraría las cosas.

Ellos también ayudan a controlar a los insectos, juegan un papel ecológico enormemente importante, y polinizan más de 500 especies de plantas. Por ejemplo, reduciendo la malaria al comer mosquitos, dice Goldstein.

También señala que se ha demostrado que sacrificar murciélagos es perjudicial desde la perspectiva de la enfermedad. "Lo que hace una población cuando disminuye el número de bebés es tener más bebés; eso haría que [un humano] sea más susceptible", dice.

Cuando Duong encuentra el virus Nipah en alguna de las muestras extraídas en murciélagos, se lo envía a David Williams, jefe del Grupo de Diagnóstico de Laboratorio de Enfermedades de Emergencia del Centro Australiano de Preparación para Enfermedades. Por su alta peligrosidad, solo un puñado de laboratorios en todo el mundo pueden cultivarlo y almacenarlo.

Su equipo está formado por algunos de los principales expertos mundiales en virus Nipah, con acceso a una amplia gama de herramientas de diagnóstico que no están disponibles en la mayoría de los laboratorios. Al usar trajes de contención herméticos, pueden cultivar más virus altamente peligrosos a partir de una pequeña muestra y luego, trabajando con una carga mayor, realizar pruebas para comprender cómo se replica, transmite y cómo causa enfermedades.

Williams dice que potencialmente construir más laboratorios bioseguros en lugares como Camboya podría acelerar la caracterización y el diagnóstico de estos virus, aunque sería una iniciativa de muy alto costo. 

Duong y su equipo están buscando fondos para su próximo viaje de detección de patógenos. Uno para financiar la vigilancia continua de los murciélagos en Camboya y otro para comprender si ha habido infecciones en humanos de las que no se han tenido noticias hasta ahora. 

Todavía no han logrado asegurar el dinero para continuar con su trabajo contra el virus Nipah. "La vigilancia a largo plazo nos ayuda a informar a las autoridades [para que promulguen] medidas preventivas y para evitar un contagio no detectado que causaría un brote más grande", dice Duong.

Y sin una formación continua, es posible que los científicos no puedan identificar y caracterizar nuevos virus rápidamente, como hizo Wacharapluesadee con COVID-19 en Tailandia. Esta información es necesaria para comenzar a trabajar en una vacuna.

Duong y Wacharapluesadee esperan seguir colaborando para combatir el virus Nipah en el sudeste asiático, y la pareja elaboró una propuesta para vigilar de forma conjunta el virus Nipah en la región. Planean enviarlo a la Agencia de Reducción de Amenazas de Defensa, una organización gubernamental de Estados Unidos que financia el trabajo destinado a reducir las amenazas que representan los agentes de enfermedades infecciosas, una vez que la crisis de COVID-19 disminuya.

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